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Narrador omnisciente

Era el primer día de clases en la academia "DreamBrige" Matteo se encontraba entrando junto a su amiga de la infancia Alanis, caminaban por los pasillos donde se encontraban varios estudiantes hablando entre ellos. Matteo se encontraba algo nervioso al igual que su amiga, buscaban sus taquillas con la mirada luego de unos minutos las encontraron una justo al lado de la otra. Alanis suspiro de alivio, odiaba estar sola o tener que socializar personas se le complicaba mucho.

-"Gracias al cielo también nos toco en el mismo salón"- Dijo Alanis rodando los ojos divertida al ver la suerte que tenían-"Si.."- Dijo el contrario en su típico tono neutral para dedicarle una ligera sonrisa y hacer una seña para dirigirse al salón.

Entrando al salón todo se veía algo vacío solo se veían pocos estudiantes solos sentados en las mesas que eran para dos personas, ambos se sentaron uno al lado del otro el salón se veía algo moderno con un ligero toque de antigüedad. Luego de unos minutos sonó la campana de inicio de clases el salón estaba completamente lleno solo habían dos asientos vacíos el cual uno fue tomado por la chica que entro, una chica de estatura promedio cabello no muy largo negro completamente lacio y peinado, piel pálida y ojos cafe se veía educada y estudiosa a primera vista entró con urgencia al salón para llegar antes que la profesora. Matteo la vio entrar y clavo sus ojos en ella, por unos segundos dejo de oír a su amiga mientras se iba a otro universo astral mirando a la chica, ella sintió la mirada y hicieron contacto visual por unos segundos el cual fue interrumpido por los gritos de la profesora.

-"okey jovenes, hoy es su primer día de clases yo seré su profesora este año académico así que pueden llamarme profesora o Señorita Mary"- Dijo la profesora entrando al salón de apariencia Adulta de unos 39 años bastante formal y disciplinada. -"Bien iremos uno por uno, se pondrán de pie y se presentarán"- Mencionó la profesora y mayoría reprochó pero en silencio.

La mayoría de los estudiantes ya se habían presentado solo quedaban unos pocos y ahora le tocaba a Matteo.

Se levantó de su asiento alzando la mirada a todo el salón, viendo como todas las miradas se posaban en él con curiosidad, solo una lo llego a poner nervioso. La chica que había llegado al tiempo justo...desvió su mirada un segundo haciendo contacto visual con ella y la contraria solo le dedicó una dulce sonrisa, sintió un ligero ardor en sus mejillas el cual fue ignorado y se presentó.

-"Soy Matteo Miller..."- fue lo único que dijo y se volvió a sentar sin ninguna señal de querer decir algo más. Le tocaba a Alanis la cual parecía que le iba a dar un ataque de pánico o iba a morir ahí mismo, se levantó algo nerviosa lista para presentarse suspiro algo temblorosa y cuando estuvo a punto de hablar.

-"S-soy...A-"- Fue interrumpida por una chica que había entrado casi corriendo al salón, la ya mencionada paro en seco al ver todos los estudiantes y maldijo a lo bajo. La chica había llegado realmente tarde y se maldijo por eso...era algo alta, cabello café oscuro recogido en una dona que se había echado perder debido a la carrera al igual que su pobre fleco su piel era morena, sus ojos eran café oscuro y su uniforme estaba  algo estrujado.

-"Señorita, como se atreve a entrar de esa manera a un salón de clases?"- Regaño la Profesora Mary a la recién llegada.-"lo siento mucho profesora..."- dijo algo agitada la chica recuperando el aire de tanto correr por los pasillos largos y grandes de la academia buscando su salón de clases. -"Entonces preséntese usted ahora justo ahí"- Dijo la profesora con el ceño ligeramente fruncido mirando de arriba a bajo a la morena. La contraria asintió y alzó su mirada al salón de clases que la miraban como si fuese un bicho raro, rodó los ojos y se presentó -"Soy Valeria Anderson, y espero poder llevarme bien con todos..."- Dijo la morena para ver la cara de sorpresa de todos. -"Dijiste Anderson? Eres de la familia Anderson?"- Pregunto un compañero al fondo y ella asintió. La familia Anderson era muy conocida y respetada ya que la familia tenía una empresa y varios negocios y terrenos, sin duda una familia muy adinerada.

-"Bien señorita Anderson siéntese en el asiento que le corresponde"- Dijo la señorita Mary un poco más dulce, ¿extraño, no? Como sea la chica se sentó junto a la chica que también por unos segundos llegaba tarde y parecía que ya se conocían o eran amigas ya que hablaban entre ellas. Luego volvieron las presentaciones.

-"Alanis Walker..."- al fin se presentó la pobre peli negra de estatura baja y ojos café oscuro que brillaban gracias a sus hermosas pestañas. Todos igual se sorprendieron, la familia Walker era conocida por tener igualmente varios terrenos y caracterizarse por la inteligencia y excelencia de la familia y Alanis no sería la excepción.

Luego llegó el momento que Matteo más esperaba, la chica era la última que iba a presentarse. Se levantó de su asiento y miró a todo el salón luego dirigió su mirada a Matteo y rápidamente la desvió y habló. -"Mi nombre es Micaela Waston, espero hacer muchos amigos."- Dijo la ya presentada para dedicarle una sonrisa a todo el salón y volver a sentarse.

Las clases transcurrieron con normalidad Matteo se veía algo distraído y cada vez que podía dirigía su mirada a la chica que se había presentado como Micaela, no podía dejar de mirarla o pensar en ella cuando no estaba. El no sabía que hacer o decir nunca había sentido eso en su vida...

En la tarde

Matteo se encontraba saliendo junto su mejor amiga Alanis mientras hablaban, a lo lejos vio a la chica que había captado su atención hablando con la que parecía ser su amiga, Valeria. Mientras la miraba a lo lejos sintió una inquietud en el estómago al ver a Valeria tomarla del brazo y abrazarla mientras reían, no sabía que le pasaba y Alanis se dio cuenta.

-"Vaya.. ya te flecharon eh?"- Dijo la peli negra dándole un codazo suave y riendo. -"No ¿de que hablas? Estas loca."- dijo el chico con el ceño ligeramente fruncido y yéndose de ahí. -"Oye! Espérame tonto!"- gritó la contraria para seguirlo.

Matteo llegó a su casa junto su hermanita menor de unos seis años Emma, la ayudó con sus tareas y le estaba preparando la cena cuando se sienta a descansar unos minutos y lo único que le venía a la mente era la chica. Se maldijo varios minutos hasta que olió algo extraño ¿quemado? Se giró al ver que se le estaba quemando la cena por estar en el limbo. Volvió a maldecir bajo y empezó a limpiar antes de que su madre llegara, si veía eso seguramente acabaría con el.

♧︎ -𝐍𝐄𝐕𝐄𝐑 𝐅𝐎𝐑𝐆𝐄𝐓 𝐘𝐎𝐔- ♧︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora