𝐈𝐈𝐈 Apuestas Mortales...

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El aroma de un cigarrillo flotaba en el aire espeso cargado de humo en la zona de descanso para humildes trabajadores como yo, y se mezclaba con el sonido sordo de las cartas repartidas sobre la mesa de póker

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El aroma de un cigarrillo flotaba en el aire espeso cargado de humo en la zona de descanso para humildes trabajadores como yo, y se mezclaba con el sonido sordo de las cartas repartidas sobre la mesa de póker. En una esquina oscura, iluminada solo por el tenue resplandor de una lámpara roja, me encontraba sentado viendo fijamente mi taza roja de café, divagando por mi cabeza aquella primera misión nada sosegada por la que por poco, casi salimos degollados por nuestros altos mandos. 

Cerca de donde yacía descansando, se encontraba aquella demonio de piel rojiza disfrutando de sus ganancias contra los otros "empleados" en el juego de cartas. Me habían invitado a ser partícipe en su diversión pero realmente las cartas no son una fortaleza mía.

A medida que ha pasado el tiempo, me doy cuenta que mí funcionamiento en este medio ha cambiado de ser un simple rehén sin oficio, a un rehén trabajador con pensión.

 Que gran cambio. ¿No? 

Pasaron tres meses desde mi primera y escandalosa misión en campo junto a Larry, por petición del jefe nos tocó mantener un estatus bajo para no llamar la atención de agentes externos a por una recompensa de nuestra captura. Supongo que dichas "vacaciones" ya estaban por terminar.

- ¡ Georgina, Shaw Zachary, presentarse a la sala de juntas número 7 en este instante!

Y ahí entraba en escena esa autoritaria y odiosa voz de mujer a través del megáfono colgado en la esquina del salón, dándonos el mensaje de que un nuevo trabajo empezaría pronto.

- Jo joo, que bueno que al fin veremos luz después de un largo hiatus ¿No lo cree Joven Shadz?- La voz de mi compañera retumbó en el pasillo por el que pasabamos rumbo a la sala, desencadenandome un suspiro. Y bueno, agradezco que ella sea grata de usar mi abreviatura.

Durante meses, he compartido la clandestinidad de la base con mi compañera que ya ha estado aquí mucho más tiempo. He podido conocer un poco más su mentalidad, claro, restándole importancia a cómo se presentaron las cosas cuando nos conocimos, se podría decir que se empezó con el pie izquierdo.

Al principio, me desconcertaba su actitud despreocupada y su inclinación por tomar casi todo con humor. ¿Cómo puede mantenerse relajada cuando hay gente en busca de nuestra cabeza?

Pero con el tiempo, comencé a darme cuenta de que detrás de esa emm...rara máscara y su aparente ligereza se escondía una mente astuta en aquellos momentos indicados, si, incluso en los juegos de cartas. En nuestras conversaciones habitualmente se presentaban chistes y temas hipotéticos sarcásticos, se podría decir que su compañia no era tan molesta al final del día.

Al llegar a la sala, nos encontramos con el típico escenario esperado: la sala de espacio diminuto y poco impresionante, con apenas suficiente espacio para 4 personas y la mesa desgastada que ocupaba la mayor parte de la habitación.

Tales From The Underworld | BY MMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora