El silencio con Sehun nunca había sido extraño ni incómodo. Recordaba aquellas madrugadas que habían compartido en silencio, simplemente abrazados mirando la lluvia caer, y las guardaba como sus mayores tesoros. Eran memorias a las que huía cuando la realidad era demasiado dura para afrontarla. Sin embargo, en ese momento, podía sentir el silencio envolverla y asfixiarla como una serpiente alrededor de su cuello.¿Qué estaba pensando? ¿Le creía? ¿Había escuchado todas sus palabras o había hecho oídos sordos, como lo hizo su madre? La ansiedad hacía que sus manos temblaran, pero no se atrevía a romper el silencio. ¿Qué más podía decirle? ¿Había una palabra mágica que pudiera hacerle entender y perdonar?
-Eun, yo... -comenzó con voz ahogada. Carraspeó, y Eun se dio cuenta de que el chico también había estado llorando. No podía verlo; Sehun la había enrollado en la manta y la sujetaba con su espalda apoyada en su pecho. Quizás era mejor así, quizás sería mejor no ver su cara cuando le rompiera el corazón como lo había hecho ella. -Lo siento, lo siento muchísimo -murmuró, dejando escapar un sollozo y apoyando su frente contra el pelo de la chica-, lo siento, por favor, perdóname.
Vale, eso sí que no lo esperaba. Confundida, luchó contra el agarre de Sehun hasta liberarse de la manta y sentarse a su lado. Sehun se apresuró a cubrirse el rostro con ambas manos, como si no quisiera que lo viera.
-¿Qué? -dijo, su mente había quedado completamente en blanco. Estiró la mano para apartar las de Sehun de su cara, pero este se alejó de ella. El gesto se sintió como un golpe en el estómago. -¿Qué dices? ¿El qué sientes?
-Jieun, te he dejado sola. Tenía que haber insistido, tenía que haber sabido qué pasaba. Pero estaba tan sumido en mi propia miseria y complejo que no fui capaz de ver más allá. He estado años deseando odiarte por tu egoísmo, por haberme dejado amarte cuando tú no me amabas a mí lo suficiente como para abandonar tu vida de lujos por mí -se lamentó, aún sin ser capaz de mirarla a la cara-, pero dios, yo te conocía, sabía que eras un ángel y aún así por mi maldito complejo de inferioridad fui incapaz de ver tu sufrimiento.
-Pero Sehun, ¿cómo ibas a saber algo que jamás te dije? ¡Por supuesto que fui egoísta! Sabía que no podía darte lo que merecías y aún así te mantuve a mi lado. Al principio porque eras mi único vínculo con la realidad, pero luego porque me enamoré de ti. Pero aun amándote, fui incapaz de mirar por ti y dejarte ir antes de que fuera demasiado tarde. Sabía que lo nuestro estaba condenado y te hice creer que había una esperanza cuando en aquel momento éramos un imposible -con un suspiro, bajó la mirada hacia sus manos-. Entendería perfectamente que tus sentimientos hacia mí hayan cambiado, entendería que no quieras estar conmigo. Pero después de verte otra vez, no sé si seré capaz de alejarme de ti.
Sehun negó con la cabeza, mirando a Jieun finalmente. Había vergüenza y arrepentimiento en su mirada, pero también había algo más que la hizo contener la respiración. Sehun se incorporó para sentarse de rodillas frente a ella y, sin previo aviso, la sujetó por las mejillas acercándose peligrosamente a su rostro. El aliento de Sehun se sentía caliente contra sus labios y sus ojos reflejaban una intensidad que hizo que el corazón de Jieun se acelerara y sus labios temblaran.
-Eun -murmuró, estaba tan cerca que la chica comenzaba a sentirse mareada-, para de decir eso, para de hablar de alejarte de mí. ¿No lo has entendido? ¿No ha sido suficiente el verme correr tras de ti sin pensarlo? Llevo casi tres años de mi vida sin ti, pensando que estaba viviendo cuando realmente solo estaba sobreviviendo a tu ausencia. Nunca he dejado de amarte, Jieun. No sé si esto está bien, no sé qué consecuencias va a tener, pero sé que te necesito y que no estoy dispuesto a seguir viviendo sin ti.
La mirada de Sehun era intensa; el hielo se había derretido y Jieun sentía que se hundía en el mar de sentimientos que estos reflejaban. Sin previo aviso, siguiendo sus impulsos, rompió la distancia entre sus labios. Primero, Sehun pareció congelarse por la sorpresa, pero fue rápido en reaccionar.
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A last night with the stars.
Romance"Eunie, ¿que has estado haciendo? ¿Estas sonriendo? Yo he tratado de hacerlo."