En un universo paralelo conocido como Omegarverse, donde las conexiones entre omegas y alfas trascienden lo racional, se teje una historia de destino y romance . En este mundo, un omega y un alfa están irremediablemente destinados a estar juntos, de...
Felix estaba emocionado al cumplir los 3 meses de embarazo. Después de tanto tiempo esperando este momento, por fin iba a tener a su bebé. Sin embargo, las cosas no estaban siendo tan fáciles como esperaba.
Como mamá primeriza, Felix se sentía un poco abrumado por todos los cambios que estaba experimentando.
–Esto es más difícil de lo que pensé, me siento cansado todo el tiempo y a veces tengo dolores que me preocupan–confesó.
Hyunjin, quien estaba muy ocupado con la empresa que ambos manejaban, no se había dado cuenta de lo que Felix estaba pasando.
–Todo va a estar bien, cariño. Sé que es un gran cambio, pero juntos lo vamos a superar–, le dijo, dándole un abrazo.
Felix asintió, pero por dentro se sentía un poco rechazado.
–Ojalá Hyunjin pudiera entender lo que estoy viviendo–pensó. En lugar de decirle lo que le preocupaba, decidió mantenerlo para sí mismo.
A pesar de eso, Felix no podía contener su emoción por la llegada del bebé. Comenzó a hacer una lista mental de todas las cosas que quería comprarle: ropita, juguetes, una cuna hermosa.
–Será tan lindo tener a nuestro pequeño en casa– se decía a sí mismo, acariciando su vientre.
En una acogedora tarde de domingo, Felix y Hyunjin se encontraban en su habitación, cada uno sumergido en sus propias actividades. Felix estaba absorto en su celular, revisando noticias y redes sociales, mientras que Hyunjin concentrado frente a la computadora, trabajaba en un proyecto importante.
Felix, emocionado y con chispa en los ojos, comenzó a hablarle a Hyunjin sobre la idea de cómo sería la habitación de su futuro bebé. Hablaba sin parar sobre tonalidades de colores para las paredes, muebles funcionales, juguetes educativos y hasta imaginaba cómo serían las noches de lectura antes de dormir. Pero notó que Hyunjin apenas le dedicaba atención, lo cual empezó a frustrar a Felix.
– ¡amor! ¿Estás siquiera escuchando lo que te digo? ¡Estoy hablando del cuarto de nuestro futuro bebé! – exclamó Felix, cruzando los brazos y mirando a Hyunjin con gesto de incredulidad.
Hyunjin, sin despegar la vista de la pantalla y con una sonrisa traviesa en los labios, respondió con calma.
– Claro que te escucho, cariño. Estoy segurísimo de que serás el mejor papá del mundo. Pero también tengo que terminar este trabajo antes de que se me olvide todo. –
Ante la falta de atención de Hyunjin, Felix decidió tomar cartas en el asunto y alzó la voz, soltando un grito
– ¡Eres un tarado! Estoy aquí hablando de cosas importantes y tú solo tienes ojos para la computadora. –
Sin embargo, para sorpresa de Felix, en vez de molestar a Hyunjin, su comentario provocó risas en él. Hyunjin se levantó de su silla, rodeó a Felix con sus brazos y comenzó a hacerle cosquillas, logrando sacar risas contagiosas del joven enamorado.
- ¡Hey, detente! - pidió Felix entre risas, intentando escapar de las cosquillas de Hyunjin.
Pero, en un giro juguetón y romántico, Hyunjin se inclinó hacia Felix y le plantó un beso tierno en los labios, haciendo que las mejillas de Felix se encendieran en un rubor incontenible. Entre risas y complicidad, los dos enamorados se reconciliaron de la manera más dulce y divertida.
Finalmente, exhaustos por la risa y el cariño compartido, Felix y Hyunjin se acomodaron juntos en la cama, abrazados, listos para dejarse llevar por el sueño y esperando despertar al día siguiente
...
Felix y su madre caminaban por las concurridas calles del centro comercial, en busca de algunas cosas especiales para el embarazo de él. El ambiente estaba cargado de emoción.
Al adentrarse en una tienda de artículos para bebés, Felix se detuvo frente a un lindo conjunto de ropa de niño.
–Mira, mamá, ¡esto sería perfecto para el bebé! – exclamó con entusiasmo.
Sin embargo, la reacción de su madre no fue la que esperaba. Con una mirada fría, comenzó a criticar a Felix por su apariencia.
–Deberías bajar de peso, Felix. No queremos que parezcas un pez gordo durante el resto del embarazo– expresó de manera despectiva.
Las palabras de su madre hirieron a Felix, quien se sintió vulnerable y herido. Pero la situación empeoró cuando ella reveló su deseo de tener una nieta omega, rechazando la idea de un varón, mucho menos si era un omega. Estas palabras provocaron la ira de Felix, quien comenzó a gritar de frustración.
–¡¡Deja de decir esas cosas mamá!! – exclamó.
–Yo puedo decir lo que se me da la gana, y no me grites maldito maricon! – dijo la señora.
La discusión escaló rápidamente, hasta que las lágrimas brotaron de los ojos de Felix. En un acto de desesperación, su madre le propinó una cachetada y lo insultó cruelmente, llamándolo inútil y diciéndole que solo servía para tener sexo.
–Eres un maldito inutil, debí haberte abortado. – dijo cruelmente.
En medio del caos, Felix comenzó a sentir dolores intensos en su vientre, lo que lo alarmó aún más. Gritando de dolor, su madre reaccionó con miedo y lo llevó rápidamente a un hospital cercano en busca de ayuda.
Mientras esperaban en la sala de emergencias, Hyunjin irrumpió en la habitación, visiblemente angustiado y preocupado por Felix. Había estado buscándolo con desesperación y finalmente lo encontró en esa situación crítica.
– ¡Amor! ¿Estás bien? ¿Qué te duele?- dijo asustado el mayor.
– Estoy bien amor, solo fue el estrés... – dijo cansado
– ¿Qué mierda te causo estrés? ¿Acaso no estabas con tu mamá? – dijo enojado.
– Lo estaba, pero tuve una pequeña pelea con ella, y me sentí tan mal que mi cuerpo reaccionó así... – dijo entristecido.
– ¿Qué pasó con ella? por favor cuéntame – dijo.
Felix algo triste empezó a contarle a Hyunjin como su madre lo había tratado de esa manera tan horrible, que hizo que acabe en tal situación, le contó en la manera en la que reacciono y como reacciono ella, también le contó como lo hizo sentir ese comentario que le dijo, lo cual hizo que Felix lo abrazara y lo consolara.
–Amor, tu eres una de las personas que mas amo y nunca te dejaria de amar asi estes gordito, eres una de las cosas más bonitas que me ha pasado y me estas dando una gran regalo que es nuestro hijo, cómo no te voy a querer mi vida. –
– ¿Y qué pasa si sucede? – dijo entre sollozos
– Nada, por que eso nunca va a pasar amor, te lo prometo. – dijo, finalizando con una abrazo haciendo que el menor llore todo lo que quiera, ya que le había dolido demasiado esos comentarios tan groseros que le habían dicho.
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