「𝓌𝑒𝒹𝒹𝒾𝓃𝑔 𝓅𝓇𝑒𝓅𝒶𝓇𝒶𝓉𝒾𝑜𝓃𝓈」

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sexto mes:

Felix y Hyunjin estaban disfrutando de una hermosa tarde en su hogar. ya había alcanzado los seis meses. La casa estaba decorada con globos y fotos de ecografías, y ambos se sentían emocionados por la llegada de su bebé.

—No puedo creer que ya estemos a la mitad del camino —dijo Felix, acariciándose la barriga con una sonrisa radiante.

—Yo tampoco, cariño. Cada día que pasa me siento más emocionado —respondió Hyunjin, mirándolo con ternura.

Sin embargo, de repente, Felix frunció el ceño.

—Oye, Hyunjin, creo que necesito ropa nueva. Todo lo que tengo ya no me queda. Estoy... gordito —se quejó, mirando su camiseta que le quedaba ajustada.

Hyunjin se acercó y le tomó las manos.

—Felix, no estás gordito. Estás hermoso tal como eres. Este es un momento especial en tu vida, y deberías disfrutarlo sin preocupaciones.

Felix suspiró, aún inseguro.

—Pero mi polo favorito ya no me queda. Eso es lo que más me molesta.

—No te preocupes, amor. Te compraré uno igualito, pero en una talla más grande. Te verás increíble —dijo Hyunjin, sonriendo con confianza.

Felix sonrió levemente, sintiéndose un poco mejor.

—Gracias, Hyunjin. Eres el mejor.

Al día siguiente, se prepararon para un almuerzo con algunos amigos cercanos de Hyunjin. La mesa estaba llena de comida deliciosa y risas. Felix disfrutaba de la compañía, pero a medida que avanzaba la tarde, comenzó a sentirse extraño.

—¿Estás bien, Felix? —preguntó uno de los amigos, notando su palidez.

—Sí, creo que solo necesito un poco de aire —respondió Felix, tratando de sonreír.

Sin embargo, unos minutos después, sintió un fuerte retortijón en el estómago.

—Hyunjin... creo que necesito irme. Me siento mal —dijo, con la voz temblorosa.

Hyunjin se preocupó de inmediato.

—Vamos, cariño. Te llevo a casa. No quiero que te esfuerces más.

Se despidieron rápidamente de sus amigos, y Hyunjin ayudó a Felix a salir del restaurante. Mientras caminaban hacia el coche, Felix se apoyó en Hyunjin, sintiéndose un poco mareado.

—Lo siento, Hyunjin. No quería arruinar el almuerzo —murmuró Felix, con la cabeza baja.

—No te preocupes por eso. Tu salud es lo más importante. Solo quiero que te sientas bien —dijo Hyunjin, abriendo la puerta del coche para él.

Una vez en casa, Hyunjin ayudó a Felix a acomodarse en el sofá.

—Descansa un poco, amor. Te prepararé algo de agua y galletas —dijo, mientras se dirigía a la cocina.

Felix se recostó, sintiendo el cariño que emanaba de Hyunjin. La preocupación en los ojos de su pareja lo reconfortaba.

—Gracias por cuidarme. A veces me siento tan vulnerable —admitió Felix, mirando a Hyunjin regresar con un vaso.

—Es normal sentirse así, especialmente en este momento. Pero recuerda que siempre estaré aquí para ti —respondió Hyunjin, dándole el vaso.

Felix tomó un sorbo y sintió que su malestar comenzaba a disminuir.

—¿Sabes? A veces me preocupa cómo me veré después de dar a luz. No quiero perder mi figura —dijo Felix, sintiéndose un poco inseguro.

Hyunjin se sentó a su lado y le tomó la mano.

𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝 || Hyunlix || En edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora