9

50 3 0
                                    

Luego de esa noche, ambos comenzaron un juego demasiado cruel. Ninguno de los dos quiso dar el brazo a torcer. Se ignoraron por semanas. Parecía una vil chiste, cuando Kyuhyun se escondía entre los arboles para espiarle.

No entendía porque aun no le escribía, llamaba o algo... Se imagino al mayor compartiendo ahora su cama con RyeoWook o tal vez con otros ¡Demonios! ¿No habían acordado ser novios? ¿Porque no se le acercaba?

Entonces, una de esas tantas tardes donde le espiaba. Noto que JongWoon acompaño a Ryeo a la parada de autobuses. Les siguió a una distancia prudente, cuando al momento de aparecer el bus de ese enano, les vio compartir un abrazo. Desde el angulo donde Kyuhyun espiaba, no pudo tener la certeza de si ademas de ese abrazo, hubo un beso.

Al momento que Ryeo subió, sus pasos rápidos y atolondrados le llevaron hacia el mayor. Desde la espalda del mismo, golpeo su cabeza con un manotazo brusco - ¿Te lo estas tirando? Imbécil - El otro tomo una profunda respiración y finalmente volteo - ¿Estas con él ahora? -

¿Que quieres Kyuhyun? Dejaste en claro que no sientes nada por mi -

Si, pero eso no te da el derecho a dormir con cualquiera - Los ojos severos del mayor le miraban intentando entender los absurdos comportamientos de Kyuhyun - Vine porque hoy quiero tener sexo contigo - El otro sonrió dolido - ¿Que? ¿Creíste que diría que estoy celoso o algo así? Te dije que solo me gusta coger contigo -

Bueno, justo ahora no estoy de humor - Le respondió el mayor alejándose. Kyuhyun le siguió alterado ¿Como se atrevía a rechazarle? Al momento que el mayor ingreso al edificio sostuvo rápido la puerta para ingresar detrás suyo - ¿Que mierda quieres Kyuhyun? - volvió a preguntar el mayor cuando ingresaron al ascensor.

Quiero estar contigo hoy - soltó tan simple. Los ojos del mayor le vieron unos segundos y negó decidido a no caer en las trampas de ese cruel mocoso.

Esta bien - soltó al fin. Kyuhyun sintió la ansiedad invadirle de una forma tan desalmada. Le siguió al interior del apartamento y cuando creyó que irían a la habitación, el mayor le agarro el brazo y lo empujo contra el respaldo del sillón - Quítate los pantalones -

Se quedo inmovil, busco esa mirada cargada de sentimientos que antes le asfixiaba. Sin embargo, solo le vio sacar de su billetera un preservativo y pasarlo por su firme miembro. Al momento que esos ojos negros se volvieron a el, temió ser descubierto, bajo sus pantalones y se dio la vuelta lentamente - Es así como te gusta ¿No? - Las manos del mayor le empujaron para dejarlo recostado y luego, toquetear su trasero - Sin sentimientos ¿No? - Soltó un gemido humillante al momento que le sintió ingresar, fuerte y firme como siempre. Pero a diferencia de sus otros encuentros, no hubo besos ni caricias externos al encuentro sexual. En un momento, le empujo y se dio la vuelta para que tenga el valor de hacerlo de frente - ¿Que? -

Prefiero de frente - Respondió desafiante y el otro sonrió divertido - ¿Que? No creas que porque quiero que nos veamos significa algo mas - Entonces, cuando el otro volvió a acercarse. Volvió la vista a ese preservativo - ¿Desde cuando recuerdas usar condón? - Pregunto y el mayor le abrió las piernas para volver a internarse en el.

Desde que estoy con cualquiera - ¡Demonios! Eso si que había dolido. No supo si se refería a el como cualquiera o si ahora estaba con otras personas. Busco desesperados esos ojos negros, sin embargo esos en ese encuentro jamas volvieron a el. Subió la mano para acariciar esa mejillas que tanto le gustaban, pero el otro le lastimo aun mas, evadiendo su tacto - Tócate Kyuhyun... No dijiste que querías coger -

Incluso tocándose le costo horrores llegar, tuvo que intentar concentrarse demasiado. No entendía el porque ahora se le dificultaba ¡Diablos! dijo que solo eso quería, pero ahora extrañaba sus besos, sus suaves caricias, sus miradas ¡No puede estar pasando! se dijo a si mismo. Al momento, que por fin llego. El otro simplemente salio de su interior. Dejándolo tan sensible y confundido - Te traeré algo para limpiarte -

PrisioneroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora