La Selección Final.

23 2 0
                                    

Kenzo's PoV:

Hace mucha calor, me cuesta bastante respirar, estoy tumbado en el suelo, abro los ojos lentamente y observo lo se posa sobre mi, un cielo nocturno, las copas de los árboles más grandes que jamás he visto, inclino mi espalda hacia adelante y apoyo mis manos en el suelo, respiro profundamente.

—¡Mierda!—Exclamé, percatándome de la presencia de un demonio, lo veo frente a mi, babeando, en posición de ataque, abro bien los ojos y me reincorporo, desenfundo la katana y la posiciono verticalmente frente a mi.

Me doy cuenta de que hay más, dos a mis costados, y posiblemente, uno tras de mí. Cierro los ojos, respiro profundamente por la nariz, intento canalizar la situación e interiorizarla lo mejor que puedo. Se me hace difícil encontrar una solución, pues los demonios básicos, cuando merodean individualmente, no son peligrosos, pero, cuando lo hacen en grupo; el peligro va en aumento. Los demonios se acercan a mí, con lentitud, algunos de ellos se ríen, otros, simplemente, me miran babeando, tienen mucha hambre.

—Piensa... piensa...—Susurro, tratando de encontrar una respuesta coherente ante la situación en la que me he metido, he tenido mucha suerte de haberme despertado a tiempo, si llego a tardar varios segundos más en hacerlo, probablemente, estaría muerto, dosificado en pequeños trozos de carne que posteriormente habrían sido repartidos por sus estómagos.

Un recuerdo se superpone en mi cabeza, concretamente, el de Yamada, mi maestro, siendo atormentado por los golpes una luna superior que poco después le ofrecería convertirse en demonio. Siento que de golpe la impotencia recorre mis venas y me las ensancha, aferro mis manos a la empuñadura de la katana y abro los ojos rápidamente.

—Respiración de la luz—entreabro mis labios y comienzo a respirar por la boca, mis pupilas se ensanchan y mis venas comienzan a emitir una luz blanca que sorprende a los demonios que me rodean, ahora son más de cuatro, cada vez están más cerca de mí—Primera postura—el oxígeno que respiro por la boca comienza a emitir también una luz blanca, el peso de mi cuerpo se eleva y provoca que mis pies se entierren en el suelo—Destello—una columna de luz blanca, proveniente del cielo, cayó sobre mi cuerpo y lo elevó del suelo un par de metros, los demonios se cegaron y interpusieron sus brazos ante sus ojos.

Puse mi espada en horizontal, me impulsé hacia adelante, después hacia atrás, después hacia los lados, finalmente me impulsé en todas las direcciones posibles, perseguido por una estela luminiscente que degolla todos los cuellos de los demonios que el filo de mi katana toca.

—Versión mejorada—Dije, frenando en seco sobre el hueco que el haz de luz había dejado, exhalo el aire acumulado y comienzo a respirar con neutralidad, observo como todos los cuerpos de los demonios, en concreto, doce, se retuercen del dolor, intentando encontrar su cabeza con sus manos. Finalmente, enfundo mi katana, al ajustarla, todos los demonios explotan, convirtiéndose en enormes destellos blancos que poco iluminan la noche y segundos después, desaparecen.

—¿Qué ha sido eso?—Escucho una voz proveniente de algún lugar cercano, intento buscar al emisor con la mirada, y hasta que no sale de los arbustos, no logro divisar su silueta—¿Tú has hecho todo eso?—Preguntó, aruñé las cejas levemente y le miré directamente a los ojos.

Se acerca a mi con una media sonrisa dibujada en su rostro, parece asustado, pues se agarra ambas manos y entrelaza sus propios dedos, juguetea con ellos.

—¿Quién eres?—Digo, cruzando los brazos, confundido, pues, no le vi en la recepción de la selección por aquel entonces, cuando nos explicaron aquellas dos niñas en qué iba a consistir la prueba, que, resumidamente, iba sobre sobrevivir unos días en un bosque repleto de demonios.

—Mi nombre es Zenitsu—Me lo hizo saber con una voz temblorosa, por su comportamiento, supe que se estaba haciendo pipí, tenía tanto miedo que no pude evitar reír por lo bajo—¿¡De qué te ríes?!—Se había ofendido, lo noté en cuanto frunció el ceño y me miró de aquella manera, parecía un niño pequeño.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 31 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

KENZO - [KIMETSU NO YAIBA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora