Capitulo Seis.

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Cuando Hyunjin se levantó de la cama más o menos a las siete, llevó a cabo su rutina matutina normal con una media sonrisa tonta que simplemente se negaba a desaparecer. Felix había sido una distracción agradable y sorprendente del sándwich de mierda que había sido su día. Hyunjin nunca había pensado realmente que la pizza y los orgasmos mutuos serían suficientes para hacer a un lado las imágenes que había vislumbrado ese día en la morgue, pero de alguna manera, concentrarse en Felix había sido suficiente.

Por un tiempo.

Tan pronto como abrió la puerta de su dormitorio, la realidad lo golpeó de lleno en el diafragma. Un Jungwon malhumorado estaba sentado y acurrucado en el sofá con un par de pantalones negros fluidos y una túnica floral transparente, tenía los ojos enrojecidos y la cara empapada de lágrimas mientras miraba en la computadora portátil de Hyunjin.

— ¿Qué estás haciendo, hermanito? —Preguntó Hyunjin, siguiendo el aroma del café hacia la cocina.

Cuando se volvió para mirar a Jungwon, con café en mano, descubrió que la boca de este estaba apretada en una dura línea mientras lo observaba con ojos entrecerrados.

—Planeando el funeral de nuestra hermana, a diferencia de ti, que decidiste echar un polvo... otra vez —Cuando Hyunjin no dignificó la búsqueda de información de su hermano con una respuesta, continuó: —Era tu novio al que sacaste de aquí a las dos de la mañana, ¿No es así?

Hyunjin respiró hondo y soltó el aire, recordándose a sí mismo que Jungwon lo estaba atacando porque estaba herido.

—No es mi novio y sí, era él. ¿Qué querías que hiciera? ¿Sentarme a revolcarme por algo que ya sospechábamos durante años? Estabas abajo bebiendo y jugando videojuegos. ¿Te juzgué por eso? No. Sé que tu configuración predeterminada es la de juzgarlo todo, pero bájale un poco. Ella también era mi hermana.

Jungwon puso los ojos en blanco, tomando un delicado sorbo de lo que Hyunjin estaba seguro era té verde.

—Es cuestión de orden. Estaba abajo jugando videojuegos porque tu novio es demasiado ruidoso en la cama. No podía aguantarme más sus gemidos: "Oh, Dios. Oh, joder. Más". Ciertamente dudo que te merezcas de todo eso.

Hyunjin no pudo evitar la sonrisa que se extendió por su rostro, lo que solo hizo que Jungwon pusiera los ojos en blanco otra vez mientras que resoplaba con burla.

Felix sí había sido un poco ruidoso. Había sido jodidamente caliente. Realmente había hecho todo lo que Hyunjin le había pedido, le había rogado, y se había rendido tan fácilmente. Quiso que Hyunjin se hiciera cargo, lo había necesitado para quitarse la presión de encima. Hyunjin sospechaba que tratar de curar a los enfermos mientras buscaba venganza por los vivos, probablemente sería algo agotador para alguien como Felix. Él necesitaba poder apagar su cerebro y no pensar.

Eso estaba bien para Hyunjin. Felizmente dejaría que Felix jugara a la princesa de las almohadas si eso lo hacía feliz. Encontraba la receptividad de Felix hacia él, casi tan caliente como su mismo toque. Además, gay o no, Felix parecía amar a Hyunjin dentro de él, y llegar a experimentar a Felix corriéndose desde lo más profundo de su cuerpo, eso era más que suficiente para él.

—Asco. Estás pensando en follar con él ahora mismo, ¿No es así? Hombre, pero ¿Qué te pasa?

Hyunjin se sacó los pensamientos sucios. —Cállate.

Como remontada sabía que no era del todo genial, pero no sabía que otra cosa decir. Nunca antes había dejado que nadie ocupara tanto espacio en su cabeza. Todo en Felix parecía exigir toda la atención de Hyunjin. Él nunca había sido el primero en nada para otra persona. Cualquier otro día, habría salido corriendo y gritando en la dirección opuesta. Él no desfloraba vírgenes, aunque solo fuera de la variedad de sexo gay. No deseaba volverse el experimento de nadie.

Demente - Hyunlix #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora