Demente - Hyunlix #3

Capitulo Trece.

Hyunjin soltó un silbido cuando aparcaron frente a la enorme mansión del padre de Felix.

— ¿Esta es la casa de tu papá... donde vive... todos los días? ¿Dónde deambula en ropa interior y mira televisión?

Felix no pudo evitar resoplar ante la evaluación de Hyunjin de lo que significaba "hogar" para él. Aunque tenía sentido. A Hyunjin le gustaba la desnudez. Y la televisión. Cuando estaban en casa de Felix, Hyunjin nunca se preocupaba por la ropa a menos que llegara comida e, incluso entonces, solo el tiempo suficiente para colocar el dinero en la mano del repartidor. A Felix le preocupaba lo mucho que le gustaba eso de Hyunjin.

Felix miró a través de la ventana del Volvo a la casa del tamaño de un centro turístico donde había crecido. Se sintió pegado con velcro al lugar. Llevar a Hyunjin allí cambiaba todo, lo admitiera o no. Una vez que conociera a la familia, era real. Sabrían que Felix se había estado mintiendo a sí mismo y a ellos desde siempre. Sabrían que había alguien que aparentemente se preocupaba por él, acerca de él.

Era extrañamente protector con eso. No quería que sus hermanos lo arruinaran... y lo harían. Porque él había pasado años arruinándoles las cosas, quisiera o no.

—No tenemos que hacer esto —le recordó Hyunjin—. Podemos volver a mi casa y puedo usar a mis muchachos. Suho no es Nayeon, pero es bastante bueno para encontrar la información que necesitamos.

—Por supuesto, tienes a un tipo llamado Sohon en tu tripulación. — Hyunjin se rió disimuladamente.

—Suho. No Sohon —Una risa renuente abandonó a Felix, pero el sonido se apagó rápidamente.

—No. Simplemente hagamos esto. Iban a conocerte de todos modos eventualmente. — Hyunjin siguió a Felix desde el vehículo y le cogió la mano.

—Podrías hacer que suene menos como un tratamiento de endodoncia, Pecas.

—Una vez que conozcas a mi familia, lo entenderás.

Hyunjin se rió. — ¿Entender qué?

Felix abrió una de las puertas dobles que formaban la entrada principal antes de mirar a Hyunjin. —Que las endodoncias son menos dolorosas.

Hyunjin parpadeó sorprendido.

Felix trató de apresurarse por el lugar hacia su sala de guerra, o, como Jeongin se refería a ella, la Baticueva, pero fue como intentar arrastrar a un niño a través de una juguetería, con Hyunjin cavando en sus talones para mirar todo a medida que pasaban.

— ¿Cómo es que nadie se pierde en este lugar? — Felix miró a su alrededor, distraído.

—Solíamos perdernos mucho en este lugar. La casa pertenecía a la familia de Junho. La han tenido durante generaciones y es un lugar realmente extraño. Incluso tiene pasajes ocultos.

— ¿En serio? —Hyunjin preguntó, sonando un poco asombrado—. ¿Cómo la película Clue?

Felix frunció el ceño. — ¿Qué?

Hyunjin resopló. — ¿Clue? ¿La película? ¿Tim Curry? —Ante el ceño cada vez más profundo de Felix, Hyunjin puso los ojos en blanco—. Te juro que fuiste creado en un laboratorio, Pecas.

Felix puso los ojos en blanco a cambio. — ¿Creado en laboratorio con qué propósito? No para matar gente. Apesto en eso.

Hyunjin lo arrastró a una pequeña alcoba y lo empujó contra la pared, agarrándole la barbilla, obligándolo a encontrarse con la mirada inquebrantable de Hyunjin.

—Creado en laboratorio para mí, pecas —Se lamió la comisura de los labios—. Solo para mí.

Felix respiró entrecortadamente, su boca se abrió ante la presión de Hyunjin con la misma facilidad que sus piernas se separaron cuando presionó una rodilla entre ellas, su muslo aplicando una presión que hizo que Felix luchara por no molerse contra él.