Los días siguientes fueron turbulentos para Izuku. Mientras intentaba ocultar su nuevo poder, experimentaba una mezcla de emociones abrumadoras. La energía que fluía dentro de él era intoxicante, seductora en su promesa de poder ilimitado. A medida que exploraba sus nuevas habilidades en secreto, la semilla de la duda y la amargura comenzó a germinar en su corazón.
A medida que pasaban las semanas, Izuku notó cómo su perspectiva sobre la justicia y el heroísmo comenzaba a cambiar. Recordaba las burlas y humillaciones que había soportado por no tener un Quirk, la sensación de ser menospreciado por aquellos que consideraba sus iguales. Con cada día que pasaba, su resentimiento hacia el sistema heroico crecía, alimentado por la voz insidiosa de All For One en su mente.
Una noche, en medio de la oscuridad de su habitación, Izuku tomó una decisión. Decidió que ya no sería una víctima. Que usaría su poder para tomar el control de su vida, para hacer que aquellos que lo habían menospreciado pagaran por sus acciones. Se levantó de la cama con una determinación fría y calculadora.
Con el tiempo, comenzó a actuar en las sombras, utilizando su nueva habilidad para manipular a otros, para acumular recursos y seguidores. Empezó pequeño, desafiando la autoridad en la escuela, organizando pequeñas escaramuzas con otros estudiantes que alguna vez lo habían menospreciado. Pronto, su nombre comenzó a circular entre los círculos criminales y descontentos de la ciudad, atrayendo la atención de aquellos que veían en él un líder potencial.
A medida que ganaba poder, Izuku adoptó un nuevo nombre: "Deku", una burla que ahora convertía en un emblema de su propia transformación. Dejó atrás a Izuku Midoriya, el soñador indefenso, para convertirse en alguien más oscuro y determinado. Sus métodos se volvieron más audaces, más violentos incluso, mientras avanzaba hacia su objetivo de desafiar el status quo heroico que una vez idolatró.
En cada paso que daba hacia la oscuridad, Izuku se preguntaba si estaba tomando la decisión correcta. A veces, la sombra de la duda lo acosaba, recordándole los ideales que alguna vez defendió. Pero cada vez que sentía esa debilidad, recordaba las palabras de All For One y la promesa de poder que le había ofrecido.
Una noche, mientras se preparaba para su próximo golpe contra la sociedad heroica, Izuku se detuvo un momento frente al espejo. Observó su reflejo, los ojos brillando con una mezcla de determinación y vacío. Sabía que no había vuelta atrás, que había cruzado una línea que ya no podía borrase.
Con un último suspiro, se volvió hacia la oscuridad, listo para enfrentar lo que el destino tenía reservado para él como el nuevo villano en ascenso, Deku.