𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏

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𝐒𝐚𝐫𝐚 𝐂𝐚𝐬𝐭𝐢𝐥𝐥𝐨

Era un lunes por la tarde noche, a las 21:45, acababa de llegar a la habitación con mis compañeras las cuales aún no tenía muchas confianza, ya que solo llevaba una semana en el cuarto, solo había hecho una amiga, Maria, pero ella estaba en otra habitación.

El entreno de hoy ha sido bastante duro, nos tocaba físico y siempre acabó reventada, y aunque fuera muy pronto necesitaba descansar pero mis compañeras de habitación hacían demasiado ruido, y no me dejaban dormir, por mas que quería yo nunca he podido dormir con ruidos de fondo, tiene que estar todo en completo silencio para que pueda dormir, pero ese no era el caso, paso más de una hora y no paraban de hacer ruidos hablando y con el volumen del móvil bastante alto y yo no podía dormir, no les dije nada ya que no tenia casi confianza con ellas y no quería caerles mal ya los primeros dias.

Decidí que ahi no iba a poder descansar así que cogí mi almohada y mi manta y sin decir nada me fui de la habitación, igual fue raro irme sin decir nada pero no sabía que podía decir al irme teniendo una manta y un cojín en las manos saliendo por la puerta.

Baje por el ascensor en el cual me encontré a un jugador de la Masia masculina pero no le tome importancia, me fui en dirección a la sala de juegos, donde había un billar, un futbolín, dardos y más juegos pero yo iba en dirección al cómodo sofá que se encontraba en frente de la play. Coloque la almohada en el sofá y me tape con la manta, me dormí al segundo y sin problema.















𝐋𝐚𝐦𝐢𝐧𝐞 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐥

Estaba en la habitación con Hector, Fermín y Pau, yo estaba jugando a la play con Hector mientras Pau y Fermín estaban en su litera sobados.

—Que malo eres– me dijo Hector

—Que me estoy dejando ganar por que me das pena, pero si quieres me pongo modo serio.

—A ver si puedes remontar– dijo con tono burlón, estaba seguro de que iba a ganar, yo no lo estaba tanto.

Me puse mas competitivo y serio y empezamos la segunda parte del FIFA. Íbamos 2-0, Hector me estaba ganando. Comencé con buen pie llevándome muchos balones ya que Hector es muy malo y no puede contra mi, y ahí fue cuando marqué el primer gol, el instantáneamente se levantó y tiro el mando al suelo haciendo un ruido que despertó a Pau y a Fermín.

—VAMOOOS, ¿Quien es el malo ahora, eh?– me burle de el.

—Hermano tienes una suerte que no te lo crees ni tu.

Pau se asomó un poco desde su cama a ver que pasaba.

—Bro Hector, te has cargado el puto mando– dijo con cara de recién levantado.

Todos miraron al suelo para ver el mando, estaba tirado y roto ya que lo había tirado muy fuerte.

—Me cago en la puta– dijo Hector con los ojos muy abiertos.

—Eres gilipollas enserio– añadí.

Pau suspiró cansado y se volvió a dormir.

—Vale, no os preocupéis, abajo en la sala de juegos hay como 5 mandos de play cogemos uno y nadie se enterará de que falta–

—De locos Lamine, pues como es tu plan bajas tu machote.

—Y una mierda, tu lo has roto, bajas tu– me indigne

—Piedra papel o tijera, el que pierda baja.

—Trató hecho– estrechamos la mano.

Nos pusimos en la posición y empezamos

—Piedra papel o tijera, 1, 2, 3 ¡Ya!

Los dos sacamos papel así que repetimos.

—1, 2, 3 ¡Ya!

Yo saqué tijera pero el saco piedra, lo cual significaba que perdia, me tocaba bajar a mi a por el mando.

—Hay que joderse.

—Es lo que toca hermano, venga ahí está la puerta– señaló a la puerta riéndose, es gilipollas.

Salí de la habitación y me dirigí hacia el ascensor pero este estaba ocupado, lo que significaba que alguien estaba dentro, supuse que sería un profesor y como no me podían ver a esas horas fuera de la habitación baje por las escaleras.

La sala de juegos esta en la primera planta y mi habitación en la segunda así que no tenia que bajar mucho.

Cuando pase por al lado del ascensor para ir a la sala, se abrió, mi corazón iba a mil esperando que no fuera un profesor o un entrenador pero mire y era una chica, una chica morena, alta, de ojos claros y bastante guapa, llevaba una manta y un cojín en las manos lo cual era bastante extraño.

Ella salió de inmediato del ascensor, casi ni me miró, pero yo a ella la verdad es que si. De los nervios automáticamente me metí al ascensor intentando disimular para que se pensara que me iba a mi cuarto y que no le dijera nada a algún entrenador o a alguien de que estaba fuera de mi habitación.

Cuando la perdí de vista salí del ascensor y seguí caminando hacia la sala de juegos.

Abrí la puerta silenciosamente para que nadie me escuchara y encendí la luz, instantáneamente nada más encenderla alguien se levanto del sofá que estaba en frente de la televisión para jugar a la play.

—¿Que coño haces tu aquí?

Era la chica del ascensor, aquella tan guapa.

—¿Que haces tu durmiendo aquí?

—Mis compañeras hacen demasiado ruido y no puedo dormir así que he bajado aquí, ¿y tu?

—Mi amigo es retrasado y ha tirado el mando de la play al suelo y lo ha reventado entonces he bajado a coger uno.

—¿Sabes que no te lo puedes llevar a la habitación, no?

—¿Y tu sabes que no puedes bajar aquí a dormir, no?

—Si no hablas, no hablo

—Me parece bien– estire mi brazo para cerrar el trato y estréchanos las manos. —Mi nombre es-

—Lamine Yamal, joven promesa y futura estrella del futbol español– me cortó, wow.

—Ese mismo, ¿acaso soy famoso?– me reí

—Pues claro, todo el mundo habla de la nueva estrella del barça.

—Normal, soy el mejor– bromeé

—Tampoco te flipes chaval.

—Y tu ¿como te llamas?, no te he visto nunca por aquí.

—Sara Castillo.

—Ahhh, tu eres la nueva, la que han fichado del Atleti y que dicen que es muy buena, ¿no?

—Si, supongo– sonrió al ver que la conocía.

—Me han hablado muy bien de ti.

—¿A si? ¿que te han dicho de mi?– parecía que no se creía lo que le decía.

Nos pasamos casi 3 horas hablando, resulto que teníamos muchas cosas en común y era entretenido hablar con ella, era graciosa y maja, la verdad es que me lo pasé bastante bien con ella, también estuvimos un rato jugando al billar en el cual le reventé porque soy buenísimo pero fue muy divertido.

Llegue a mi habitación casi a las 2 de la noche y para colmo se me había olvidado coger el mando de la play. Cuando entre me esperaba un Hector enfadado por haber tardado 3 horas en llegar, pero estaba en su cama dormido, supongo que se habría cansado de esperar y se fue a la cama, cosa que yo también. hice al llegar ya que estaba muy cansado.

𝐉𝐨𝐯𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐬𝐚𝐬 || Lamine YamalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora