𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑

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𝐋𝐚𝐦𝐢𝐧𝐞 𝐘𝐚𝐦𝐚𝐥

Termine el entreno a las 7 de la tarde, llegue a mi habitación para ducharme y estar limpio.

—Hermanooo, no te lo vas a creer— apareció Hector.

—Sorpréndeme.

—Te he conseguido la segunda cita con tu churri.

Mi corazón empezó a latir muy rápido. A saber que la había dicho a Sara.

—¿Que?

—Esta noche baja otra vez a la sala de juegos que te estará esperando tu amorcito.

—Hector eres gilipollas— en el fondo estaba super entusiasmado por volver ha hablar con ella, pero no lo demostraba porque si no Hector se pondría mas gilipollas de lo que esta.

—Si si, ya me darás las gracias bro. Oye, y si puede ser pregúntale si su amiga la María está disponible.

—Ohh, ¿te gusta?— sonreí.

—No bro, solo esta buena.

—Yo te la consigo.

—Que grande eres hermano— me chocó el puño.



























𝐒𝐚𝐫𝐚 𝐂𝐚𝐬𝐭𝐢𝐥𝐥𝐨

Estaba en un banco de los jardines de la Masía con María, hoy no teníamos entreno así que nos habíamos pasado casi toda la tarde juntas.

—Bueno, me vas ha hablar sobre el Lamine ese ¿O no?

—¿Porque iba a tener que hablarte sobre el?— fingí.

—Venga Sara, no me jodas, que estabas babeando cuando lo has visto.

—¿Enserio?— como sea verdad, que vergüenza.

—¡Sara!, que me hables sobre el, ¿que sois?

—No somos nada, solo amigos, nos acabamos de conocer.

—¿Y que?¿Como os conocisteis?

—Ayer por la noche, estuvimos casi toda la noche hablando en la sala de juegos— recordé aquel momento y me quedé embobada mirando al suelo sonriendo.

—Uyyy, te gusta eh.

—¡No!, solo es guapo y ya, pero no me gusta. Bueno de hecho esta noche creo que voy a volver a hablar con el.

—¿Como que "creo"?

—Por que me lo ha dicho hoy Hector en clase, pero no sé si me estaba vacilando o lo decía de verdad.

—Tia, dudo que te esté vacilando.

—Eso espero.

Ya eran las 20:30 y teníamos que ir a cenar.

Nos sentamos como siempre en la misma mesa y con las mismas amigas.

Me giré disimuladamente hacia la zona donde se sentaban los chicos para ver si encontraba esos ojos marrones que tanto me apasionaban y efectivamente los encontré, justamente los encontré mirando a los míos, cuando vio que yo también le estaba mirando me dedico una sonrisa la cual le devolví.

—Lo acabo de ver— me miro María sonriente. — Sois tan monos— dijo poniéndose las dos manos en la cara con forma de V.

—María por favor, que lo acabo de conocer.

—¿Y que? Hay gente que se lía sin conocerse.

—Pues yo no soy esa gente, a demás yo solo quiero jugar a futbol, no quiero nada de distracciones.

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⏰ Última actualización: Jul 10 ⏰

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𝐉𝐨𝐯𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐦𝐞𝐬𝐚𝐬 || Lamine YamalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora