THREE

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No podía creer lo que estaba viendo,era tan irreal y fantasioso que juraría que estaba soñando.Pero no.

Todo era vívido y lo sentía en cada tejido de mi piel.

Caminó hasta mi con pasos arrastrados.Tomó mi rostro entre sus fríos y delgados dedos.

— Hyunjin. —me habló.

— ¿Felix? —tartamudee.

— Si,Hyunjin, soy yo.Volví. —presionó sus morados y rasposos labios contra mi frente.

Estaba aterrado y extasiado al mismo tiempo.

Su cuerpo, pálido, demacrado y estupefacto estaba delante de mi.

— Pensé que jamás te volvería a ver. —sostuve sus mejillas con las palmas de mis manos.

— Estoy aquí. —me susurró.— Y esta vez no me iré.

[10 de julio. 4:17 p.m.]

Recuerdo muy bien esa hora y ese día.

Ese día estuve tan aterrado de despertar y sentir gotas cayendo por mi rostro.

Apenas despertaba de una terrible pesadilla y me talle la frente, quitándome el frío del líquido,que,para mi sorpresa eran color escarlata.

Sangre.

Toqué mi cabeza buscando algún lugar del que saldría pero no había herida.La sangre no era mia.

Alcé mi cabeza hacia el techo sobre mi.

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La frase escrita con ese mismo color rojizo y húmedo.

— Él no está muerto. —repetí esta vez traduciendolo.

La frase estaba por todas partes escrita en la habitación.

Incluso sobre el espejo.

Corrí hacia la habitación de mi mamá tan velozmente como pude y toqué desesperadamente a su puerta.

— ¡Mamá! —grité.

Tan pronto como ella abrió la puerta le tomé la mano y la llevé a mi habitación para mostrarle,pero no había nada.

— ¿Tuviste otra pesadilla,Hyun? —puso una mano sobre mi hombro.

— ¿Qué? ¡No! Aquí estaba escrito. —mi dedo apuntó al techo.

— Te prepararé un té para que te relajes.Todo fue una pesadilla,cariño. —se alejó de mi dejándome solo.

Sabía que lo había visto,era real,era de verdad,pero no quise insistir más.

— A todo esto,¿Dónde está Felix? —me pregunté.

Observé de un lado para otro pero no parecía estar presente.

— ¿Lixie? —susurré.

Me coloqué frente al espejo,buscando rastro de la frase,observando si había sido borrada,pero el cristal estaba intacto, nadie escribió nada.

— ¿Estoy alucinando?

Hasta ese momento observé la figura de Felix detrás de mi.

Con un gesto hizo que la puerta se cerrara abruptamente.

— ¿Dónde estabas,Lix? —me giré hacia él.

— Solo salí,la ciudad no ha cambiado.

— Moriste hace menos de un mes,no esperes gran cambio. —ladeé la cabeza negando con una sonrisa.

— Tienes razón. —pestañeó tan tiernamente como lo recordaba.

— Vayamos a desayunar. —me acerqué a la puerta.

— Hyunjin,yo no puedo comer. —me recordó.

Ya no tenía un estómago que llenar,no era necesario,pues no podría morir de hambre, sería una estupidez.

— Lo sé, solo, acompáñame. —giré la manija de la puerta y la abrí.

No le había dicho a mi mamá aún sobre lo que hice,pero aprovecharía que era domingo para contarle.

— Mamá. —hice a un lado la silla y me senté.— Sé que es extraño,pero,hice un milagro y reviví a Felix.

Le mostré a Felix,aunque el rostro de mi madre me miraba a mi.Con preocupación.

— Hyunjin, sé que estás en un duelo,y te entiendo.Felix está muerto. —tomó mi mano.

¿Acaso ella no lo veía? ¿No quería verlo?

Felix estaba justo frente a nosotros,tal vez su piel era más pálida y su rostro estaba demacrado,pero era él,era MÍ Felix.

Los próximos días le dije a todo el mundo que Felix seguía vivo,que había vuelto y nadie decidía creerme.

Solo asumían que estaba en el dolor de la perdida de un ser querido.

— Felix. —hablé.

— Sí,Hyunjin. —tomó mi mano.

— ¿De verdad regresaste o solo estoy perdiendo la cordura?

— Regresé,estoy aquí.Contigo. —besó dulcemente mis labios.

— Sí,Felix, estás aquí. —sujeté su torso con mis manos.

— Duerme, cariño,duerme.

Su voz inmediatamente hizo cerrar mis ojos.No sabía que poder tenía él sobre mi,pero era tan fuerte como para quitarme el aliento.

[1 de agosto. 3:25 p.m.]

Caminé por las grandes calles de la ciudad.Mi mamá me mandó a comprar unas cosas para una reunión que tendría por la noche.

Pasé al lado de un callejón oscuro sin ponerle mucha atención,pero inmediatamente retrocedí.

Mis huesos se helaron ante la inminente figura que estaba frente a mi.

— ¿Felix? —susurré.

Lentamente su expresión fría y blanquina giró hacia mi y la cabeza humana entre sus dientes cayó al suelo rodando.

El rostro muerto en el suelo tenía miedo,miedo de algo,miedo de Felix.

Este no era mi Lix,este era una bestia,a cuatro patas,con sangre en su ropa y restos humanos adheridos a su piel.

La repulsión revolvió mi estómago y caí al suelo.No recuerdo más,solo un fondo negro y haber aparecido extrañamente en mi cama.

Felix estaba frente a mi, observándome con esos extraños ojos negros.

Pero,sus ojos,eran marrones.

No,este Felix no era Felix.






To be continued...

𝐇𝐄'𝐒 𝐍𝐎𝐓 𝐃𝐄𝐀𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora