SIX:THE END

51 9 41
                                    

Durante el poco tiempo que estuve dormido no hubo ningún sueño, ningún dolor.

Me desperté por el ruido de afuera,la pantalla de mi celular marcaba la hora 12:58 am.

Mis pies se tambalearon cuando quise levantarme.Caminé difícilmente a la puerta e intenté forzarla para que se abriera,pero simplemente no lo hacía.

Tampoco es como si en ese momento yo fuera el hombre más fuerte del mundo.

Me resigné y me senté observando la ventana.Tenía pequeños tubos protegiendo, sería imposible escapar por ahí.

Pero yo no recuerdo haber puesto eso.
Suspiré.

Moriré dentro de cuatro paredes como un prisionero en manos de un demonio.Porque eso era Felix,un demonio.

Tal vez el verdadero Felix debe estar retorciéndose en el cielo al ver el daño que le provoqué a la sociedad,a mi madre y a mi mismo.

Mis ojos lloraron al recordar aquél filete que al demonio le resultó tan bueno,que era de la carne de mi madre.

Yo aún tenía un teléfono,fue en ese momento que recordé.

Mi mala suerte no podía ser peor,tampoco había conexión a red.

¿Me intentaba borrar del mundo?,me pregunté.

Sostuve mis costillas como si eso ayudara a que no se saliera un hueso.

Busqué en mi galería el último vídeo y le dí play.Yo hablaba solo y mostraba toda mi casa hasta que la puerta de mi habitación se cerró.

Alejé mi vista del vídeo cuando mi puerta comenzó a ser tocada de manera agresiva.

Con la cámara de mi teléfono, comencé a grabar de nuevo.

[24 de agosto, 1:19 am.]

— Ya no lo soporto...está tocando la puerta...Por favor...para...ya no sigas...
Nunca debí hacerlo,él... —mi cuerpo respiraba agitado,mi instinto de supervivencia me gritaba en la cara que debía rogar piedad para poder salir con vida.— Él no es Felix...Felix está muerto...esa cosa es un demonio...

Mis manos temblaban y la cámara no podía enfocar correctamente ese punto.

Lo único que podía hacer es rezar,estaba seguro que la fé me salvaría.

Error,esta vez ni Dios ni nadie podría salvarme.Al contrario,con cada palabra santa que decía el demonio se volvía más ruidoso y brusco con la puerta.

De repente se detuvo,mientras yo seguía orando por mi y la misericordia de Dios.

La puerta crujió cuando se abrió.

No había nada del otro lado,lo que me causó un escalofrío en la espina dorsal.

Unas garras negras salieron debajo de mi cama y sostuvieron mis tobillos, quemándolos como aquellas cadenas negras que antes aparecían en mis sueños.

Logré soltarme por un milagro divino y corrí tan rápido como mis flácidas piernas me dejaron.

Salí de casa y llegué a la puerta de mi vecino.Toqué con desesperación.

Mi vecino tardó unos largos segundos en aparecer frente a mi.
Le sostuve las manos y me arrodillé ante él.

— Me persigue,por favor, ayúdeme. —le rogué.

Mi vecino no era alguien confiable,era malhumorado y grosero,pero era la casa que quedaba más cerca de la mía.

— No tengo tiempo. —estaba a punto de cerrar y dejarme afuera.Intenté detenerlo.

𝐇𝐄'𝐒 𝐍𝐎𝐓 𝐃𝐄𝐀𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora