Nada más entrar y cerrar la puerta mi madre apareció como un fantasma. Seguro que me estaba esperando como siempre que no llegaba con Alec.-¡Alexia! - grito -¿Dónde estabas? -
-Ca.. caminando hacia aquí - Balbuceé.
-¿Sola? - Alec apareció con una expresión seria en el rostro - ¿O con Misael? -
-Queria venir sola - Explique - pero el vino a mi lado.
-¿Me dices que me odias para que el se apiade de ti?¿Que pasa,te gusta o que? - dijo con irá.
-¿Que? ¡NO!
-¡Alexia! - volvió a gritar mi madre - ¿Le dijiste a tu hermana que lo odias? -
-Si - respondió Alec - Y ahora parece que Misael está a su lado.
Me quedé muda, no sabía que decir y tampoco quería hablar,tenía miedo, demaciado.
Miedo de mi madre y con mucha razón por qué ella no me quiere y Alec está de su lado, mi hermano mellizo que debería estar del mío en cualquier situación, aunque no tuviera razón alguna.
Los hermanos se cuidan entre si,no esto.
-Alexia,ve a tu cuarto ahora mismo,luego hablaremos -
Me fui corriendo y cerré la puerta,estaba apunto de llorar,no, ya estaba llorando.
Deje mis cosas por ahí tiradas y me acosté hasta hacerme bolita bajo las sábanas. Empecé a escuchar música con los ariculares puestos para poder olvidarme de todo.
Solo quería desaparecer,que nada hubiera ocurrido y no tener que hablar con ella luego,pero estaba sola, completamente sola en esta cada en la que no me quieren.
{¿Por qué tengo que estar aquí?¿Por qué no puedo ser feliz y tener una vida normal?¿Por qué mi madre...no me quiere?} Me quedé dormida poco tiempo después,con todos esos pensamientos en la cabeza.
Alec se fue a la fiesta de Yoel poco después y mi madre vino a mi habitación.
-Alexia levántate - exigió.
-Me... encuentro mal - respondí.
-No me importa - Tiro de las sábanas que me cubrían,tirando las al suelo - Levántate.
¡Mamá,para! - me incorporé.
-No me grites -me abofeteo.
Mi madre me abofeteo,nunca lo había hecho, empecé a llorar por qué ahora lo tenía claro,no me quería.
-Te quedarás castigada - dijo aún un poco exaltada - y no cenaras hoy.
Después de decir eso se fue dando un portazo.
Me levanté aún con las lágrimas cayendo y me mire al espejo,tenía una marca roja en la mejilla izquierda. ¡Era horrible! No podía creer que mi madre me hubiera pegado,ya sabía que no me quería pero esto era demaciado.
Me seque las lágrimas y me puse los ariculares de nuevo para escuchar musica de nuevo y levanté las sábanas del suelo
Sobre las siete llegó Alec,saludo a nuestra madre y se fue a su habitación.
Yo estaba acostada y el ruido de la puerta me despertó,por eso me enteré que había llegado.
Mientras escuchaba como hablaban en la cena,yo estaba llorando en silencio hasta quedarme dormida.
⛩️ Continuará ⛩️
ESTÁS LEYENDO
Una vida perdida
RandomUna chica solitaria,marginada de los demas que solo le hablan para acercarse a su hermano mellizo