YO SOY EL PADRE DEL VILLANO PARTE 2

Capitulo 335

Lin Fei confirmó la misión de hoy y regresó al dormitorio para despertar a Ji Leyu.

Ji Leyu siempre tenía dificultades para levantarse, por lo que coquetamente le dijo que dormiría diez minutos más.

—Nuestros padres se han ido —susurró Lin Fei cerca de su oído.

Ji Leyu, —¡!!!

Ji Leyu se sentó en estado de shock. 

¿Por qué se fueron sus padres?

Lin Fei vio que se despertaba con los ojos muy abiertos y explicó: —La misión de hoy es encontrar a nuestros padres. ¿A dónde fueron? Necesitamos encontrarlos.

Ji Leyu suspiró aliviado. 

Está bien, está bien, Ji Yuxiao estaba bien.

Él asintió y dijo "oh" obedientemente. Le pidió a Lin Fei que trajera su ropa y comenzó a cambiarse.

Mientras Ji Leyu se cambiaba de ropa y salía del dormitorio, Ji Yuxiao todavía estaba un poco sorprendida. —Es raro que Xiao Yu pueda levantarse tan temprano.

Lin Luoqing estuvo de acuerdo sinceramente: —Realmente no es fácil.

Ji Leyu terminó de lavar los platos y salió de la casa junto con Lin Fei.

Los internautas también se conectaron en ese momento. Miraron a Lin Fei y Ji Leyu y dijeron con curiosidad.

【¿Por qué Fei Fei y Xiao Yu se levantaron tan temprano hoy?】

【Sí. ¿Hay alguna tarea hoy?】

【Es para rescatar a sus padres. Una vez que los niños se despiertan, sus padres se han ido. Necesitan rescatar a sus padres.】

【Ohhhh, lo entiendo.】

Lo entendieron, pero Cheng Huiya, que seguía a Lin Fei y Ji Leyu, no lo entendió. Ella preguntó aturdida: —¿A dónde vamos? ¿No está el tío Lin en casa? ¿También fue a recoger vegetales silvestres?

Ji Leyu la ignoró.

Nunca había sido una persona amigable y de buen corazón. En el pasado, solo era amable y paciente con los niños porque no quería que Lin Luoqing y Ji Yuxiao los cuidaran.

Ahora que Lin Luoqing y Ji Yuxiao no estaban aquí, naturalmente perdió esa gentileza y paciencia.

No le daba miedo que las cámaras lo siguieran. Después de todo, era solo un niño

¿Quién le pediría a un niño que cuidara a otro niño? Además, siempre supo fingir que era lindo.

Ji Leyu no habló y Lin Fei rara vez habló. Cheng Huiya esperó mucho tiempo pero no recibió respuesta.

Ella era vivaz y no tímida por naturaleza. Una vez que no obtuvo respuesta, agarró la esquina de la ropa de Lin Fei. Ella se dio la vuelta para mirarlo y volvió a preguntar confundida.

Lin Fei la vio agarrandole la ropa. Pensó por un momento antes de decirle: —Están jugando al escondite con nosotros.

—¿Jugar al escondite?— Cheng Huiya inclinó la cabeza y lo miró.

—Sí, la misión de nuestros padres hoy es esconderse y nuestra misión es encontrarlos. Ahora vamos a encontrarlos.

Cheng Huiya escuchó esto y dejó escapar un sonido de asombro. —Está bien, me gusta el juego del escondite.

Lin Fei respondió en voz baja.

Los adultos frente al monitor no pudieron evitar sentirse bondadosos por un momento después de escuchar estas palabras.