💚Sexto heredero: Artemisa.

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-Alto!- dijo el castañito con una cara de completa confusión, dirigida al hombre sentado frente a él -Perdón pero, no estoy entendiendo nada, incluso creo que estás drogado y te debería llevar al hospital o a uno de esos centros de ayuda para drogadictos, podrías comenzar de nuevo por favorsito.- continúo hablando ahora con un pequeño puchero en su cara de confusión.

-No estoy drogado.- dijo el hombre poniendo los ojos en blanco y algo molesto, no creyó que sería una tarea difícil, solo tenía que decirle a un chico común y corriente que era heredero de la diosa Artemisa y que peleará en una batalla junto a los demás herederos y el chico tenía que seguirlo, ¡Así de fácil tenía que ser!

-Seungmin! Es mejor que vuelvas al trabajo si no quieres dormir en la calle y no comer.- grito una mujer, la que "cuidó" a Seungmin desde que lo encontró tirado bajo un árbol en el pequeño bosque del pueblo-Disculpe que este chico le quite su tiempo, señor, no volverá a pasar, trato de educarlo mejor pero simplemente es imposible.- esta vez dijo dirigiendose al hombre vestido de blanco que hablaba con el castaño.

La mujer se dió la vuelta para volver a su labor en el gran bar, donde te ofrecían una gran extensión de bebidas, drogas y bailes privados.

-Escucha Seungmin, no tienes que estar aquí, puedes salir de este lugar cuando quieras, ya eres mayor de edad, no hay nada que te mantenga aquí.- suspiro diciendo el pelinegro, mirando con lastima al castaño frente a él.

El chico tenía una figura delgada pero esbelto, era muy lindo, y es por eso que esa maldita mujer lo quería tener siempre en ese sucio bar. Seungmin era el chico que más llamaba la atención en ese lugar, tanto de hombres como de muejeres, personas que pagaban mucho por tener un baile privado de él.

A Mínghào no le agradaba para nada ese lugar y el trato que tenían con el jovensito, cuando llego solo bastó con pagar $50 dólares para tener al chico, repudiaba a las personas que se aprovechaban de los inocentes y débiles, aunque, por lo que ha escuchado e investigado, Seungmin no es ningun débil, ha golpeado a hombres y mujeres que se quieren propasar con él o alguno de sus compañeros de "trabajo", se dice que en una ocasión lanzó un cuchillo directamente al ojo de un hombre que intentó abusar sexualmente de una de sus pequeñas amigas del bar, todos relatan que fue una puntería extraordinaria.

-Pero, no puedo dejar a todos los chicos y chicas que trabajan conmigo aquí.- Seungmin comenzo a lagrimear, pensando en qué pasaría si él se iba, cómo podría defenderlos estando lejos -además no tengo dinero ni un lugar a donde ir.- sus palabras fueron interrumpidos por la voz del hombre con el que hablaba.

-Los compraré, compraré el lugar junto a todos los que trabajan ahí, con la condición de que vengas conmigo y te alistes y entrenes para la batalla.- Solto Xú Mínghào tan decidido y sin ninguna expresión de que estuviera mintiendo o bromenado.

-Lo haré, pero, este lugar debe dejar de ser un bar y debe comenzar a ser otra fuente de ingreso diferente.- negoció el chico, mordió su labio nervioso a espera de la respuesta del hombre.

Seungmin no sabía cómo podía estar confiando en un hombre que acababa de comprar su tiempo, solo para decirle que era heredero de una diosa, no solo de cualquier diosa, si no de Artemisa.

-Hecho, ve a llamar a esa mujer asquerosa, hablaré con ella.- respondió enseguida el hombre, tomando asiento con elegancia y superioridad, con una expresión intimidante que ni Seungmin quiso decir más, solo salió a llamar a la mujer o más bien a su ama como ella pedía ser llamada.

Herederos del Olimpo (⁠✯HyunHo✯⁠)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora