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Giyuu Tomioka, fue nombrado Pilar del Agua gracias a su mentor, Sankoji Urokodaki. Decidió empezar a descansar, había dado la mayor parte de su vida matando demonios.

Ahora se dedicaría de llenó a entrenar jóvenes para empezar como cazadores de demonios.

Giyuu conoció a algunos pilares, siendo un simple cazador, no convivía en lo absoluto. Prefería trabajar sólo, pero el patrón y su mentor le habían comentado que empezaría a trabajar con otras personas.

Conociendo en especial a la más fuerte entre las mujeres Kochō Kanae, además de ser la Pilar de la Flor. Su finca se dedicaba a curar a los cazadores de demonios, también refugiaba a niñas que habían perdido a sus seres amados, en especial ellas.

Además de Kanae, estaba una chica de 13 años, hermana de la mencionada. Ambas habían perdido a sus padres cuando eran unas niñas, por desgracia se habían introducido en el cuerpo de cazadores.

El pilar que las entrenó les dió la opción de evitar esto y hacer su vida, esperar a que alguién las desposara para vivir el resto de sus vidas tranquilas con un hombre que las amará e hijos.

Ellas se negaron, en especial la menor, quería venganza. Aunque, parecía siempre molesta, cuando se dirigía a él siempre fue respetuosa los primeros cinco minutos, después no lo bajaba de alguién poco independiente.

-Tomioka-san, bienvenido.

La hermana mayor de la mencionada estaba extendiendo su mano para darle la bienvenida, él pensó un poco pero cedió. Esperando que los demás fueran así, aunque no fue así, algunos ya lo odiaban con solo sentir su presencia.

Otra ya lo notaba lindo.

Uno fue muy extravagante, invitándolo a su finca a pasarla bien.

El otro fue el que llamó mucho su atención, su cabello era demasiado llamativo, como las llamas de fuego. Unas que ha visto gran parte de su vida, quien solo le dijo unas palabras de aliento. Pero con un tono de voz muy alto.

Le caía bien.

Aunque mayormente empezaron a emparejarlo con algunos compañeros para poder conocerse, con nadie se llevaba bien solo con Kanae, Mitsuri y Rengoku.

Se sentí con mucha calma y no ser juzgado por como era.

Los días pasaban, mayormente sus misiones eran solo, se sentía tranquilo. Aunque no tanto porque salía herido, siendo obligado por varios cazadores a ir a la finca de las mariposas donde las chicas lo atenderían.

-¿Tomioka-san? ¡Oh por Dios! -Se asustó la pilar al ver sus heridas un poco profundas- Shinobu, prepara todo.

Las pequeñas niñas empezaron a empujarlo a un pequeño cuarto, siendo obligado a sentarse en la pequeña cama.

-Trataré de limpiarlas. Necesito que se quité sus prendas.

Éso fue algo raro, pero no procesó mucho ya que la pequeña chica estába ayudándolo a des vestirse.

Ella se sonrojo un poco, pero siguió siendo profesional en su labor, limpiando con cuidado desde su abdomen. Hasta llegar a sus hombros.

Él no sabía porque ella tenía una fragancia a glicinas. Le gustaba.

Le gustaban sus toques.

Sus ligeras caricias a sus heridas.

Como ella con cuidado cocia cada una y lo trataba como un niño, había un toque de cariño en sus atenciones.

Los cuales a él le gustaban, no sabía que pero, hubo un flechazo al tenerla tan cerca. No debería de caer en juegos infantiles, no era el momento ni el lugar.

Ellos tenían destinadas sus vidas a morir por proteger a todos.

-Listo, debería de quedarse aquí, debemos verificar sus heridas.

-Tengo que ir a otra misión y... - Fue detenido de golpe.

-¡Usted debe descansar, el patrón entenderá! Descanse un poco.

Fue guiado a una habitación grande con varias camas con sabanas blancas muy limpias, fue obligado a regaña dientes a entrar a una de esas camas.

No se preocupó por la comida ya iba entrando cuando él se acababa de acomodar en esa cama tan incómoda.

Pero ya no lo era al ver a la chica cerca, examinando unas hojas con algunas anotaciones sobre él.

Suspiro un poco al oler la comida casera de ella, despertando de golpe a la realidad. Despertó de una noche larga y tan amarga, habían recibido la noticia que uno de los pilares había muerto.

No mostró ningún tipo de expresión al escuchar a si cuervo dar esta noticia tan triste, no se imaginaba como estarían los demás, en especial una.

Se levantó de su futon, buscando su haori y su traje de cazador de demonios, tendrían que ir al funeral de la familia a dar el pésame y comprobar con sus propios ojos si el dichoso rumor era cierto.

En su gran finca vivía solo, solo había unas mujer ayudando con el quehacer junto a sus comidas del día.

De dio un rápido baño, estando en su habitación, arreglando desde su camisa, cerrando los botones y también los de sus mangas. Ocultando las cicatrices que tenía en gran parte de su cuerpo, el que ella había estado curando por varios años.

Tomó su katana, dirigiendo su dirección a un lugar poco común de él, algo retirado el lugar. Pero podía sentir el luto, viendo a algunos cazadores destrozados, discípulos del Pilar Kyojuro Rengoku.

Entre los pilares estaba ella, siendo tan sería, no se le notaba su sonrisa falsa.

Esta vez ella reflejaba tristeza junto a su discípula, se trató de acercar pero, los rumores siguieron.

-Vistes, entonces el rumor era cierto.

-Yo también lo escuche.

-Que lástima para la señorita Kochō, quedarse por así decirlo viuda. Ésto es lo que pasa cuando estas en este trabajo.

Se limitó a decir algo, volviendo a su lugar, escuchando sollozos y algunas anécdotas que varios cazadores tenían con él. No le caía mal en lo absoluto, pero hizo que se diera cuenta que le estaba quitando algo y eso le molestaba en todo el sentido de la palabra.

Después del funeral yendo por el mismo camino que la chica se acercó a preguntarle sobre Tanjiro y sus amigos.

-Ellos están por recuperarse completamente, solo el que está más herido es Tanjiro, en unos días lo daré de alta.

Ahí estaba esa sonrisa falsa que le molestaba. Le había comentado tantas veces que dejará de hacerlo, no era su hermana mayor, era ella misma.

-Entiendo, iré a verlo pronto.

Ella solo le sonrió con un ligero sonrojo y se retiró, él siguió su camino hasta di finca, se dió un baño. Pensando detenidamente en ese rumor que se estaba esparciendo por toda la compañia.

Se preparó para dormir con ropa ligera y cómoda, no quiso ya pensar más en éso que cayó directo en los brazos de Morfeo. Deseaba con todo su ser que los demonios se terminarán.

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Bueno le dejó hasta aquí, ya lo tenía muy abandonado pero trataré de terminarlo con capítulos más largos y en un corto plazo.

Espero les haya gustado.

Y qué, ¿Merezco review?

𝐑𝐮𝐦𝐨𝐫𝐞𝐬 💙💜🦋🌊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora