---¡Minho!, ¡Minho! ---el mencionado se giró en dirección a las voces que lo llamaban sin parar. Se trataba de un par de muchachas que alzaban también sus brazos en el aire para hacerse notar---. Aquí, con nosotras ---lo invitaron.Lee no se negó, pero tampoco le agradaba la idea de compartir el almuerzo con quienes no paraban de llamar su atención. De todas formas, no parecían ser malas personas.
---Hola ---dijo colocando su bandeja sobre la mesa mientras se sentaba.
---Te ves bien hoy, es decir, siempre te ves así de guapo.
---Ah, gracias ---apenado llevó la vista a su comida para empezar a consumir. Si continuaban coquetéandole de esa forma iba a caerle mal el almuerzo. Era demasiado molesto y sentía que en cualquier momento se abalanzarían sobre él.
Minho era muy popular entre las chicas del instituto a pesar de que siempre trataba de mantener un perfil bajo. Quería ser como cualqueir otro alumno más del montón, pero ni escondiéndose entre las sombras lograría quitarse de encima a todas esas jovencitas hormonales.
De regreso y completamente libre de aquellas dos, se encuentra por el camino con un salón en particular. Luego de leer la identificación, lo hace volver atrás en su mente. Si bien recordaba, ese era la clase de Hwang Hyunjin.
---¿Y tu salón es...?
---El 3-BExactamente eso decía, "Segundo 3-B". Discretamente se asoma buscándo al pelinegro. Ve a otros alumnos pero ni rastro de él.
---¿Qué estás haciendo, Minho? ---se habla a sí mismo recostándose en la pared.
Se lo había dejado bien claro, Hynjin no quería saber de su vida pero seguía con la idea de acercarse al chico sin importar qué. A este punto ya parecía un acosador, todo el tiempo detrás de Hwang, y aunque dar con su salón fue totalmente casual e inesperado, ni siquiera fue capaz de seguir de largo. No pudo evitar emocionarse al saber que podía estar ahí. En fin, será mejor que pare y comience a concentrarse en lo que de verdad importa, planear su muerte.
Se debatía entre escribir una carta de despedida o no. Tenía tantas cosas que decir y reclamarle a sus padres que podría escribir un libro hablando de ello. Además, quería visitar su antigua academia de baile y tal vez poder ejecutar una última coreografía, comer su postre favorito, ver el amanecer por última vez... Trataría de llevar a cabo todos esos deseos si su fuerza de voluntad llegaba a permitírselo.
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---Te llamé aquí porque aún no te has unido a un club ---dijo la mujer mientras sacaba una carpeta con papeles.
Hyunjin la observaba intrigado desde el otro lado del escritorio. Agarró con curiosidad la hoja que la mayor le entregó y procedió a leerla."Club de teatro", "Club de arte"... Era una lista de todos los clubes de la escuela. Ya tenía conocimiento sobre ellos y la verdad es que no tenía ganas de pertenecer a ninguno.
---Escoge por favor ---miró la hoja con pesadez nuevamente, al parecer era obligatorio.
---¿Puedo unirme al de arte? ---si tenía que formar pate de uno al menos se iba a ir por el más cercano a sus gustos.
---Mmh... me temo que está lleno ---la mujer tomó el papel para mostrarle donde ponía que ya estaba completo y efectivamente, así era.
---Bueno... literatura entonces ---dijo. Realmente no le interesaba en lo más mínimo, nunca fue un gran lector ni amante de las grandes obras literarias, pero en su opinión era mejor que cualquiera de los otros restantes.
Tomó el bolígrafo para anotar su nombre y se retiró de la oficina. Ahora tenía que quedarse hasta tarde en el instituto cada martes y lo peor es que hoy comenzaba. Mejor acostumbrarse a la idea pronto ya que al menos era una vez a la semana.
---¡Quítate del medio, imbécil! ---Hyunjin recibió un empujón por parte de un chico, al cual pudo identificar como uno de los que solían reírse de él en clases.
Estaba claro que lo había hecho a propósito, ya que el pelinegro no se encontraba obstruyendo el paso ni nada parecido, tenía suficiente espacio para caminar así que su intención había sido únicamente para molestar. Hwang no comprende como hay gente capaz de comportarse de esa manera. Siendo una persona pacífica que no busca pelearse con nadie, no le haya explicación de por qué se meten con él.
Antes estaba mejor en su antiguo instituto. Se puede decir que le iba bien, no era perfecto pero al menos como le gustaría que fuera. Hasta que pasó lo que pasó, y nada volvió a ser igual para Hyunjin desde ese día, tanto así que cambió hasta la manera de verse a sí mismo, afectando gravemente su autoestima e impidiéndole aceptarse por lo que es.
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Era cruel ver como otros alumnos se marchaban mientras se dirigía al club de literatura. La mayoría se iba a casa cuando a él le tocaba vivir una hora de total aburrimiento. Maldita dirección escolar que obliga a sus alumnos a integrarse en actividades extracurriculares, pensaba el pelinegro.
---Permiso ---dijo de pie frente a la puerta y todos los presentes voltearon a verle. La profesora a cargo asintió indicándole que podía pasar---. Disculpe por llegar tarde.
---No pasa nada ---habló la fémina---. Busca rápido un lugar, acabamos de empezar así que no te has perdido mucho.
Dicho esto sonrió y Hwang se dispuso a tomar asiento, ya ni siquiera sorprendido de encontrar a cierto castaño allí también, quien no muy seguro le ofrecía la silla a su lado. Hyunjin lo ignora prefiriendo sentarse delante, Minho suspira derrotado y baja la cabeza, ese había sido su último intento.
No se resiste y mira hacia atrás disimuladamente, notando a Lee decaído y con la mirada perdida. Quería dejar de preocuparse, habían hablado y dejado las cosas claras, Hwang estableció los límites, pero entonces, ¿por qué justo ahora tenía el impulso de hacer lo contrario? Es aquí cuando se da cuenta de que va a ser más difícil de lo que pensó, coincidiendo con Minho en todos los lugares sería practicamente imposible.
Pasó el tiempo y llegó el momento de retirarse. Colgando su mochila al hombro, se despidió de la profesora, no sin antes detenerse a ayudarla a recoger y ordenar sus cosas, detalle que la mujer le agradeció. Al voltearse notó que el castaño no estaba, al salir tampoco lo vio por los alrrededores. Mejor así, podría irse tranquilo.
Atravezando la salida, visualiza un auto lujoso de un modelo carísimo. De repente Minho se acerca y la puerta es abierta por el conductor. Esto aumenta la curiosidad de Hyunjin en cuanto a la vida del chico, deduciendo que proviene de una familia con dinero.
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𝐂𝐢𝐭𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐮𝐧 𝐒𝐮𝐢𝐜🆇𝐝𝐢𝐨!!🩸_Hyunho
FanfictionHyunjin: Prómeteme que no te irás sin mí -el pelinegro tomó el brazo del contrario y lo miró directo a los ojos-. Prométemelo, Min. Minho: ¿Cómo podría dejarte atrás?. Pronto nos iremos a descansar, tu y yo juntos. Lo prometo -el castaño sonrió, dán...