13. Sé quién lo hizo

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JongDae duerme plácidamente, tener a su omega en sus brazos le da mucha calma. MinSeok duerme apoyando su cabeza en su pecho y abrazando su cintura. La verdad es que suelen dormir en posturas diferentes durante la noche, lo normal, buscando comodidad.

No sueña. Su respiración es acompasada. El aroma a naranja y a pastelillos que desprende su omega junto con un olor a almizcle que proviene de su marca lo mantiene calmado. Todavía no recupera del todo el olfato, los olores deben ser muy fuertes o estar cerca.

El olor que MinSeok despide es dulce y le da tranquilidad y paz a su persona. Hasta parece que hace unas horas su olor no era tan intenso mientras lo tenía clavado contra el colchón, que MinSeok no lloraba, gemía de placer mientras trataba, inútilmente, de quitar la boca de su marido de sus pezones. Aquellos que parecen un caramelo para su marido, aquellos que huelen muy bien, sobre todo porque el olor a leche es atractivo para un alfa emparejado con un cachorro.

MinSeok hace unas horas le rogaba que no sacara su miembro de su entrada, es más, que imploraba que estuviese muy dentro de él. Ahora esparce feromonas tranquilizadoras para que su marido, su alfa, tenga dulces sueños.

JongDae comienza a soñar, puede soñar a MinSeok corriendo por la pradera, volteando para verlo mientras le extiende su mano. Es demasiado precioso, incluso en sueños. Se siente tan afortunado. La belleza de su esposo es tan inexplicable, tanto en el exterior como en el interior.

Ese sueño pronto se transforma en un bosque, un bosque oscuro, se ve a sí mismo patrullando y de repente alguien le llama, no puede reconocer la voz y mucho menos ve el rostro ajeno. De repente hay un ataque.

Despierta alterado provocando que MinSeok también despierte de la misma manera.

—Cariño, ¿qué pasó? —pregunta el omega mientras se toca el pecho ante el repentino movimiento que sintió.

JongDae regula su respiración.

—Tuve una pesadilla —responde el alfa pasando una mano por su rostro —. Perdón bonito, no quise despertarte.

MinSeok esconde su rostro en el pecho ajeno, se restriega un poco.

—Esta bien, sólo fue una pesadilla —sus feromonas inundan el lugar logrando que el alfa se estabilice un poco —. Tranquilo corazón, tranquilo —le dice al órgano.

JongDae lleva una mano en el pecho ajeno, descubre que el pecho de su amado también está latiendo algo rápido.

—Lamento haberte despertado así —el matrimonio se abraza.

Se reconfortan.

—¿Qué soñaste? —El omega le da un par de besos.

—Soñé con el día en el que perdí la memoria —MinSeok está sorprendido.

—Significa que pronto daremos con el culpable —está convencido.

(...)

MinSeok amamanta a su cachorro, Daeul está casi durmiéndose, el arrullo de la suave voz de su papi Min mientras le canta y el sonido de la lluvia lo mecen. Daeul quedó agotado después de jugar con su papá Dae. El pequeño siente mucho el amor de sus padres.

—Bonito —JongDae llama la atención de su esposo que está en su mecedora frente a la ventana.

—¿Sí, cariño? —MinSeok pasa juguetonamente sus dedos por las mejillas de su cachorro.

No puede dejar que Daeul se duerma, si se duerme no va a llenarse.

—No le digas a nadie de mi pesadilla, sólo a mis hermanos. Confío en ti y en ellos, además de tus hermanos, mis cuñados —pide.

Difícil de olvidar || ChenMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora