14. ¿Falacia?

99 26 12
                                    

HwaSung tiene una mirada tranquila ante un desesperado JongDae por saber qué fue lo qué pasó porque él no puede recordar nada. Recuerda secciones de su vida y sólo puede acceder a aquel día a través de sueños que parecen no ser muy confiables. Quiere recuperar su vida, quiere saber más sobre sí mismo. Hace ejercicios de memoria que le recomendó su médico, pero ha llegado un punto de desesperación porque no consigue avanzar mucho, al menos no como él quiere. 

HwaSung acepta una taza de té de manzanilla, cuando JongDae se la da, sus manos se rozan. HwaSung le sonríe, pero el alfa se mantiene serio. Ya no es un cachorro para perder la cordura por un simple roce, además, el único que le provoca sensaciones es MinSeok, su esposo, su omega. 

—Dime, ¿qué pasó ese día? —JongDae pregunta nuevamente. 

HwaSung sigue en su plan de mantenerse sereno. 

—Lo que te voy a decir no es nada fácil, tampoco pretendo que me creas —JongDae se está exasperando ante las largas que le da el omega que tiene enfrente de él. 

HwaSung ahora tiene una mirada seria, todo rastro de amabilidad se borra. 

—MinSeok lo hizo —el omega de ojos azules le dice con una voz determinante. 

JongDae comienza a reír incrédulo. Eso no puede ser cierto. 

—Estás mintiendo, él jamás me haría algo así, nos conocemos desde que somos cachorros —metería las manos al fuego, incluso los pies, defendiendo a MinSeok —. Es una maldita broma. No sabes nada, todo lo estás inventando. 

El omega niega tomándolo de los hombros. 

—No te miento, es la verdad, él descubrió que estabas teniendo una aventura, aunque no sabe que fue conmigo y había dicho que te perdonaba, pero no fue así, quiso matarte por venganza —lo toma de los pliegues de su playera —. No puedo creer que le hice eso a mi mejor amigo. 

El omega lleva sus manos a su rostro com horror.

El alfa niega con la cabeza en repetidas ocasiones. Eso no sucedió, eso jamás pasó. Él no pudo traicionar la confianza de su esposo con un omega que sí, es hermoso, pero que no le provoca nada. Todo es una mentira, una completa mentira. 

—Estás mintiendo, yo no pude traicionar a MinSeok de esa manera —se niega rotundamente a lo que dice ese omega de ojos azules. 

Desde que se presentó, esos ojos azules le han parecido perversos, llenos de un misterio quiere descifrar. No sabe si anteriormente se habría llevado bien con él por ser amigo de su esposo. 

—Es verdad, estuvieron peleados por un tiempo, porque MinSeok no podía darte cachorros, así que un día fuiste a parar a un bar. Ahí te encontré e intenté ayudarte, pero una cosa llevó a la otra que tú y yo terminamos tan enredados —continúa hablando mientras derrama algunas lágrimas —. Nos convencimos de que no volvería a pasar, pero constantemente nos volvimos a encontrar. Si sabes a lo que me refiero. 

Toma aire. 

—Me persuadiste diciendo que lo dejarías por mí y yo seguí creyéndote —las lágrimas son tantas que parece que van a dejar seco al chico. 

—Jamás pudo pasar algo entre tú y yo —no puede creerle —. ¿Te estás aprovechando de que perdí la memoria? No tienes pruebas, así que eres un mentiroso. Eres un omega caprichoso enamorado que no supo aceptar un rechazo y por eso estás inventando todo esto —dice bastante molesto. 

El otro niega enérgicamente. 

—No, no, te estoy diciendo la verdad —se mantiene en su postura. 

Difícil de olvidar || ChenMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora