La poca iluminación dentro del local le impedía orientarse, jamás frecuento este tipo de lugares, aunque si hubiera podido, honestamente hubiera rechazado totalmente la idea de ir. Con solo ver a todo tipo de personas desperdiciando sus "vidas" y capital en servicios sexuales, bebidas alcohólicas, drogas e apuestas que el indiscutible final sería pérdida total.
Solo la hacía aborrecer cualquier que se posara frente a ella.
Sintió la presencia de Alastor atrás suyo, giro un poco su rostro para mirarlo, alzo una ceja ante la interrogativa de la acción que harían.
"¿Ahora qué? " Y como si pudiera leerle la mente, este solo le dio un guiño juguetón para desvanecerse, por un momento pensó que la había dejado a su suerte. "Cabron hijo d- "
El sonido de un micrófono se logró distinguir de todo el ajetreo vocal dentro del sitio, temiendo ante su suposición, llevo su ojo lentamente hasta la tarima, y al ver que Alastor estaba con su sonrisa empezando a saludar agitando su mano a la vista de todo pecador, confirmando su sospecha, sintió el estrés surgir.
— ¡Buenas tardes damas y caballeros! ¿Pasando un buen rato, no es así? — chasqueo sus dedos para hacer aparecer una silla, se sentó en una posición que era de esperarse de él, todo un Sir. Elegante. — Vengo a interrumpirles unos breves momentos a sus actos banales con una información totalmente insignificante; — sus ojos recayeron en Vaggie, ignorando cualquier otra mirada. Al verla fruncir su ceño solo pudo aumentar el tamaño de su sonrisa. — expresada por alguien igual de nimia. — levanto un poco su mano en señal de que le hiciera compañía arriba.
Gruño en sus adentros, dio una fumada de aire profunda, empezó a caminar directo a su compañero de travesía, en el proceso tomo sin permiso alguno una silla vacía, subió los escalones para colocarla algo lejos de la presencia del soberano y sentarse en ella. Sintiéndose incomoda al tener ahora toda la atención.
— Buenas tardes... — expreso dudosa.
Un silencio reino el lugar, roto por unas palabras desagradables de un demonio con apariencia de oso. — ¿Cuánto cobras la noche?
Su ojo se abrió de más de golpe, su pupila se enfocó en el emisor de aquel asqueroso comentario. — No hago ese tipo de trabajos, idiota. — su tono era duro, al igual que su postura, en definitiva, este no era un lugar de su agrado.
— Wow, wow. — levanto sus manos hasta su pecho. — Tranquila chiquilla. — le soltó un guiño. Vaggie está apretando su propia falda para evitar invocar su lanza y clavarla en el cuello de ese demonio. — ¿De qué mierda más podrías hablar?Iba a responder, hasta que sintió una mano en su hombro, se tensó, nunca fue fan del contacto físico innecesario -exceptuando a Charlie, claro-. Y más fue su disgusto al distinguir la extremidad, movió su hombro para quitarla. Unos segundos después sintió un pequeño golpe donde correspondía su hueso occipital.
Se giro rápidamente para fulminarlo con su ojo. Este solo le dedico una sonrisa.
Los espectadores se rieron por la escena. Alastor continuaba viendo ese ceño fruncido, le encantaba ser él el autor. Volvió a darle un guiño, con la mano que fue rechazada y que proporciono el pequeño golpe, acomodo su pajarita, levantando la mirada hacia la variada multitud. — Para que estemos en la misma sintonía iniciaremos con una pregunta, — hizo aparecer el banco para sentarse, mucho más cerca de Vaggie, oyó un pequeño sonido de disgusto por esto, lo ignoro. — ¿conocen el muy reciente hotel para redimirse?
Los demonios se dividieron en grupos, unos que solo se rieron al recordar ese lugar, otros que a pesar de no saber a qué se refería unas muecas fueron la respuesta, y el porcentaje más pequeño era totalmente ignorante ante la mención, pero al contrario del segundo, una curiosidad surgió en ellos.
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Conocer y aprender.
Fanfiction-· Conocer y aprender. [Alastor x Vaggie] ──── "Aquello que tenemos en nuestro subconsciente, aquel que decimos que es nuestro yo más puro y que no puede cambiarse, creer que ya está complemente tachado para el resto de nuestra existencia. Quizás la...