Todo lo que nunca fuimos (EN PROCESO)

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2|La chica perfecta

Dedicado a caroly_alfonso_ gracias
por tu apoyo preciosa.💕

Eithan

Tres años antes.

-¡Eithan basta! ¿Cuántas veces más voy a tener que cubrirte?- me regaña-. ¡Estoy cansada! Me prometiste que no lo harías más.

Bostezo aburrido. Ella se cruza de brazos.

-Le diré a mamá- declara.

-No me puedes traicionar. Soy tu hermanito del alma.

-Pues que pena me dará ver a mi hermanito del alma castigado.

Bufo. Adoro a mi hermana, pero odio la manera en que quiere controlar mi vida.

-Vanessa, ¡cálmate! No le dirás a nadie- me mira indignada. Suavizo mi voz al decir:- Prometo que no lo haré más.

-Eso dijiste la última vez que llegaste tarde a casa por enrollarte con una chica que ni siquiera conocías. Y la vez anterior.

-Esta vez sí es cierto. Me guardas el secreto, ¿va?- le lanzo un beso-. Tengo que irme. Duérmete.

-Pero... ¿A dónde vas si acabas de llegar y son las tres de la mañana?- camino hacia la puerta-. Que te puede pasar cualquier cosa, además mamá va a saber que no dormiste aquí... ¡Eithan para! ¡Te estoy hablando!

-Volveré temprano, tranquila. Estaré en casa de Dev. Tengo que terminar de pasar un trabajo para mañana.

-¿Por qué siempre dejas todo para última hora? Como si fueses una persona súper ocupada.

-Lo soy- discrepo.

-Llámame si me necesitas- termina diciendo Vanessa.

-Bien- cierro la puerta a mis espaldas y abandono la casa.

Las madrugadas aquí son hermosas. Llueven las estrellas, más no las personas. Siento mi vida está en calma al caminar por la soledad de estas calles. Puedo olvidarme perfectamente de los problemas.

Vane es dos años menor que yo. Somos bastante parecidos con respecto al color de piel, de ojos, e incluso el pelo. Pero es demasiado preocupada y sobreprotectora.

El fuerte viento despeina mis rizos mientras me dirijo a casa de Deivy.

-Por fin llegas- me recibe una chica de pelo corto y un rojo encendido-. Te estaba esperando- me toma de la mano y me conduce dentro de la fiesta.

Lleva un vestido negro de espalda afuera que se ajusta a su cintura. ¿Quién es? No lo sé.

Y tampoco me interesa.

El ambiente en casa de Deivy suele ser abrasador. Menos en sus fiestas. Hay personas por todos lados haciendo desastres. En una esquina un grupo de chicos fumando y bebiendo. Varias parejas en el centro de la sala bailando y otros tantos en la cocina. Apuesto a que están ligando.

Me encuentro subiendo las escaleras siguiendo a...

-Disculpa, ¿cómo te llamas?

-¿Eso importa?- contesta ella.

Tiene razón. No lo hace. Ambos sabemos a lo que vinimos.

No tardo en localizar a Deivy, junto a unos amigos, en la habitación donde ingresamos.

-¿Quieren jugar?- inquiere esbozando una sonrisa coqueta- ¿Cároly?

-¡Pero claro!- afirma la pelirroja sentándose en el piso-. ¿Dónde está la botella?