Todo lo que nunca fuimos (EN PROCESO)

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4|El pueblo de Hanna

Dedicado a nessa-hb
por tu apoyo, preciosa 💕

Eithan

Tres años después.

-¿Estás seguro de esto?- pregunta Deivy llevando su mochila al hombro.

-Ella es todo lo que siempre he querido, Dev.

Le hice mucho daño y quería repararlo. Iría y le haría saber mis razones de por qué hice lo que hice, de por qué me alejé de la nada. Estaba dispuesto a todo por ella, por recuperarla.

Dev asiente y nos subimos al taxi. Serían varias horas de camino. Mi compañero se quedó dormido en la primera curva, como siempre.

Yo no podía dejar de pensar en Hanna. En cómo reaccionará cuando me vea. Nuestro anhelo siempre fue conocernos en persona, tener una vida juntos, ir a la playa juntos, hacer manualidades juntos, dormir juntos... ya saben cosas de parejas.

Cada vez que Hanna hablaba de su futuro se refería a él como nuestro. Por mi parte, amaba estar incluido.

La primera hora se hizo eterna. Mi hermana me había escrito para saber cómo estaba y por dónde iba. ¿Que si le conté? Claro que le conté  Si iba a cambiar sería en todos los aspectos posibles. Estaba siendo un capullo con todos, y si alguien no lo merece, ese alguien es mi hermana. Y Hanna. Sobretodo Hanna.

Tres años atrás Dev y yo planeamos un viaje. También a su casa. Nunca fuimos.

Luka dice que me eché para atrás en el último momento, que debí haber ido. ¿Quién sabe si ahora estuviésemos juntos? Pero aún era menor de edad. Ya no.

Indistintamente a otros momentos esta vez no evito pensar en nosotros, en ella. Estaba de camino a verla, así que, ¿por qué evitarla?

Por reprimir mis sentimientos hoy estoy donde estoy. Y no quiero hacerlo más.

***
Por fin llegamos.

Había despertado a Deivy unos minutos antes.
El carro nos dejó justo en la entrada del pueblo. A nuestra izquierda se encontraban casas y, en la acera, puestos de confituras. A nuestra derecha había algo así como un bosque. No lo llegaba a ser, era pequeño y la naturaleza estaba seca y dañada, casi no tenían frutos.

-¿Y ahora qué?

Para ser sincero, no sé a dónde tengo que ir ahora. No sé su dirección. Esto va a ser más difícil de lo que creí.

-No lo sé. ¿Sabes rastrear teléfonos?

-¿Qué? No me digas que no sabes donde vive- río nervioso- ¿No sabes dónde vive?- pasan unos segundos en los que supongo que estuvo procesando el hecho de que hayamos venido sin tener idea alguna de una dirección exacta-. ¡Joder, Eithan! Eres estúpido- me empuja y me hace caer al suelo.

-¿Qué mierda haces?- le reprocho.

-Tienes que ir al psicólogo, a ver si se te quita esa obsesión. Es que estás loco, cómo coño vas a venir aquí sin saber dónde puedes encontrarla o...

-¡Eso! ¡Eres un genio!- suelto poniéndome de pie y agarro mi mochila-. Gracias bro.

Creo que después de todo no será tan difícil.

-¿Por insultarte o por tumbarte?- frunce el ceño, entre confundido y enojado.

-Por hacerme recordar donde puedo encontrarla. Venga vamos.