Capítulo 1: Un Día Común

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Nota del autor: Soy el autor, está es mi primera historia y este el primer capítulo de esta, si tienen alguna sugerencia o consejo los leeré en los comentarios. Quiero aclararles que esta historia la hice por diversión después de leer muchos fanfics, así que está historia escuchará a sus lectores pero no realizará lo que ellos quieran.
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Siempre he sido el tipo de persona que se levanta tarde. No importa cuántas alarmas ponga, parece que mi cama tiene una fuerza gravitacional especial. Hoy no fue la excepción. Corría hacia la secundaria Kuoh, con la mochila a medio colgar y el desayuno aún en mi boca.

"Por Dios, ¿No puedo levantarme temprano al menos un día?" Digo mientras corro como si mi vida dependiera de eso y la verdad, mi vida si depende de que llegue a tiempo, no quiero volver a sufrir la ira de ese demonio llamado presidenta del consejo estudiantil.

A lo lejos logro ver el como se mueven las puertas de la escuela "Mierda están cerrado el portón" corro con todas mis fuerzas, sintiendo como puede ser imposible el que llegue a tiempo 'creo que no llegare' pienso antes de que mi salvadora aparezca deteniendo el portón por unos segundos, dándome el tiempo exacto para poder llegar.

"¡Gracias Shinra-senpai!" grito mientras paso como un rayo viendo como Tsubaki me saluda con la mano y a su lado puedo ver al demonio en persona Souna Kaichou.

Una mujer severa, que sigue las reglas y hace que todos sigan las reglas. No tengo nada en su contra solo me parece muy seria con lo que hace, tal vez debería tomarse un poco más con calma su trabajo

A lo lejos escucho como estas dos comienzan entre ellas, espero que no regañen a Shinra-san por mi culpa.

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Con Tsubaki y Sona:

"Tsubaki, no deberías apoyar la impuntualidad de Tanaka-san" Dijo Sona mientras veía como Riku Tanaka iba corriendo hasta las puertas del edificio de la escuela.

"Perdón Kaichou, pero al menos hoy intento llegar antes de que se cerrará el portón" Dijo Tsubaki mientras se inclinaba en una acción de disculpa ante su rey.

"Está bien, de todos modos hoy no tenía ganas de regañar a Tanaka por su impuntualidad, pero tendré que tomar medidas si sigue llegando impuntual" Dijo Sona relajada mientras se acomodaba las gafas al final de sus palabras ganado un brillo inusual en estas.

A Sona no le era muy agradable el que uno de los mejores estudiantes de primer año de la academia sea una persona tan impuntual, esto podría traer algunos rumores no deseados sobre las personas que estudian en la academia Kuoh.

"No sea tan dura con el Kaichou". Dijo Tusbaki sonriendo un poco nerviosa, conocía bien a su rey así que puede deducir un poco sus pensamientos.
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Mierda casi caigo en las garras de ese demonio de nuevo hoy, pero gracias a Dios que estaba mi salvadora Tsubaki, es como angel caído del cielo para mí, me ha ayudado algunas veces a pasar los regaños de Souna Kaichou como también con algunas dudas, estoy completamente agradecido con ella, es una senpai muy confiable.

Cierto no me he presentado aún, puede ser un poco tarde pero soy Riku Tanaka, uno de los mejores estudiantes de primer año de la academia Kuoh, mi apariencia es bastante normal, mido 170 cm, tengo un cabello negro alborotado bastante largo si me preguntan, ya me llega hasta las cejas casi tapandome los ojos, también tengo una cara promedio a excepción de mis ojos afiliados azules, podría decir que es mi atractivo, aunque no se notan por mis gafas de nerd lo que me baja puntos en mi apariencia no es que me importe mucho ya que un nerd no llama mucho la atención de las chicas.

Dejando de divagar sobre mi, soy Riku Tanaka un completo nerd que seguro encontrará un trabajo de oficina y se casara con una mujer típica japonesa... Una vida bastante aburrida.

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Al llegar a clase, apenas logré deslizarme en mi asiento cuando la campana sonó. Podría considerar que hoy estoy de suerte; pude evitar el regaño de la presidenta del consejo estudiantil. Souna Shitori es una mujer bastante severa, aunque también es bonita, con un aire de chica fría, no es mi gusto pero si se me declarara no le diria que no.

"Koneko-chan, ¿cómo has estado?" "¿Dormiste bien Koneko-chan?" "Koneko-chan" escuché a mis compañeros de clase intentando hablar con mi vecina de asiento, Koneko Toujou, la mascota de la escuela. Una chica pequeña, la viva imagen de una loli, siempre había algo en ella que me intrigaba, su calma inusual y la extraña sensación que siento que proviene de ella, no se como explicar esa sensación y tampoco le tomo mucha importancia.

No somos muy unidos ni hemos interactuado mucho entre nosotros, solo lo básico: algunos saludos y palabras. No somos amigos, pero tampoco somos desconocidos.

"Tanaka-san, llegaste justo a tiempo hoy", comentó Koneko, con su tono calmado. Su expresión como siempre era neutra una completa poker face.

"Sí, tuve suerte", respondí con una sonrisa. "¿Cómo has estado Toujou-san?"

"Bien. Aunque a veces es difícil con tanta gente alrededor", dijo, lanzando una mirada sutil hacia el grupo que la rodeaba.

Asentí, compartiendo su sentimiento. "Sí, entiendo. A veces puede ser sofocante." Y ahí termino nuestra conversación.
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Time skip:

Las horas pasaron entre lecciones y anotaciones, pero mi mente divagaba. Había estado sintiendo algo extraño últimamente, como si el mundo a mi alrededor escondiera secretos que aún no había descubierto y que tal vez no debía descubrir. No solo eso también sentía que no me conocía a la perfección yo mismo, se que es bastante difícil que te conozcas completamente pero siento un vacío como que algo no está completo, es bastante raro.

Cómo es costumbre después de clases, decidí quedarme un poco más en la biblioteca, un lugar tranquilo donde podía reflexionar. Era mi lugar favorito de toda la escuela; la calma que sentía allí era algo que nunca cambiaría.

Mientras exploraba las estanterías buscando algún libro que no hubiera leído y que pudiera entretenerme, me topé con una sección dedicada a lo oculto y lo sobrenatural. No era algo que me interesara especialmente, pero había algo en esos libros que me llamaba. Tomé uno que hablaba sobre las leyendas de los Sacred Gears, objetos que conferían poderes especiales a sus portadores o eso decia la introducción.

Decidí leerlo un poco, y sentí como las palabras me absorbían. Relatos de antiguos guerreros, ángeles y demonios, todo parecía salido de una novela fantástica.

"No creo que existan este tipo de cosas; es bastante surrealista", comenté para mí mismo, pero algo me hizo dudar de mi propio comentario. Guardé el libro en mi mochila, pensando que tal vez debería investigar más. No tenía idea de que este simple acto sería el primer paso hacia un mundo mucho más grande del que podía imaginar.

Al salir de la biblioteca, la brisa fría de la tarde me despejó la mente. Miré el cielo, sintiendo una mezcla de emoción e incertidumbre. Algo en mi interior me decía que mi vida estaba a punto de cambiar, pero aún no sabía cómo ni por qué.

Con un último vistazo a la escuela, decidí que el día siguiente podría ser diferente. Quizás había algo más en mi destino que simplemente llegar tarde a clases.

High School DxD: Un Camino HeladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora