Capítulo 4

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Se había quedado dormido en el suelo. No sabía en qué momento había pasado, se mantuvo despierto hasta cerca de las 3 de la mañana, llorándole a Shisui y totalmente arrepentido por haber sido él quién le puso en ese peligro. Un peligro que le había costado la vida.

—Psss...

Escuchó entre sueños... sin embargo su sueño se tornaba demasiado hermoso como para despertar. Mucho más hermoso que su realidad ahora que no tenía a Shisui a su lado.

En su sueño, podía caminar con él por el parque Prospect en Brooklyn. Siempre les gustó ir juntos ya que no era muy concurrido y les ofrecía una de las mejores vistas al lago.

Por lo que estar ahí, en un sueño que se sentía demasiado lúcido, le daba paz.

Podía ver su rostro, sonreía y le miraba como siempre lo hacía. Y mientras estaban sentados en una roca frente al agua, no decían una sola palabra. No hacía falta. Se sentía feliz. Tanto que no recordaba lo que estaba pasando fuera de su sueño.

—Psss...

Escuchó de nuevo pero se negaba a abrir los ojos, sobre todo cuando se dio cuenta que estaba soñando. Y recordando lo que le esperaba una vez que despertara, se aferró a la camisa blanca que vestía Shisui la cual entallaba su torso dando un aspecto muy atractivo.

—Quiero quedarme— dijo mirándole a los ojos — Por favor Sui, no quiero despertar si no vas a estar a mi lado, no quiero.

Shisui solo sonreía.

—Sui... por favor. ¡Perdóname!— pedía aferrándose más a él, sin embargo como en cualquier sueño no podía sentir el calor de su cuerpo, ni la sensación del toque de sus manos, no podía sentir ni siquiera su propio cuerpo.

Y de pronto su voz no resonaba, el lago se disipó al igual que Shisui. Y él despertó.

Apenas sintió su existencia de nuevo, el dolor del pecho lo atacó. Los ojos ardían de tanto llorar, y el frío suelo de la celda se sentía correr por su piel erizándole.

—Pss

Escuchó de nuevo ese sonido que lo había despertado de su trance, y molesto giro hacia los barrotes, que era la dirección de dónde provenía el sonido.

— ¡Shisui! — dijo Itachi casi gritando al verle ahí parado, sonriendo mientras lo mira con ese brillo particular en sus ojos. — ¿Qué? ... ¿Qué estás?

— ¿Qué estoy haciendo aquí? ... Pues... vine a sacar a mi novio de la cárcel. — dijo Shisui observando a Itachi con una dulce sonrisa.

—No... de verdad ¿Qué está pasando? ¿Qué estás haciendo aquí? No estabas... ¿Muerto? ... Yahiko te llevo... ¿Acaso sigo soñando? — todo lo que quería decir Itachi era expresado en frases sin completar y sus ojos posados únicamente en Shisui, tratando de encontrar algo que le indique si se trata de un sueño o de la realidad.

—Oh Cariño... claro que no. Lamento que pensarás eso. — dijo Shisui acercándose a los barrotes hasta tener las manos de Itachi entre las suyas.

El menor acercó la nariz a sus manos, absorbiendo el suave aroma de su piel.

— ¡Si eres tú!

—Lo soy Tachi. — Shisui acercó sus labios a los del menor alcanzando a rosar un poco a través de los barrotes.

La emulsión de emociones en el cuerpo de Itachi se hizo presente, era imposible que fuera un sueño, desde el momento en que Itachi había besado por primera vez a Shisui había sentido justo esa explosión interna que no le permitía serenarse en su presencia.

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