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Shouto lo sabe y lo reconoce, fue su culpa. Siempre ha sido su culpa.
Luego de el incidente en la playa, Enji le dió el peor sermón que él haya querido oir jamás. Touya se fue como un santo devoto que no tuvo culpa alguna con lo que pasó y Shouto fue el villano entre los dos. Basura.
Shouto tampoco lo culpa, porque después de todo fue algo que los dos decidieron, o bueno, al menos Shouto accedió a acostarse con él. No es como que haya esperado que Touya planeara todo solamente para demostrarle a su padre que él no era el hijo perfecto del que siempre se enorgulleció.
Enji lo regaño (nada fuera de lo normal), pero también le dijo que se mantenga lejos de Touya lo más que pueda, después de todo él aún está mal psicológicamente, y solo pueden ayudarlo dándole la razón a todo (justificando sus malas acciones y respaldando sus “travesuras” como las llamo Enji). Está bien, Shouto cree que solo así se mejorará pronto.
Así que al final, Shouto hace lo que su padre le dice; se aleja de Touya. No es que ellos dos hayan sido muy cercanos antes, pero Shouto creía que ambos serían más unidos y hasta tendrían una relación luego de aquella noche antes de que Enji los viera. Fue su culpa por confiar en Touya y creer en sus bonitas palabras llenas de mentira.
Odio.
Quiere odiarlo pero no puede, aún cuando fue utilizado aquella noche solo para la diversión del azabache no puede odiarlo, pero... tampoco puede decir con certeza que lo ama aún, tal vez si o tal vez no, no está seguro.
Ha pasado los últimos días fuera de casa, principalmente para no cruzarse con Touya porque el mayor está bajo arresto domiciliario y todo el tiempo está ahí bajo el cuidado de Endeavour. Y, si casualmente él está en casa, no sale de su habitación más que para comer después de que Touya lo haya hecho, lo que significa que ahora no ha convivido mucho con su familia.
Ellos parecen notar que algo pasa, pero fingen ignorancia. Shouto duda que no hayan sido conscientes de lo que pasó esa noche durante las vacaciones, pero si no fue así lo tranquiliza más.
Hoy Endeavour tenía una misión importante, y curiosamente era su día libre en el trabajo. Su padre le pidió quedarse en casa ese día y cuidar de Touya, lo cual es... incómodo, pero está tranquilo sabiendo que su madre está ahí.
—Shouto, iré a mi clase de Yoga, vuelvo más tarde.
Eso es lo que Shouto jura haber escuchado en su sueño, pero en realidad, fue lo que su madre le dijo cuando estaba adormilado. Entonces cuando despierta con una terrible resaca, sólo piensa en salir de su habitación e ir a tomar un poco de agua ante la deshidratación de su cuerpo.
Cuando sale de su habitación aún medio dormido, ve a Touya parado justo frente a su puerta, aparentemente apunto de tocar o entrar, no importa.
