𓂃⊹ ִֶָCapitulo 2. .ᐟ.ᐟ

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Se dejó caer sobre la cama con un suspiro profundo, dejando que el cansancio del día se deslizara por su cuerpo. Con la mirada fija en el techo, extendió la mano hacia su teléfono y comenzó a revisar sus mensajes. Su corazón dio un brinco al ver que Shinazugawa estaba en línea, y no pudo evitar sentir una oleada de emoción. Sus dedos se crisparon ligeramente alrededor del dispositivo mientras esperaba ansiosamente una respuesta, solo para ver cómo Shinazugawa se desconectaba nuevamente, dejándolo en una mezcla de confusión y desilusión.

Giyuu se quedó mirando la pantalla del teléfono, tratando de calmar sus pensamientos mientras esperaba pacientemente. De repente, un nuevo mensaje apareció en la pantalla, arrancándolo de su ensueño. "Nemi, estoy aburrido hoy... No tengo nada que hacer. ¿Quieres ir a comer algo?", escribió Giyuu en el chat, acompañado de una carita sonriente y una imagen de un helado que hacía agua la boca. La idea de salir a comer algo le levantó el ánimo de inmediato, y comenzó a imaginarse los sabores dulces y refrescantes que tanto le gustaban.

Justo en ese momento, vio que Shinazugawa volvía a conectarse. Su corazón comenzó a latir con fuerza, y una sonrisa ansiosa se dibujó en su rostro. Observó la pantalla con atención, viendo cómo los puntos suspensivos indicaban que el alfa estaba escribiendo. Cada segundo se sentía eterno mientras esperaba la respuesta. La emoción y la ansiedad se mezclaban en su pecho, creando una maraña de sentimientos que apenas podía contener.

Finalmente, el mensaje llegó. "¿No crees que comes mucho?", decía el texto de Shinazugawa. Giyuu leyó las palabras varias veces, sintiendo cómo su emoción inicial se transformaba en una mezcla de sorpresa y ligera molestia. No esperaba esa respuesta, y la pregunta del alfa le dejó pensativo. Pero antes de que pudiera responder, se encontró sonriendo nuevamente, pensando en cómo sería compartir una comida con Shinazugawa, sin importar la broma implícita en su mensaje.

Mientras consideraba su respuesta, Giyuu no pudo evitar recordar todas las veces que habían salido juntos, disfrutando de pequeños placeres y compartiendo risas. La imagen de Shinazugawa burlándose de su amor por la comida se mezclaba con recuerdos cálidos y llenos de complicidad. Finalmente, decidió tomarlo con humor y responder de manera juguetona, dejando claro que, para él, cualquier excusa era buena para pasar tiempo juntos.

"Bueno... No veo lo malo en eso. Soy muy glotón desde que entré a la adolescencia", respondió Giyuu por el chat, tratando de sonar despreocupado. Sin embargo, una pequeña duda comenzó a instalarse en su mente. ¿Realmente estaba gordo? Sacudió la cabeza, intentando deshacerse de esos pensamientos. Seguramente Nemi solo estaba bromeando, ¿verdad?

Mientras esperaba la respuesta, Giyuu sintió una mezcla de nerviosismo y curiosidad. Finalmente, el mensaje de Shinazugawa llegó. "Pero eres un Omega, Giyuu", decía, y Giyuu pudo notar un ligero tono de molestia en la respuesta. Esa observación hizo que Giyuu dudara aún más, cuestionándose si había algo de verdad en la preocupación de Shinazugawa.

Giyuu miró la pantalla de su teléfono, su mente trabajando rápidamente para encontrar la mejor manera de responder. No quería causar ningún conflicto ni hacer que la situación se volviera incómoda. Después de unos segundos de reflexión, escribió: "Bueno... Podemos ir a otro lado si quieres". Apretó enviar y esperó con anticipación, preguntándose qué pensaría Shinazugawa de su sugerencia.

Mientras esperaba la respuesta, Giyuu no podía evitar pensar en cómo siempre había disfrutado de la compañía de Shinazugawa, sin importar el lugar. Recordó sus salidas anteriores, los momentos compartidos y las risas que habían tenido. Quizás, después de todo, no importaba tanto el lugar al que fueran, sino el hecho de que estuvieran juntos.

"No puedo, estoy ocupado", decía el nuevo mensaje de su novio. Antes de que Giyuu pudiera siquiera reaccionar, Shinazugawa se desconectó. Giyuu intentó enviarle otros mensajes, pero ninguno llegó a su destino. Frustrado, supuso que había apagado el teléfono. Con un suspiro de resignación, se recostó en la cama, la mente llena de pensamientos enredados sobre la breve conversación.

"¿No crees que comes mucho?" Esas palabras resonaban una y otra vez en su mente, como un eco persistente. Se giró sobre el colchón, intentando encontrar una posición cómoda que lo ayudara a relajarse, pero la inquietud se negaba a abandonarlo. Comer es algo natural, ¿verdad? Es algo normal, se repetía a sí mismo, intentando calmar la creciente ola de inseguridad. Entonces, ¿por qué Sanemi se enfocaba tanto en su físico? ¿Por qué le molestaba que comiera tanto? Las preguntas giraban sin cesar en su cabeza, cada una más inquietante que la anterior.

Giyuu se levantó y empezó a pasear por la habitación, sus pensamientos lo llevaban por un torbellino de dudas y miedos. ¿Estaba realmente gordo? ¿Podría ser que Nemi lo dejaría por eso? Recordó las primeras etapas de su relación, cuando Nemi le había dicho que no le importaba el físico, que lo amaba tal como era. Pero ahora, parecía que algo había cambiado. ¿Había alguien más? La sola idea de que Shinazugawa pudiera estar interesado en otra persona le causaba un nudo en el estómago.

"No, no", murmuró para sí mismo, tratando de ahuyentar esos pensamientos oscuros. Conocía a Nemi, sabía que no era capaz de algo así. Pero aun así, las conclusiones a las que llegaba lo angustiaban y le provocaban un dolor de cabeza cada vez más intenso. Se dejó caer nuevamente en la cama, sus ojos fijos en el techo mientras intentaba organizar sus pensamientos.

Recordó las muchas veces que habían compartido momentos felices juntos, las risas, las charlas profundas y las promesas de amor eterno. ¿Qué había cambiado desde entonces? ¿Por qué ahora parecía que su peso era un problema? Trató de recordar alguna señal, algún indicio de que esto se avecinaba, pero no encontró nada. Todo había sido normal, hasta ahora.

Cerró los ojos, tratando de recordar los buenos momentos, pero las palabras de Shinazugawa seguían regresando para atormentarlo. "¿No crees que comes mucho?" Era una simple pregunta, pero cargada de implicaciones que no podía ignorar. Se sintió atrapado entre la duda y la desesperación, buscando alguna señal que le indicara que todo estaba bien, que su relación no estaba en peligro.

Las horas pasaron lentamente, cada minuto aumentando su ansiedad. Finalmente, decidió que no podía quedarse quieto esperando una respuesta. Se levantó de la cama y fue a la cocina, buscando algo para comer, más por distracción que por hambre. Mientras masticaba distraídamente, su mente seguía tratando de encontrar una solución a sus inquietudes. Tal vez, pensó, debería hablar directamente con Nemi sobre sus sentimientos y preocupaciones. La comunicación siempre había sido la clave en su relación, y ahora no debería ser diferente.

Pero la duda persistía. ¿Y si Nemi se molestaba por sus inseguridades? ¿Y si eso empeoraba las cosas? Giyuu se sentía atrapado en un ciclo interminable de preguntas sin respuesta, cada una más angustiante que la anterior. Se sentó en la mesa de la cocina, la cabeza entre las manos, deseando que todo fuera tan sencillo como antes.

Finalmente, decidió que no podía quedarse con esa angustia. Tomó su teléfono nuevamente y, con manos temblorosas, escribió un mensaje a Shinazugawa.

"Nemi, necesitamos hablar. Hay algo que me está preocupando mucho y necesito aclararlo contigo". Dudó antes de enviarlo, pero finalmente apretó el botón de enviar y se dejó caer de nuevo en la silla, esperando una respuesta que pudiera calmar su corazón inquieto.

El tiempo pasaba y no llegaba respuesta. Cada minuto que pasaba parecía una eternidad, y Giyuu sentía cómo la desesperación crecía en su interior. Cerró los ojos y respiró hondo, tratando de calmarse. Sabía que enfrentarse a sus miedos era la única forma de superarlos, pero la espera lo estaba volviendo loco.

Finalmente, su teléfono vibró con una notificación. Con el corazón latiendo con fuerza, Giyuu lo tomó y leyó el mensaje. "Mmh. Hablemos cuando tenga un momento libre. Te prometo que aclararemos todo". Leyó y releyó el mensaje, sintiendo una mezcla de alivio y nerviosismo. No era una solución inmediata, pero al menos sabía que Nemi estaba dispuesto a hablar. Por ahora, eso tendría que ser suficiente para calmar su mente y permitirle descansar, aunque fuera solo un poco.

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⏰ Última actualización: Jul 01 ⏰

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Adelgazar. | Sanegiyuu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora