Aure

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Saturno está cosiendo uno de los abrigos de Urano, es azul y bonito, pero para Saturno esta viejo y sucio, le quiere comprar otro abrigo a su amor pero eso pondría triste a Urano, y no quiere eso. Después verá que pueda hacer para que el abrigo sea de su agrado.

—¡Papi, mira!—Dijo Aure, su niña, sosteniendo algo en sus manos.

—¿Que es eso cariño?—Pregunto el rubio mirando con una sonrisa las manos de Aure.

Era un Topo, que Aure se encontró en la Tierra del jardín, para colmo estaba toda sucia y llena de barro su vestido nuevo que compró hace unas semanas, Saturno quedó aterrorizado ante el estado físico de su hija y se notaba por su cara, y mas asqueado estaba de que su hija tuviera UN ANIMAL.

—¡Mira lo pequeñito que es papá!—Dijo Aure entusiasmada, acercándose  a su papá.

—¡O-OH CARIÑO!—Saturno grita levantándose de la silla, abrazando el abrigo de Urano.—¿Q-quien te enseño a andar en la Tierra?

—¡Ayer me puse a buscar vichos con mami! Y me gustó tanto que desde la mañana estoy en el jardín buscando bichos! Y me encontré a este animalito ¿No es bonito?—Dice mirando al topo con una sonrisa, el topo parece estar más limpio que la misma Aure.

—¡C-cariño llévate eso fuera de casa!—Dijo retrocediendo de su hija, a punto de llorar del miedo.

—¿Por qué?, ¡Es muy bonito mirarlo bien!—Dijo sonriendo empezando a perseguir a su papá.

AUREEEEE, LLEVATE ESO AAAAAAAH!"

Gritaba desesperado Saturno mientras escapaba de su hija que lo persiguió por toda la casa durante quién sabe, treinta minutos que fueron eternos, Saturno ya se estaba cansando, hasta que por fin llegó su esposo Urano.

Saturno se mantuvo escondido detrás de Urano durante harto tiempo, Urano examinaba al animalito y se le hizo muy bonito, era un Topo Europaea. Pero tuvo que devolverlo a su camino junto con Aure porque su marido no dejaba de montar drama y de ocultarse por miedo de que esa cosa estuviera en su recién planchado cabello.

—Tranquilo...ya se fue...—Dice Urano algo irritado de las quejas de su esposo.

—¡No vuelvas a enseñarle a Aure eso!, ¡Esa cosa pudo morderla!—Dijo chillando, sus ojos humedecidos.

—Ella no es boba, el animal solo te va a morder si eres una amenaza, por lo que ella no tiene un rasguño.—Sonrie para abrazar a su esposo, tranquilizandolo.

Saturanus.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora