Lynx Malfoy, Theodore Nott

006

Genevive había fallecido, estas eran las ultimas palabras que Theo escribio en la carta, no podia creerlo, era hoy el funeral, asi que me puse un vestido negro con unos tenis.

Baje a la sala, donde mi madre miraba una foto con su mejor amiga, lagrimas cayeron de sus ojos, que se limpio en cuanto me vio.

-¿Ya estas lista amor?-Pregunto ella-

-Ya-Dije tomando su mano-

-Solo esperemos a tu padre, tu hermano y tu primo, no deben tardar-En ese momento Draco y Regulus bajaron, portaban un traje negro y mi padre detrás vestido igual-

Mi padre se acerco a mi madre y tomo su mano, ambos salieron dejandonos a Draco, Regulus y a mi detras.

[. . .]

Llegamos a la mansion Nott, y en cuanto entramos el ambiente tenso y melancolico me invadio, nuestros padres se acercaron a Agustus Nott, mientras que Draco y yo nos acercamos a Theo.

-Theo-Dije poniendo una mano sobre su hombro, el inmediatamente me abrazo, escondiendo su cara en mi cuello-

-No es justo Lynn, ¿por qué a mi mami? -Dijo llorando-

Me quede sin palabras, ¿que le decia una niña de once años a otro niño de once que acababa de perder su madre, que para mala suerte era mejor amiga de mi madre?

Lloré con Theo en silencio, sin saber qué decir. No había palabras que pudieran aliviar su dolor. Sólo podía estar allí para él, ofrecerle mi apoyo incondicional.

-Estoy aquí, Theo. -susurré mientras lo abrazaba con más fuerza, esperando que mi presencia le diera algo de consuelo.

Draco se acercó y puso una mano en el hombro de Theo, al igual que Regulus, mostrando su apoyo en silencio. A veces, las palabras no eran necesarias, y el simple hecho de estar juntos era suficiente.

-Gracias, chicos. -dijo Theo, finalmente separándose un poco y secándose las lágrimas- No sé qué haría sin ustedes.

Siempre estaríamos aquí para Theo, y eso era algo que quería que supiera.

El funeral se llevó a cabo en un salón grande de la mansión Nott. Habia poca gente, ya que por deseos de Genevive seria algo con los mas cercanos, todos con expresiones solemnes. La tristeza era palpable, y el silencio, roto solo por susurros y sollozos, hacía que el dolor se sintiera aún más profundo.

Mi madre se acercó al féretro de Genevive, dejando una flor blanca sobre él antes de regresar a nuestro lado. Su rostro estaba lleno de dolor, pero también de una determinación serena de honrar la memoria de su mejor amiga.

El padre de Theo, Agustus Nott, pronunció unas palabras. Habló sobre la vida de Genevive, su bondad, su valentía y su amor por su familia. Sus palabras resonaban en la sala, y muchos lloraban abiertamente.

-Theo, tu madre era una mujer increíble -dijo Agustus, mirando a su hijo con los ojos llenos de lágrimas- Y estoy seguro de que estaría muy orgullosa de ti.

Theo asintió, tratando de contener las lágrimas. Nos quedamos a su lado, sosteniendo su mano, dejándole saber que no estaba solo.

Después del servicio, nos dirigimos al jardín donde se iba a realizar la última despedida. Todos formaron un círculo alrededor del lugar donde Genevive sería enterrada. Las flores cubrían el área, y el ambiente era solemne y lleno de respeto.

Agarré la mano de Draco mientras observábamos cómo el ataúd era bajado a la tierra. Sentí un nudo en la garganta y las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro. Era difícil ver a alguien que conocía desde siempre ser despedido de esa manera.