Deseo tenerte

Cap 10 (sin miedo)

Isabella...

Quería ir detrás de Héctor pero Fermín me detiene

—¡Que me sueltes tío! —exclamó con lágrimas en mis ojos

—No voy a permitir que vayas de tras de la persona que te secuestro

La patrulla se aleja y mi corazón se rompe en mil pedazos

—Mierda. —grité

—vámonos a casa, donde perteneces —agrega intentando agarrarme del brazo

—Ni de coña, yo me quedo aquí hasta saber noticias de Héctor

—Entiende que él va a pasar toda su vida en la cárcel pagando por lo que te hizo, además mira te golpeó

—¡El no lo hizo!

—Isabella...

—No permitiré que el pase sus días en la cárcel, daré mi testimonio para que lo saquen lo más rápido posible

—El fue el culpable de mi dolor, el dolor de nuestra madre...

—Si pudiera de volver el tiempo no cambiaría nada...solo en la forma en la que nos conocimos, hubiera deseado habernos conocido en un parque, o en un cine, pero el destino nos unión, estuvimos los dos en el momento exacto, él hizo que algo dentro de mí volviera a sentirse vivo...

Él se queda en silencio mirándome algo decepcionado, en eso veo que entra un coche y se detiene donde nosotros, alguien se baja, era Benito.

—¿Dónde está Héctor? —pregunta Benito preocupado

—Se lo llevaron... —respondo sollozando

—Mierda —dice golpeando el coche

El se sube al coche y yo lo detengo

—Voy contigo, tengo que dar mi testimonio
—agregó

El asiente y yo me subo al coche

—Te veo en la policía. —hable sin mirar a Fermín

El auto arranca, miró por la ventana y mis ojos se cristalizaron, necesito ver a Héctor lo más rápido posible...era imposible pero si me enamoré de mi secuestrador...

Al llegar me bajé lo más rápido posible, ambos entramos y nos tuvieron en espera por unos minutos, en eso una mujer policía me llama para hacer mi testimonio

—Bueno necesito que me digas que fue lo que pasó —agrega la mujer

Trago saliva.

—El no hizo nada malo, yo no quería casarme con Nicolás, quería escapar así que le pedí que me llevara lejos muy lejos y al final terminé enamorándome de él... —mentí

Todo lo que uno hace por amor...

—¿Y los golpes? —pregunta

—Un hombre en el bar me golpeó pero Héctor me defendió

—¿Qué hombre?

—No sé quién era.

Me enseña una imagen de un hombre, ese hombre es el que mató Héctor...

—¿Es el? —me mira fijamente

—No —respondo firme