Estoy nerviosa por hablar con Sam, quedamos de hablar el día de hoy, yo esperaba que habláramos en cuanto terminaron las clases, pero Sam me dijo que me alcanzaba después porque tenía cosas que hacer, le iba a preguntar qué cosas, pero mi inconsciente me dijo que fuera prudente y no preguntara, Erick quería venir a casa hoy, pero me negué y le di como pretexto que Sam y yo teníamos tarea, él no me dijo nada, solo prometió mandarnos comida para que no se nos olvide cenar, me sentí culpable en ese momento porque obviamente no hay tarea en equipo, pero bueno como me dijo Tami después de que le conté lo que paso, ese es el precio que hay que pagar por descubrir que puede pasar con Sam, es eso o mandar a Erick por un tubo de una vez y aún no estoy lista, tal vez cambie de opinión después de hablar con Sam, en lo que ella llega estoy cocinando.
¡Demonios! Le dije a Ari que se tomara unos días para pensar si aceptaba la propuesta, siendo honestas mi propuesta es excelente, no la puede rechazar si lo hace... siempre puedo recurrir a otras tácticas... a mí nadie me dice que no, bueno no al menos hasta que haya agotado todos mis recursos... y es que esa mujer me trae loca y no solo a nivel sexual, sino a nivel emocional también... tiene algo tan especial, que en todo el fin de semana no me la he podido sacar de la cabeza, estoy llegando a la puerta de su casa, me vine caminando esperando aclarar mi mente, pero no pude, tengo los nervios a tope.
- Hola Ari – Escucho a Sam entrar, ella llega a la cocina ¡Wow! Se ve muy guapa, trae una bermuda y una camiseta, yo creo que ella podría usar cualquier cosa y seguir viéndose hermosa.
- Hola Sam – Le digo con nervios – Ya casi está la comida, dame un momento.
Ella me espera en la sala cuando le digo que se lave las manos para sentarnos a comer, ella entra a la cocina y lo hace, me ayuda a servir, antes de sentarnos hace algo que tenía meses sin hacer.
- Después de usted señorita – Ella agarra mi silla para que me siente.
- Gracias – Le sonrió mientras me sonrojo – Siéntate y disfruta de la comida.
- ¡Vaya es mi sopa favorita! ¡Gracias! - Me dice Sam, su cara es como la de una niña de cinco años cuando le regalas su dulce favorito, hoy prepare el platillo favorito de Sam, una sopa de verduras y bistec con papas en salsa de jitomate, espero que le guste.
- No hay de qué, el guisado igual te va a gustar.
- ¿Ah sí? ¿Qué es?
- No comas ansias... ya verás cuando lo traiga – Le digo con una sonrisa.
- ¡Perfecto! - Ella me regala una media sonrisa... mi favorita.
Mientras comemos indirectamente hacemos un trato de no hablar del tema, ninguna dos menciona nada sobre lo que vamos a hablar, por el contrario, solo hablamos de la escuela, nuestras familias, etcétera, una vez que terminamos de comer me pongo a lavar los platos y ella está a mi lado platicando, después de eso llega el momento más esperado del día, el poner las cartas sobre la mesa... nos dirigimos a la sala para sentarnos y platicar.
- Bueno Ari – dice Sam con seriedad – Ya es momento de cambiar de tema ¿qué has decidido? - Va directa al grano, eso me gusta de ella.
- Ok - Suspiro - es momento de ir al grano – Digo con nerviosismo - Pues decidí que aceptaré, porque quiero conocerte más antes de mi decisión final – La cara de Sam es un poema, veo emoción en sus ojos, su sonrisa podría iluminar una ciudad entera - no está dentro de mis planes que en un futuro me quede pensando en que pudo pasar entre nosotras, si te hubiera dejado cortejarme, he decidido arriesgarme y espero que valores el riesgo que estoy tomando...
- ¡PERFECTO! - Sin poder evitarlo se abalanzó contra mí y me abrazo con emoción, su entusiasmo es tal que me contagia.
- Sam...me estás apretando demasiado... – Le digo por la fuerza de abrazo.

ESTÁS LEYENDO
Chispa de amor (en curso)
RomansaChispa, es lo que surge en mi corazón cuándo la veo, es como si mi corazón reconociera el suyo y saltará de felicidad, cuando veo esos ojos verdes her como las esmeraldas yo dejo de pertenecerme y ella me convierte en suya, pero el amor jamás es per...