°Mine° / MAXLEY

Capítulo 1

Max

Ya habían transcurrido dos años desde que entré a la universidad. Desde que gané en los X games mi popularidad se había elevado al punto de que no había estudiante en ella que no me conociera.
Realmente podía ser bueno como algo malo, ya que durante este tiempo tenía varios pares de ojos sobre mí. Ya sea que hiciera algo bueno u malo, seria notado rápidamente por todos los demás. No es algo que me importara realmente mucho, pero aun así existían veces donde sentía aquel peso sobre mi espalda.
Por otro lado, los chicos al recibir su preciada fama en la universidad, no tardaron en disfrutarla y tomarla como se les ocurriera.

Bobby había estado ligando con una que otra chica, claramente no buscando algo formal, ya saben… algo solo para pasar el rato. Unas le hacían caso por conveniencia, otras tratando de atraparlo, otras buscando pasar el rato, y otro tanto simplemente no le hacían caso. De cualquier forma, Bobby no dejó de ser el mismo, siempre tan relajado ante toda situación y juguetón con nosotros.

Y sobre PJ… por alguna fortuna que no comprendemos ni Bobby ni yo, seguía en una relación con su preciada novia. Él había madurado un poco más que nosotros, pero no dejaba su esencia de lado. Seguía siendo aquel chico tranquilo, a quien podías recurrir en los momentos más difíciles para pedirle consejos y claro, este te ayudaría como pudiera brindándote confort.

Los tres hacíamos una buena combinación. Éramos hermanos, y siempre estábamos para los otros, tanto en los buenos como en los malos momentos. Al ser tan unidos, jamás nos habíamos separado en estos años. Siempre compartiendo nuestra habitación, almuerzos, descansos y pasatiempos.

Sin embargo…

— Lo siento joven, pero no hay equivocación respecto a su habitación. —Dijo cuando me alcanzó una llave.—

— Disculpe, ¿pero está segura? — Pregunté sintiéndome nervioso por lo que escuchaba — Compartí el mismo cuarto junto a mis amigos todos estos años. — Dije señalándolos— Y al inscribirnos se nos dijo que nunca nos cambiarían de habitación.

— Sí, respecto a eso jovencito… — Miró hacia abajo y aclaró su garganta. — últimamente desde mediados del año pasado, empezaron a llegar más estudiantes de los que podemos tener. Entonces el director decidió remodelar las habitaciones para que sean de dos personas cada una y así poder cumplir con las demandas de habitaciones. Habitaciones mas pequeñas, sí, pero para nada incómodas. —Terminó de decir, para volver a alcanzarme una llave. —

No podía hacer más, así que simplemente agarré la llave y di las gracias.

 Mientras caminaba en dirección de mis amigos, pensaba en que tan mala podría ser la situación, ¿no? Solo tendría que compartir mi habitación con una persona que no conocía a lo largo de lo que terminaba la universidad. Solo esperaba que aquella persona no sea molesta y nos llevemos relativamente bien.

—¿Qué pasa, viejo? —Preguntó Bobby, cuando me vio llegar con la cara larga. —

—Tengo dos noticas, una buena y otra mala. ¿Cuál prefieren?

—La mala —Respondió PJ mientras se rascaba la cabeza— es decir… a si la buena nos alegra ¿no? Simple lógica.

Bobby ante lo dicho, solo agito su cabeza de arriba abajo rápidamente, en señal de aprobación.

—Bien… —Dije tratando de no reír por las ocurrencias de Bobby— la mala noticia es nos cambiaron de habitación a los tres.

Los chicos se quedaron sorprendidos, pero antes de que digan algo o Bobby vaya a hacer un show, solté lo demás.

—La buena noticia es que a ustedes les tocó estar juntos otra vez —Dicho eso, ellos rápidamente se abrazaron para festejar— ¡oh! Y por cierto, mejoraron las habitaciones, ya que eran demasiadas las quejas por ruido de las habitaciones continuas, ahora son… ¿anti ruido?

—Max… —Empezó a hablar PJ, después de soltarse de Bobby— eso tiene un nombre, no seas tonto.

—¿Te acuerdas cuál es? —Me defendí ante lo dicho, notando como PJ no respondía y a Bobby se le notaba confundido— entonces cállate, porque mientras me entiendas sirve.

Bobby se tiro al suelo de la risa al ver como PJ no tenía como defenderse y este último solo le dio una ultima mirada y su atención se dirigió otra vez a mí.

—Entonces Max, ¿qué hay de ti? No me digas que otro vendrá a ocupar tu lugar —dijo tratando de actuar dramáticamente, poniendo su mano sobre su frente.—

—No lo creo. Las habitaciones son solo de dos personas y blablablá... —Dije, imitando a la señora de informaciones.—

—¿Entonces? —Bobby ya se había puesto de pie de nuevo— no me digas que nuestro Max tendrá la oportunidad de estar con una ne-ena —Dijo mientras alzaba repetidamente sus cejas-.

—Eso puede pasar solo en tus sueños Bobby, jamás dejarían que nos juntemos.

— Que aburri-idos —Soltó cuando agachó su cabeza, queriendo dar pena.—

Después de esa pequeña charla, le di a cada uno sus llaves y nos despedimos para vernos para almorzar en la cafetería.

Siendo sincero me daban nervios conocer a mi nuevo compañero de cuarto, así que caminé lo más lento que pude. Al final para cuando llegué a la habitación, me di el tiempo de tocar la puerta para que no sea inoportuna mi presencia y al oír que nadie respondió simplemente ingresé.

Al entrar me di cuenta de que mi compañero ya se había instalado en la cama inferior, y sus cosas estaban perfectamente acomodadas, tanto en la mitad del ropero que le pertenecía como en la mitad del pequeño librero que teníamos. Pero esa persona, no aparecía por ningún lado.

—Tal vez simplemente se fue a hacer... algunas cosas ja ja ja... —Suspire lentamente, ya que el hecho que no este mi compañero mi hizo sentir más relajado.—

Y así empecé a “ordenar” mis cosas donde pertenecían. No era muy ordenado, pero al ver que mi compañero parecía ser que sí, tomaría eso un poco en cuenta y me esforzaría un poco en no dejar tiradas mis cosas por aquí y por allá. Al final decidí dormir con mis audífonos puestos, por lo menos hasta que sea hora del almuerzo para ir con los chicos.

Si me hubieran dicho que desde ese día cambiaria mi vida, sinceramente me hubiera reído. Es decir, ¿Qué me podría pasar?

Que ingenuo… pero aun así no cambiaria nada.