Capítulo 4

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Bradley

Observaba por la ventana de la cafetería, pasar a las personas de un lado a otro. Varios de ellos con amigos, otros solos y unos cuantos con sus parejas. A decir verdad, me gustaba ver esta escena mientras tomaba mi desayuno, ya que así no me llegaba a sentir tan solo.

De alguna manera, en esos momentos y aunque ellos no lo supieran, llegaba a ser parte de un pequeño fragmento de su vida.

Estos años no me habían sentado tan bien como quisiera, porque en vez de ser libre de mostrar mis habilidades y alardear sobre ellas, tenía que sentarme a ver como otros lo hacían. Podía sentir envidia por ellos, en especial por cierto novato, que pese a tener tanta atención sobre él, no se esforzaba para nada en demostrar sus habilidades y al parecer ni siquiera le importaba la fama que consiguió. Al novato no le importaba nada más que su ridículo padre y sus fenómenos de circo.

Tomé mi celular al escuchar el sonido de notificación, al parecer tenía un mensaje de la secretaria de mi padre. En este me explicaba que habían recargado mi tarjeta, y ciertamente me recalcó que el dinero me tenía que durar dos meses, ya luego de ese lapso de tiempo me iban a abonar de nuevo.

Vaya manera de demostrar tu cariño, padre.

Gracias a eso, tenía que regresar a mi dormitorio para poder hacer inventario de las cosas que tenía como las que no, aunque ya me daba una idea.

Entre tantos pensamientos, no sé en qué momento llegué. Traté de entrar, pero la puerta no abría así que busqué mi llave… Oh vaya, gracias a mi apuro me había olvidado de esta en la habitación.

Suspiré maldiciendo a mi falta de atención, y toqué un par de veces la puerta, a lo cual nadie respondió. Después de estar como media hora tocando y esperando, me desesperé y estaba listo para derribar la puerta. Pero entonces pude escuchar como el otro lado la abría y me arreglé esperando dar el sermón de mi vida a la otra persona por ser tan descuidada y sorda.

Nunca en la vida me hubiera esperado encontrarme cara a cara con el fenómeno que hizo que mi vida cayera. Max jodido Goof, para abreviar, novato.

Me sorprendí tanto en ese momento que las palabras simplemente no podían salir, así que el novato habló primero y vaya conversación que tuvimos.

— ¿Qué haces tú aquí?

— No, ¿qué haces tú aquí, novato? —Dije mientras caminaba hacia la mesita que teníamos y en el proceso lo aparte del camino, pero… mis nervios en ese momento me estaban matando, traté de controlarlos. —

— Espera Brad. —Dijo poniéndose delante mío. — No puedes entrar así a las habitaciones de los demás cuando se te dé la gana.

— Apártate. De. Mi. Camino. —Respondí remarcando cada palabra. Deseaba que el novato solo se fuera de ahí y ya. — Además, está es mi habitación para tu información, idiota.

— ¿Tú habitación? Ja, ni siquiera estudias aquí, Brad. Dime entonces, ¿cómo puede ser que comparto habitación supuestamente contigo? ¿Mhm?

¿Quién le dio derecho a estar de metiche en vidas ajenas? Dios mío, estar en la misma habitación con él iba a ser agobiante.

— No tengo la necesidad de aclararte nada, cerebro de mono. -Respondí secamente. —

Si ese animal tenía, aunque sea algo de cerebro se daría cuenta de que quería acabar con la conversación. Pero me sorprendió que, ante mi respuesta, fuera directamente hacia la puerta para cerrarla detrás de él.

Me sentía ahora aun más nervioso que antes por las acciones del novato, pero no iba a demostrarlo. Él siempre fue una persona impredecible.

— Bien. Entonces tenemos un buen tiempo para que puedas responderlas, de lo contrario llamaré a seguridad.

— No, no serías capaz. —Dije mirándolo con fastidio. Si llegaban a sacarme de esa manera de aquí, iba a ser un gran espectáculo que por cierto delataría mi habitación, lo cual no sería muy conveniente. —

— ¿Deseas saber de lo que soy capaz, Brad? —Me dijo con una jodida expresión retadora. —

— Mierda… —Susurré para mi mismo. De alguna manera el novato siempre hallaba una manera de acorralarme. —

— ¿Entonces, Brad?

Tardé un poco en pensarlo gracias a él, porque siempre que aparecía todos mis planes iban jodidamente mal. Aparte de llevarse mi bella vida, ahora deseaba que le cuente todo lo que pida ¿cómo si nada? JA que se pudra. Pero de igual manera tenía que responder, aunque sea algo.

— En primer lugar, no me llames Brad, es Bradley. En segundo lugar, sí, sigo estudiando aquí. Otra cosa es que no te hayas dado cuenta, novato. Y en último lugar, déjame en paz, simio idiota.

No me tomé la molestia de querer continuar con la conversación, así que directamente me giré en mi silla para poder ver uno de los libros que tenía a mano. Pude ver como se quedó quieto por un tiempo hasta que vio su celular. Parecía que recordó algo así que por fin reaccionó y fue a buscar sus cosas, que sé yo. Pensé que antes que se fuera por educación se despediría, pero simplemente se fue.

Después de aquello me quedé viendo a la puerta por un tiempo. No sé por qué, pero siento que este será un año bastante largo.

°Mine° / MAXLEYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora