El héroe profesional: BatMetal

Capítulo 31

"Gracias por la comida", Izuku oró por su tazón de katsudon. Al otro lado de la mesa, Silverfang hizo lo mismo sin palabras, y los dos cavaron en sus cenas.

A pesar de la comida en su boca, el anciano le preguntó al adolescente, "Te has sentido cómodo con tu visita hasta ahora?"

Izuku asintió con la cabeza mientras masticaba. Para el primer día de su estudio de trabajo, fue sorprendentemente más tranquilo y lento de lo que esperaba. Después de su primer encuentro con el héroe, el anciano lo había dejado relajarse como quisiera. Se le mostró la habitación en la que se quedaría durante la semana; se lo llevó a hacer un recorrido por el dojo y sus campos de entrenamiento internos y externos; se le ofreció un buen almuerzo; se le permitió descansar en el sofá y la televisión en una de las salas de descanso; se sentía más como el primer día de un viaje de vacaciones. El más sorprendente de todos fue la falta de cualquier otra presencia en el bar de los alrededores del compañero de pelo naranja de la agencia. Escuchó cómo el dojo había perdido todo su cuerpo estudiantil el verano pasado, pero seguramente algunos estudiantes nuevos habían llegado en rotación a través de las puertas.

El adolescente verde todavía aprovechó el tiempo libre, revisando las noticias en su teléfono para avistamientos de héroes y comparándolas con la lista que había escrito en su diario. Todoroki había hecho la noticia con Kamui Woods, un maridaje de madera y hielo trabajando juntos en la lucha contra un incendio en un edificio. Tokoyami solo había sido visto con Ryukyu solo de patrulla, pero la creciente fama de la heroína lo hizo titular lo suficiente. Lo mismo se dijo de su amigo morena, ya que Hawks y Uraraka fueron vistos en el centro comercial de Kyoto casi ahogándose en bolsas de colores. Iida llegó a los titulares principalmente de sí mismo, la noticia clama por la presencia inmediata de un nuevo Ingenium que ya está aumentando después del incidente con su hermano. Incluso All-Might fue mencionado, según los informes, visto en la agencia de su viejo compañero más temprano en el día;Izuku se preguntó si había una posible reunión de su equipo en las obras que no se había visto en más de seis años.

Izuku miró a través de la puerta del comedor, en dirección a la entrada principal de la agencia. "Debería estar esperando alguna clase mientras estoy aquí, señor?" le preguntó al hombre mayor. "Sé que su agencia también es el motivo de su escuela de artes marciales. Mi amigo estaba emocionado de ver que recibí una carta tuya, y probablemente se inscribiría después de que nos graduáramos." O tal vez antes, si había suficiente tiempo entre las clases para salir tan lejos en sus últimos años.

El hombre de pelo blanco sacudió la cabeza, su bigote se balanceó con el movimiento. "Desde entonces he cerrado el registro para la escuela desde el año pasado. Solo seremos tú y yo para tus estudios de trabajo."

El adolescente de cabello verde frunció el ceño a través de su próximo bocado, mirando hacia atrás en el salón vacío sobre su hombro. "Lo que pasó, si está bien preguntar?"

Silverfang continuó comiendo a través de su pregunta, mirando a la mesa entre ellos antes de responder, "Un estudiante mío en ese momento, Garou, agredí a mis otros estudiantes en un día en que estaba ausente de la enseñanza, dejando solo a mis estudiantes mayores a cargo. Se burló de todos ellos por su cuenta en la batalla, y cuando regresé, mis alumnos se retiraron de mi escuela."

De repente, el silencio a su alrededor se sintió mucho más sombrío. "Lamento escuchar eso, señor."

El viejo héroe asintió. "Gracias. Solo Charanko permanece de mis estudiantes, finalmente obteniendo su licencia de héroe el invierno pasado. También estará ausente de este estudio de trabajo; tiene asuntos familiares que pidió atender durante la semana."

Bien, Izuku había estado allí para esa conversación. Se avergonzó de admitir que se sintió aliviado después de escucharlo. El adolescente extravagante podía decir cómo se sentía el joven acerca de su presencia por sus miradas frecuentes y su ceño fruncido constante, aunque no era como si sus palabras no lo hubieran hecho obvio desde el principio.