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El rubio estaba realmente nervioso, ese repentino llamado de parte de peli-verde con esa mirada sería y que no lo haya llamado con un insulto, sino, con su nombre
Hizo que un escalofrío recorriera completamente su espalda
- ¿Que paso? - pregunto con nerviosismo -
El otro no respondió, solo desvío la mirada. No sabía que hacer, no había pensado muy bien las cosas cuando dejó al otro rubio mayor, solo salió corriendo hacia la habitación
Que obviamente tardo unas par de vueltas en encontrar, ya que "las paredes se movían" y no permitían que el peli-verde tomar la dirección correcta
- Ma-... ¿Zoro? - no creyó que fuera justo llamarlo por su apodo cundo el lo había llamado por su nombre -
- Sanji... - nervioso baja la cabeza y toma valor para susurarle - ...Quedate conmigo...
- ¿Qué? - estaba algo confundido por las palabras del otro y un ligero tono carmín empezaba a cubrir sus mejillas — No entiendo, ¿Cómo?
— Sanji...Quiero estes junto a mi... — se rasco la nuca nervioso — Yo...quiero ser algo más que tu nakama o rival — el rojo se estaba apoderando de sus mejillas — T-Tu... quisieras ser mi...mi
— ¡SI! — sin dejarlo acabar de hablar se tiro encima y ambos cayeron al piso —
El dolor de la caída no importaba en lo absoluto para ninguno de los dos
Ambos estaba tan felices que ignoraban todo a su alrededor
— ¡¿De verdad?! — pregunto sorprendido por la repuesta afirmativa pero igualmente feliz por este misma —
— Claro que sí idiota — escondió su rostro totalmente sonrojado entre en hombro y el cuello del peli-verde —
Y así se quedaron, un rato en silencio, que no era incómodo en lo absoluto, era tranquilizante y cómodo para ambos
Luego de un par de minutos juntos, se levanta ayudándose el uno al otro. Dejando su tan cómodo y romántico momento, para antes de ir hacia la puerta darse una mirada llena de cariño y un ligero rose de labios
Ya se disponían a salir de la habitación con rumbo hacia donde se encontraban los demás
Dispuestos a contarles a todos sobre su relación, sabiendo perfectamente que se podrán tan felices como ellos los están en ese momento
Pero siempre hay un "Y si" pero, ¿A quien le importa? A ellos obviamente no, así que ignoraron cualquier pensamiento negativo y tomaron rumbo hacia los demás
Los cuales se encontraban en la cocina, charlando tranquilamente y felizmente, charla que fue interrumpida por el rechinar de la puerta abriéndose
Franky tendrá que arreglar eso. En el umbral de la puerta se encontraba los dos tlrtplos sonriendo como idio- enamorados ;)
Cosa que sin duda sopredio a los demás y, aunque se hacien una idea, les dió un pisca de curiosidad del porque no estaban peleando como era de costumbre
Y las preguntas no tardaron en llegar, más rápido de lo usual, por un par de curiosas señoritas
—Y bien...¿Nos dirán porque tan felices? — lesonrió pícara al peli-verde, que anteriormente la había corrido del la habitación —
— Nami-san... Nosotros...emm bueno — los nervios y la mirada complize de las dos damas de la tripulacion hacen que sus mejilla se bañan de un color carmin y no pueda pronunciar palabra —
— Nosotros...estamos en una... relación — tomo suavemente la mano de su acompañante y miro hacia otro lado totalmente avergonzado —
La tripulacion se quedó callada unos segundos, haciendo que los dos se pusieran nerviosos y el pánico los atrapaba
Y antes de que alguno de los dos pudiera decir algo, fueron interrumpidos por el grito de la nevegante y el tirador del barco
— TE LO DIJE — se levantó de un salto de la silla — Me debes 1.000 berrys
— ¡No es justo! — reclamo para luego sacar dinero de sus bolsillos y dárselos a la otra que la tomo felizmente. Luego de esm dirigió su mirada a los tortolos — Felicidades chicos
— Felicidades cocinero y espadachín -san — les digo para darles una sonrisa sincera —
— ¿Eh? — despegó su vista de los billetes un segundo — ah, si. Felicidades chicos — dijo fugaz para volver a contar el dinero que le había ganado al moreno —
— !SUPER, felicidades! — dice con una gran sonrisa y limpianzoce unas pequeñas lágrimas —
— Felicidades, son tan lindos que me hacen llorar, pero yo no tengo ojos Yohohoho ríe por si chiste pero está igual de feliz que sus nakamas —
— ¿Eso significa que ya no habrá más peleas? ¡Que bien! — suspiro con alivio y les dió una sonrisa tierna —
— Shishishi ¡Hay que hacer una fiesta! — se levanta de su silla y alza las manos proponiendo su idea el capitán del barco —
— ¡SI! — gritaron todos juntos —
Y así como se dijo se hizo. Una pequeña fiesta se armó, con algo de alcohol y comida por parte de Sanji, celebraron pasando un muy agradable momento la tripulacion de los mugiwaras
Con alguien igual de feliz mirándolos en el umbral de la puerta, para luego unirseles con una gran felicidad
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