Jeon Jungkook
Fue súbito.
El aumento de la temperatura en el ambiente lo despertó durante la noche. Tres de la mañana marcaba el reloj encima de la cómoda. En un estado de latargo y confusión se dio la vuelta y no encontró a Taehyung a su lado en la cama. Barrio con la mirada toda la habitación y lo vió bañado entre las sombras, sentado en el sofá a pocos metros con su torso desnudo y con gotas de sudor recorriéndole el cuerpo y las mejillas sonrosadas. Tenía un trago de Bacardi en su derecha y la cabeza gacha, todo indicaba que se había levantado en algún momento al no poder conciliar el sueño y acabó quedándose dormido de esa manera.
Abandonó la cama y se acercó para verificar su temperatura tocando su frente con el dorso de su mano y no pudo mantenerla allí por más de tres segundos. Estaba ardiendo en fiebre.
Inconfundiblemente, este era el rut de su alfa.
Había estado tan ocupado lo últimos días yendo y viniendo de ruedas de prensa, calmando y explicándole a los ciudadanos, que había pasado por alto una fecha tan importante.
Recordó como Taehyung se había portado hostil con todos, sin excluir a sus amigos, y lo mucho que le pidió acurrucarse en la cama y no dejarlo ir de sus brazos sin importarle lo muy ajetreada que estaba su agenda. Parecía que era la única cosa que Taehyung quería hacer últimamente: Abrazarlo.
Ahora, con el cerebro más descansado, empezaba a comprender su comportamiento inusual.
Se trataba del primer rut que pasaría con su alfa estando embarazado.
Hubo una liberación de feromonas tan potentes y densas que ardieron alrededor de sus narinas. Su cuerpo, instintivamente, reaccionó de la misma forma, despertando a su dormido miembro y lubricando su parte trasera para ser tomada.
Aclaró su garganta.
—Cariño. —Le llamó.
Taehyung alzó la cabeza medio sobresaltado por haber sido despertado.
JungKook se subió al regazo ajeno y acarició la mejilla de su pareja, intentando traerlo de donde sea que deambulaba su mente febril.
—Estoy justo aquí.
El alfa enfocó su rostro con dificultad.
—Mi bonito soldado... Que bien hueles.
El omega asintió y llevó la mano ajena a su mejilla, para que Taehyung sintiera su piel. Sabía que sus mejillas eran una de las partes favoritas de su esposo.
—Ha comenzado tu rut.—Le dijo pausadamente.
El alfa abrió los ojos y en tres movimientos se alejó de él, con su pecho agitado.
—Voy a tomar inhibidores antes de que pierda la razón por completo.
Jungkook lo observó sin entender.
—¿La fiebre afectó la parte equivocada de tu cerebro? Soy tu omega y no permitiré que pases un celo con inhibidores.
Persiguió al alfa hasta el vestidor, donde, al parecer, estaba guardando una tableta de pastillas que no supo cuándo compró. Ellos nunca atravesaron un celo en solitario, ni mucho menos sintieron la necesidad de comprar inhibidores. Su descontento con lo que estaba pasando era palpable en su voz.
—Aunque bebas mil de esas píldoras sabes muy bien que no es lo que tu cuerpo quiere. —Jungkook invadió su espacio personal, metiéndose en el eje del torbellino de feromonas, y susurrando en su oreja con aire provocativo—Tú me deseas a mí, quieres follarme contra esa gran cama mas que a nada en este momento, Kim Taehyung. No me engañas.
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OMEGARCADO © Taekook
FanfictionCuando estalla una conflagración de la que no está enterado y quién debería protegerlo, es quién debe ser protegido, Jungkook intenta que el miedo no lo paralice. El general de brigada Jeon no esperó enterarse de su embarazo justo cuando el régim...