Los Problemas Amorosos de Saiki Kusuo~💌

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La hora de salida de aquel instituto estaba a un abrir y cerrar de ojos y como lo prometido es deuda, El equipo de Kokomi tomó a Saiki por sorpresa saliendo del aula, llevándolo al casillero de Satou antes de que el ya mencionado saliera de su salón para cambiar sus zapatos. 

―Esperen, ¿Por qué estamos aquí?―. Preguntó el pelirrosa a las chicas, pero estas solo se miraron mutuamente a los ojos mientras cada una sostenía algo en sus manos. ―Escucha Saiki, Kokomi te dijo claramente que ese chico va a caer totalmente enamorado de ti, así que antes de irnos a mi casa tienes que dejarle esto en su casillero a Satou, los presentes potenciarán mucho más la probabilidad de que terminen juntos!―. Dijo Mikoto con una mirada firme.

―Toma Saiki, ponle estos chocolates―. Teruhashi le dio una caja en forma de corazón llena de bombones y chocolates pequeños, ―Esto va de mi parte chico rosa *susurrando* Solo por que Koko me lo pidió―. Imu le dio una carta que se asemejaba mucho a la letra de Saiki para evitar confusiones. ―Y por último va mi regalo Sai, tómalo―. Un tierno osito de peluche cayó sobre las manos del chico, el cual tomó todos los regalos y los acomodó en el casillero del castaño, Saiki mediante su clarividencia logró ver como Satou se aproximaba a su casillero, apresurándose y dejando todo listo para que se lleve una linda sorpresa, por consiguiente, los cuatro se fueron en dirección a la casa de Mikoto para conversar sobre los problemas amorosos de Kusuo.

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Ya en la casa de Mikoto aquel cuarteto se adentró a la habitación de la ya mencionada, Saiki se sentía raro, nunca había ido a una casa de ninguna persona antes, mucho menos por temas como ese, pero simplemente se relajó y sentó en el alfombrado suelo de la habitación, contemplando la decoración, las tres chicas lo dejaron un momento a solas mientras se iban a "alistar" para la dura charla que se aproximaba.

Minutos después al cuarto entraron las muchachas con dulces, cosméticos, almohadas y peluches en sus manos, además estaban en pijamas, listas para una gran tarde de discusión, y como era de esperarse, le dieron una pijama color verde de flores rosas a Saiki, enviándolo al armario para que se cambie ese uniforme y se sienta cómodo en aquel lugar.

―¡Listo chicas! ahora que Saiki está totalmente listo para esta conversación- ―. ―No, no lo estoy―. Interrumpió Saiki, ―Bueno, por eso te vamos a ayudar como las buenas amigas que somos, dinos, primero cuéntanos como empezó todo para poder ayudarte, ¿Cómo te sientes?―.

―De verdad no puedo creer que esté haciendo esto... *suspiro* Bueno, supongo que intentaré contarlo todo a detalle..―. ―*pensamiento* Aquí vamos―.

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