Cortos y One Shots (Piggy Ships)

Tobi x Billy

Notas:

•Basado en una enfermedad ficticia

•Star Tears Disease o llanto estelar

(ahí va la explicación)

Quien padece esta enfermedad, su primer síntoma son miles de lágrimas con forma de estrellas. Consecuencia de un amor no correspondido.

El segundo síntoma sería es la incapacidad de colores, y al final el enfermo queda en ceguera temporal. Quien logre superar la enfermedad, tiene como recuerdo las estrellas en su rostro para siempre.

•No pago terapias por lo de la mitad del capítulo, por que Uvulux no las paga a todo el fandom 🥺

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◇~Star Tears Disease◇~

Un tipo de enfermedad nueva —no contagiosa— se comenzó a hacerse rumores, Tobi directamente no creía en esa idiotez.

O hasta que comenzó a llorar, al recordar que el chico que le gusta estaba enamorado de alguien más.

De sus ojos caían lágrimas de estrellas, intentó de limpiarlas rápido pero aparecían más.

–¿Pero que... carajos? —dijo confundido el bombero.

Intentó de las pocas formas posibles de quitar esas estrellas que tanto aparecían. Decidió buscar en Internet que era lo que le pasaba.

–¿Llanto estelar? —alzó la ceja confundido mientras una mirada un poco molesta se formaba— ¿Que clase de nombre es ese?

Puso en blanco los ojos y entró a ver el porqué pasaba.

–"Por un amor no correspondido" —murmuró al leer eso y suspirar— ugh, maldita seas Billy.

Decidió buscar más respuestas, cuándo intentó ir a un hospital dijeron que no podían atenderlo. Al no haber tratamientos; así que decidió volver a buscar.

–Um... aquí dice que si Bill te corresponde, te puedes curar —dijo Anteo tratando de ayudar a su mejor amigo— pero hay un pequeño problema

–¿Que le gusta otro? —preguntó Tobi alzando la ceja.

–Aparte de eso —miro incómodo a otro lado— de que si te logras curar las estrellas se quedarán.

–Debe ser una puta broma —sus ojos se abrieron mucho y recibir una negación— ¡UGH! ¡Estoy faltando demasiado al trabajo, por esta porquería!

–¿Intentaste hablarlo con Billy esto? —preguntó el de cabello rojizo.

–No —su tono de voz paso a uno frío.

–Te puedo ayudar —una pequeña sonrisa se formó en su cara.

Le encanta ayudar, y más si se trataba de su mejor amigo.

–Bien... gracias Anti —se levantó de su asiento y abrazó al creado en laboratorio.

Primero debería ver cuando Billy estaba desocupado —ya que trabaja mucho— y cuando podría él declararse. En dentro de 4 días habían acordado verse.

Lo segundo era preparase para aquella declaración, le daba bastante vergüenza. Y más si Anteo le hacía reír cuando practicaba.

Aquél día, estaba que se arrepintió de eso.

–Hola Bill —saludo, si pudiera le hubiera saludo.

–Hola —le devolvió el saludo y le sonrío— ¿te enfermaste acaso?

–Si... solo es un pequeño resfriado —mintió, era la única manera que no se note su pequeña enfermedad— ¿Podríamos hablar en un lugar más... privado?

–Si claro —contestó el toro para seguirlo.

No había gente cerca por suerte en aquella banca de la plaza.

–Verás... te quería decir algo hace bastante tiempo, espero no arruine en nada nuestra amistad —dijo Tobi un poco apenado.

–Claro ¿Porqué se arruinaría? Puedes decirme —contestó quien trabaja en un gimnasio.

–Me haz dicho hace bastante que te gusta alguien... pero, me gustas hace como 6 meses. Y al recordar eso me enferme —suspiró molesto y se quitó la mascarilla— estoy sufriendo de la enfermedad esta que se estaba rumoreando mucho.

Pudo ver como Billy en sí estaba en shock, presentía que probablemente estaba pensando él en cómo rechazarlo. O hasta que sintió un pequeño beso de parte del toro.

–Hasta que por fin captas mis indirectas —se rió quien sufría heterocromina luego de la infección.

–¿Eran indirectas? —preguntó arrepentido el de ojos amarillos.