– Como pueden ver a través de los años, los materiales y expediciones han cambiado, pero la incesante búsqueda de conocimiento no tiene fin. Cada nuevo descubrimiento nos acerca un paso más a resolver los misterios del universo, así que cuento con ustedes para seguir el camino de la ciencia.
Los jóvenes aplaudieron al hombre frente a ellos, algunos por la felicidad de saber que la presentación había llegado a su fin, otros se acercaron con curiosidad hacia el ya que no era muy común ver científicos extranjeros en su universidad.
Xeno había sido elegido para dar una conferencia sobre la importancia de la ciencia en las universidades de Japón. Parecía algo noble llenar de esperanzas y deseo de conocimiento a jóvenes que comenzaban su vida adulta pero en realidad tenía muchas ganas de irse.
El preferiría estar en su laboratorio, creando un nuevo virus o material inorgánico, a soportar como unas niñas lo miraban como enamoradas por sus rasgos exóticos.
Llamar la atención y crear discursos no era su fuerte, aún así muchos en ese lugar estaban cegados por su título de científico de la NASA como para darle importancia a sus palabras.
Al terminar su trabajo de voluntariado en las escuelas decidió tomar un día de descanso y salir a hacer turismo. Después de todo no tenia vacaciones tan seguido y le gustaba la cultura japonesa.
Había muchas cosas interesantes, incluso compró un poco de maquillaje para cierto militar, y se encontraba viendo algunos productos locales cuando tropezó con un niño pequeño.
– I'm sorry – le dijo con una sonrisa.
Le parecía extraño que un niño tan pequeño supiera su idioma pero no le tomo importancia mientras seguía con lo suyo.
Hasta que notó que ya no traía su billetera.
– Oye, ¿¡Como te atreves!?
Vió al mocoso a lo lejos.
Su cabello ayudaba a reconocerlo, tenía una mitad más larga de color blanco y la otra mitad más corta de negro y en el rostro tenía una cicatriz que iba desde su ojo hasta su cuello, en cuanto lo escuchó salió corriendo.Había sido un ingenuo al caer en un truco tan viejo, aún así no podía dejarlo ir, en esa billetera traía su pasaporte y sus documentos. Si no lo recuperaba quedaría atrapado en Japón hasta que pudiera contactar con la embajada de su país.
Estaba quedándose sin aire y por su pésima condición física había perdido de vista su objetivo en medio de la multitud. Siguió caminando un poco más hasta que se cansó y cayó en la pared de un callejón para recuperar el oxígeno.
No podía creer que un niño le había ganado en una carrera y ahora tendría que hacer mucho papeleo para recuperar sus cosas.
– Gen, ¿Estás seguro de esto?
– No tienes que seguir preguntando, ya te dije que es para ti.
Xeno sacó las manos de su cara y olvidó el sufrimiento hacia si mismo al escuchar una voz parecida a la de quien estaba buscando.
Volteó con sigilo para encontrar la distinguida cabellera bicolor del pequeño ladrón hablando con un niño peli marrón que tenía algunas heridas en su rostro.
– Pero es mucho dinero, no deberías darme todo.
– No es como si me hubiera esforzado tanto en conseguirlo, solo hice algunos trucos que impresionaron a un extranjero – mintió con una sonrisa de confianza – con eso podrás conseguir un mejor hospital para que tú hermana se recupere.
El niño asintió con lágrimas en sus ojos mientras abrazaba a su amigo por tan noble gesto, se alejó para dirigirse al hospital y que cambiarán a su hermana a uno mejor cuanto antes.
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Un Hogar Poco Convencional
FanfictionCuando alguien viaja al extranjero, suele volver con algún souvenir o un regalo típico. Sin embargo Xeno, es el único capaz de regresar de Japón con un "souvenir" que habla, lee y resulta ser un niño de cuatro años. Este pequeño está a punto de rede...