Cronología: x792 (primera noche de la misión de los 100 años)
"No importa que tanto crezcamos, el miedo siempre estará presente en nuestras vidas. Aunque quieras no puedes solo ignorarlo, por lo que debes aprender a vivir con él, a sobrevivir a él."
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《Soportar el dolor no es una novedad para mí, aguantarlo y callarlo en lo más profundo de mí, es algo que me he acostumbrado hacer desde pequeña.
Cuando mi padre se enojaba y gritaba, lo más común era guardarme mi dolor y mi miedo, cosas que nunca le mostré a nadie. Después de tanto sigue siendo igual.
Creí que después de tanto finalmente eso había cambiado, que había comenzado a sacar todo lo que llevo dentro, pero nada cambio, yo sigo aguantando y escondiendo todo en mi interior y los demás siguen avanzando lejos de mí.》
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El equipo más fuerte del gremio de las hadas, se encontraba hospedado en un hostal, habían comenzado su camino hacia la misión de los 100 años, hacia ya tres días, se podría decir que estaban emocionados y algunos asustados; pero todo iba de la mejor manera, al menos para la mayoría.
-¿Qué haces Lucy, es media noche?- pregunto la pelirroja, somnolienta.
-Perdona, no quise despertarte, solo saldré a tomar un poco de aire- susurro, saliendo de la habitación.
Al cerrar la puerta pudo observar como la pelirroja volvía a sus sueños profundos, y la pequeña Wendy y los exceed permanecían sin inmutarse.
Camino silenciosamente por el pasillo, hasta salir al balcón del segundo piso del recinto.
-Si sabes que es media noche verdad- comentaron a su espalda.
No volteo, no le sorprendió que viniera detrás de ella, de hecho estuvo esperando a que apareciera detrás de ella.
No se molestó en secar las lágrimas que traviesamente habían escapado de sus ojos, solo volteo y se aferró a su torso, necesitaba sentirlo, necesitaba saber que todo había terminado, que todo era diferente, que él seguía con ella y no había desaparecido en el aire.
Por supuesto el mago de fuego no dudo en corresponderle, desde el momento en que las luces se habían apagado para dormir, pudo sentir un olor a ansiedad proveniente de la rubia, podían estar separados por un pasillo y dos paredes, pero el siempre estaría al pendiente de la mujer más importante de su vida.
Era un idiota en muchos aspectos, pero no era ajeno a sus sentimientos, sabía lo que sentía
Pero hasta que el mundo no sea seguro, hasta que el no fuera lo suficientemente fuerte para protegerla, los mantendría en silencio, se quedaría a su lado en los momentos difíciles como este, hasta que ambos estén sanados y hasta que él pueda reunir la suficiente valentía, para expresar todo lo que guardaba en su corazón.
-dijiste que las pesadillas estaban bajo control- murmuro, apoyando su cabeza en la de la rubia quien lo abrazaba con fuerza.
-perdón, lamento ser tan débil- susurro débilmente, fue casi incomprensible, pero no para el oído del dragón.
Natsu formo una mueca de desagrado, no le gustaba que la maga se despreciara de esa manera, pero en estos momentos no podía reprenderle sin cuidado, el más que nadie sabía el terror que significaba perder a personas importantes, ni siquiera el mismo había superado la muerte de su padre, la de la versión futura de Lucy y el terror de la escena en la batalla contra su hermano, el perderla.
No podía decirle que las cosas había que superarlas, sería muy hipócrita de su parte hacerlo. Y menos cuando él sabía perfectamente que Lucy había estado perdiendo cosas sin parar desde hacía mucho, primero fue su padre, después su hermana, seguido de ella misma en una versión futura y la gota que derramo el vaso, perder a Acuario el espíritu que más que su amiga, fue una segunda madre para la rubia.
La sintió apretar con más fuerza su agarre, por lo que acaricio en silencio su espalda en ese momento no podía decirle nada, pero no la dejaría sola, eso jamás, se apoyó en la puerta tras él y con sus brazos empezó a arrullarla lentamente, porque al menos en lo que quedaba de la noche la protegería de sus pesadillas, la mantendría a salvo y velaría su descanso en medio de ese abrazo.
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