CAP. 9 PELEA

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El sol de mediodía brillaba intensamente sobre el patio de la escuela, donde la tensión se podía cortar con un cuchillo. Monty, con su largo cabello que siempre había sido su orgullo, ahora se sentía vulnerable y expuesto. La reciente expulsión de Teófilo y lo que paso ese día, que había intentado agredirlo, había dejado un rastro de resentimiento. John y Ariel, enfadados y buscando venganza, estaban listos para hacerle sentir su furia.

Jonny:¿Así que tú eres el que causó todo esto, Monty? - dijo con un tono mordaz- Gracias a ti, Teófilo ya no está aquí. ¿Te sientes importante ahora?

Jonny: Sí, no te creas que has ganado nada. Todo esto es culpa tuya. ¿Vas a hacer algo al respecto, o solo vas a quedarte ahí? - Monty trató de mantener la calma, respirando profundamente para controlar su creciente furia.

Jonny: ¡Eres una niñata, Monty! - gritó John, tirando de su cabello con fuerza. ¿Qué vas a hacer ahora, llorar y quejarte como siempre?

Ariel: Sí, eres un cobarde, todo esto es culpa tuya. Teófilo ya no está aquí porque tú lo hiciste expulsar - añadió Ariel con una sonrisa cruel. - Ahora nos toca a nosotros hacerte pagar por todo.

Monty, con el rostro pálido y los puños temblando, trató de mantenerse en calma, pero el dolor y la humillación estaban alcanzando su punto máximo. John seguía tirando de su cabello, y Ariel se reía, disfrutando del espectáculo.

Jonny: ¡Mira cómo te arrastras, Monty! ¿Qué piensas hacer? ¿Llorar más?

Ariel: Eres un perdedor total. Nunca has tenido valor para enfrentarnos. Solo te mereces lo que te estamos dando.

Monty, con el corazón acelerado y la mente nublada por la ira, reunió toda su fuerza y se liberó de la sujeción de John, dejando caer algunas hebras de su cabello en las manos de su agresor. Su dolor era evidente, y sus lágrimas empezaban a brotar, mezclándose con la furia que sentía.

Monty: ¡Déjenme en paz! - gritó, su voz temblando de rabia - ¡Basta de hacerme esto!

Jonny: ¡No te vas a escapar tan fácilmente! ¡Vamos a hacerte sufrir más! - respondió John con un tono amenazador. - ¡Eres un cobarde, y eso te lo vamos a demostrar!

Ariel: ¡Sí, te lo mereces! ¡Vamos a enseñarte por qué no deberías estar aquí!

Ariel avanzó para unirse a John en la agresión. Monty, incapaz de contener su furia, lanzó un golpe a John. El impacto resonó en el aire, y John cayó al suelo, sorprendido y dolorido. Ariel, al ver lo que había sucedido, intentó intervenir, pero Monty le dio un empujón, dejándolo también en el suelo, aturdido y sorprendido.

Freddy, el hijo de la directora, observaba con creciente preocupación. Su rostro reflejaba angustia mientras intentaba buscar una forma de detener la pelea sin causar más daño. Corrió hacia Monty con la esperanza de poner fin a la violencia.

Freddy: ¡Monty, para ya! - exclamó Freddy con desesperación. - ¡Esto está fuera de control! ¡Tienes que detenerte!

Monty, con la mente nublada por la ira y el llanto, le lanzó un rasguño a Freddy para apartarlo de su camino. La intensidad de la pelea estaba alcanzando su clímax, y el caos en el patio era palpable.

Monty: ¡Lo siento, Freddy! ¡No quería que esto pasara! - lloró Monty, sus lágrimas cayendo mientras su voz se rompía.
Monty: ¡Por favor, no llames a mi madre! ¡No quiero que ella se entere de esto!

Freddy: Monty, te ves tan... tan tierno y adorable... pero desolado... - dijo Freddy, con el rostro sonrojado por la preocupación y la ternura - Solo... solo calma. No quiero que te metas en más problemas.

La directora, al escuchar el alboroto, llegó corriendo al patio. Su rostro estaba pálido y lleno de preocupación al ver el escenario desolador frente a ella: John y Ariel estaban en el suelo, y Monty, agitado y lloroso, estaba enfrentando las consecuencias de sus acciones.

Directora:¿Qué está pasando aquí? - preguntó con voz dura y temblorosa, tratando de mantener la compostura. - ¡Monty, ¿qué has hecho?!

Monty, con el corazón acelerado y el cuerpo temblando, se volvió hacia la directora. Su furia se había transformado en una abrumadora culpa mientras enfrentaba la realidad de lo que había hecho.

Monty: Lo siento... murmuró, su voz quebrada por el arrepentimiento. - No podía soportar más. Me hicieron sentir como si no valiera nada. Por favor, no llamen a mi madre. No quiero que se entere de esto.

La directora, con una mezcla de ira y preocupación, organizó la situación mientras los estudiantes observaban en silencio, con los murmullos creciendo en intensidad. La gravedad de la situación se hundía en todos los presentes.

Directora: Esto es completamente inaceptable - dijo la directora con firmeza, sus ojos llenos de preocupación. - Monty, tendrás que enfrentar las consecuencias de tus acciones. La violencia no puede ser tolerada en nuestra escuela.

Freddy, con una expresión de tristeza y frustración, observaba a Monty y luego a los dos rivales inconscientes. La ternura en su rostro al ver a Monty tan desolado contrastaba con la gravedad de la situación. Quería ayudar a su amigo, pero no sabía cómo.

Freddy: Monty, de verdad, ¿cómo has llegado a esto? - preguntó Freddy, su voz temblando por la preocupación. - Esto no era la solución. Tienes que pensar en las consecuencias de tus actos.

Monty, con la cabeza agachada y las lágrimas corriendo por su rostro, solo podía pensar en el dolor que había causado y en cómo eso afectaría su vida. La tristeza y la culpa lo abrumaban mientras enfrentaba el peso de sus decisiones.

El patio quedó en un silencio sombrío, con la sensación de un día perdido y un futuro incierto flotando en el aire. Monty, con la culpa y el arrepentimiento pesando sobre sus hombros, reflexionaba sobre cómo sus decisiones habían llevado a esta situación y cómo afectaría su vida a partir de ahora.

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⏰ Última actualización: Jul 03 ⏰

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UNA VIDA CON LAMENTOS ( Montgomery Gator )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora