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Cuando tenia cuarenta y cinco años, Ryujin volvió llorando de la escuela.
— Una niña se burló de ella porque no sabía jugar al voleibol — comentó Seungmin, abrazando a su hermana.
Felix llegó corriendo de la cocina y levantó en brazos a nuestra hija, quien se abrazó con fuerza an ella.
— Mi amor, esa niña no sabe lo que dice. Tú sabes hacer muchas cosas que seguramente ella no puede hacer. No dejes que sus comentarios tontos te hagan sentir mal — le dijo en el oído mientras yo le daba un beso en su frente.
— ¿Y Jisung? — mi hijo de once años no había llegado con sus hermanos.
Seungmin caminó hacia mí.
— En el recreo dijo que las niñas le parecían feas, y un niño lo llamó "estúpido gay". Él fue al baño a llorar, pero Hyunjin lo siguió y creó que logró calmarlo. Yo no fui porque me enteré de todo esto después.
Crucé miradas con Felix y le dediqué una pequeña sonrisa, al recordar aquella vez cuando éramos niños. Él me tomó de la mano.
Hyunjin era el mejor amigo de Jisung desde que era un bebé. Su familia se había mudado al lado de nuestra casa cuando él tenía dos años, y su padre había resultado ser Minho, mi mejor amigo de la infancia.
Pero si eso pasó en el recreo... ¿Por qué ahora no está aquí?
Seungmin soltó una risa.
— Ya conocen a su hijo. Al acabar las clases buscó al niño que lo había tratado mal y le dio un par de patadas. Digamos que se quedó castigado. No la dejarán salir hasta que uno de ustedes no la recoja
Felix me miró, preocupado.
— Yo me encargo, amor — y corrí hacia el auto.
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