Un 'te quiero' sincero

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Había cambiado, era innegable. Su actitud cambió, su forma de hablar y de hablarse cambió, su cuerpo cambió, sus emociones cambiaron...No se había dado ni cuenta cuanto había cambiado en aquel tiempo. Estaba tranquilo, no feliz ni dichoso, tranquilo...y le encantaba. Ganas de vivir, ganas de seguir adelante, ganas de amar, ganas de experimentar, como un fuego salvaje expandiéndose por su cuerpo. Sonreía mientras se perdía en sus pensamientos mientras escuchaba aquella charla en Youtube. Algo de lo que dijo el orador le hizo desconectar para conectar consigo mismo, estaba allí y a la vez no. Pero estaba bien, todo estaba bien en aquel momento.

Prestó atención a la charla de nuevo y, de repente, un simple consejo que lanzó aquel orador le hizo reflexionar y además era fácil, de hecho podía hacerlo en aquel mismo instante, y no lo pensó. Se levanto de la silla, pausando el video, y dirigiéndose al baño. Entró, la claridad del día por la ventana, avanzó un paso y tornó a su izquierda, de frente al espejo. Se miró, y solo bastó aquello para notar algo que no se había percatado hasta ese momento. Estaba brillante, irradiaba un aura que estaba llenando aquel baño, sonrió y se gustó mientras se miraba.

Se fijó bien en su reflejo, tenía una mirada cálida, un expresión tranquila, relajada y jovial. Le gustaba lo que veía, era él, por primera vez se vio en todo su esplendor, y era algo que le llenaba de un sentir muy agradable. Acto seguido se miró, justo a los ojos, como nunca antes lo había hecho, y se sobrecogió, con una emoción que no había notado nunca antes. Era casi hipnótico, notaba que se veía por primera vez en la vida. Sonrió, ladeó la cabeza un poco, abrió la boca y dijo:

-Te quiero.

-Te quiero-repitió.

El pecho se le estremeció, y las lágrimas fluyeron por sus mejillas, pero a la vez sonreía...sonreía mientras dos emociones lo colmaban. Felicidad y orgullo llenaron su ser, lo abrumaron, le colmaron los ojos de lágrimas y esgrimieron una sonrisa amplia en su rostro.

Fue como abrazarse a uno mismo, como conocerse de nuevo, como juntar dos partes de un todo. Fue una unión.

A día de hoy, uno encontraría difícil de explicar que sucedió en aquellos instantes, que se removió por dentro, que se liberó después de tiempo encerrado, que se unió de manera esotérica dentro...pero él estuvo allí, y aunque no sabría explicarlo, ¿qué más da? El lo sintió. Y eso vale más que cualquier explicación que su "inteligencia" quisiera ofrecerle.

A veces la vida va sobre sentir y no tanto sobre pensar, ¿no?

Retazos de InconscienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora