Capítulo 5

7 0 0
                                    


Kilian

Finalizo con la ultima reunión saliendo de la oficina dando un portazo cuando entro a mi despacho sintiendo a la otra persona caminar a mis espaldas hasta sentarse en el enorme sofá.

—Sal de aquí antes de que te corra a patadas, tu sola presencia me irrita.

—Ten, tomate un té, necesitas calmarte un poco. Deberías salir esta noche a beber algo conmigo, conozco un buen bar que te va a encantar.

—No me apetece.

—O puedes salir pero no conmigo y no precisamente a un bar, sino a un restaurante, muy elegante, cuya mesa está reservada para las 9 de la noche con la increíble compañía de una mujer despampanante —sonríe orgulloso.

—¿Lilah?

—Así es, ya le mandé la dirección, dejé todo completamente en orden.

Y por primera vez en el día, sonrío. Era la noticia más agradable, aunque fueran solo un par de horas, la vería, para mí eso era más que suficiente.

Paso el resto de la tarde metido en reuniones, dejo todo listo para el día de mañana, salgo del edificio y conduzco hasta mi departamento. Ya en el gym, hago mi rutina de ejercicio aproximadamente 1 hora, normalmente solían ser 30 minutos o menos, dependiendo de cuánto trabajo tuviese que revisar más tarde. Pero esta vez tenía la noche libre para poder hacer mis cosas con el debido tiempo.

Termino de ponerme mi perfume el cual usaba para este tipo de ocasiones más especiales, Dior Sauvage.

Salgo en el Maserati MC20 y conduzco a la primera dirección que debía ir, Cartier. Compro lo necesario y dejo todas las compras en el auto. Entro al restaurante llamando la atención de algunas mujeres que se ruborizan al verme, no las determino y solo sigo mi camino hasta la mesa reservada, pido que traigan la carta y al cabo de unos minutos entra al lugar aquella diosa con una belleza totalmente inigualable.

No había ni una sola gota de maquillaje en su rostro y lucía un vestido negro corto de terciopelo, tacones del mismo color al igual que su bolso, sus uñas estaban pintadas de un tono rojo oscuro, definitivamente se veía perfecta. Y podía asegurarlo más el hecho de que tenía a todo el mundo mirándola pero sus ojos solo estaban puestos en mi.

—Espero no haber sido muy puntual, ¿ya ordenaste? —niego levantándome para acomodarle su silla a lo que ella me agradece con una sonrisa—. Como recomendación, podríamos pedir una sopa fría de tomate.

—Me parece bien, ¿ya habías venido antes?

—Vine a la inauguración y luego tuve una reunión de negocios en el segundo piso, la vista de ahí es maravillosa.

—Supongo que aquella reunión fue con tal persona que estoy pensando, ¿o me equivoco?

—No, no te equivocas.

El resto de la cena lo disfrutamos con preguntas casuales de vez en cuando, disfrutaba aquel momento de paz entre nosotros, era una de las pocas veces que hablábamos sin pelear o que uno de los dos estuviera a la defensiva.

—Así que, Alva Rust, ¿qué haremos al respecto con ella?

—Posiblemente mañana nos van a interrogar, dirás que en esa semana estuviste fuera del país por negocios, si soy más específica, en Turquía. Yo diré exactamente lo mismo solo que a diferencia de ti, estuve en Grecia.

—Ahora está bajo la protección de testigos y sabes que si me llegase a ver, su comportamiento será muy agresivo e incontrolable. Comenzarán a sospechar de inmediato.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Between Two SidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora