14. La sombra y el remolino

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Después de haber sentido la tremenda descarga de Ki proveniente de Konoha, Niwatori decidió que debían regresar lo antes posible para saber que era lo que pasaba, sabía que Naruto debía descansar sin embargo esta era una emergencia y de las grandes.

Así que sin más que discutir emprendieron el camino de regreso a Konoha pero esta vez volando, Tsunade y Shizune con su cerdito ya iban con ellos y cabe decir que todos estaban muy preocupados y tratando de no esperar lo peor.

- Espero que Hiruzen haya podido controlar la situación - pidió Niwatori serio y preocupado por la aldea.

- Ese gran Ki esta disminuyendo poco a poco, parece que todo se esta controlando - afirmo Kyabe desde atras con Naruto en su espalda.

- Bueno, eso me tranquiliza un poco pero aún así revisar que todo este bien y que no haya percances no esta de más - sonrió el anciano Saiyajin - ¿Vas cómodo Naruto? - pregunto.

- No se preocupe por mi, voy bien señor - respondió el pequeño rubio desde la espalda de Kyabe.

- Bueno parece que ya todo esta más tranquilo - sonrió Hinami suspirando sin embargo se dio cuenta que Tsunade no había hablado hasta ahora y parecía preocupada por algo así que iba a preguntar pero Shizune se adelanto.

- ¿Qué sucede Lady Tsunade?, ¿Algo anda mal? - pregunto Shizune preocupada a su maestra que le miro de reojo y a Naruto que ahora estaba hablando con Hinata sin darse cuenta de que era observado.

- Hay que llegar lo antes posible a Konoha - respondió la rubia sin más a lo que Shizune volteó a ver a Naruto dándose cuenta de la verdad ahogando un grito.

- Pero...usted dijo que...- decía la pelinegra siendo interrumpida.

- Se lo que dije pero fue para no romperle la ilusión, cuando lleguemos a Konoha le haré una verdadera operación para devolverle la vista, pero necesito instrumentos específicos que solo hay en un hospital de verdad - informo la rubia con seriedad a su alumna.

- Entonces, ¿El recuperara la vista? - pregunto Shizune preocupada.

- Haré lo necesario para que eso pase - afirmo la rubia seria dando entender de las bajas probabilidades de que Naruto se quedará así.

Esa plática fue escuchada por Jiraiya, Niwatori y Hinami que se miraron preocupados pero sin decir nada, sabían que Tsunade tenía todo bajo control y ponían toda la confianza en ella.

Y así el grupo siguió su viaje hacía Konoha, llegando más rápido de lo que pensaron viendo que la aldea estaba tal como lo dejaron, pero aún se preguntaban, ¿Qué fue esa descarga de Ki que sintieron?

- Todo esta en orden al parecer - afirmo Niwatori descendiendo al igual que los demás en la aldea.

- ¿Qué habrá sido entonces ese poder? - pregunto Kyabe bajando a Naruto y sentandolo en la silla de ruedas.

- Solo hay una persona que puede saberlo, vamos - dijo Niwatori refiriéndose al Hokage mientras guiaba a todos dentro de la aldea.

- Al fin de vuelta en casa - sonrió Hinata a lo que Naruto asintió, ya esperaba que le quitaran la venda para ver de nuevo.

Mientras caminaban a la aldea vieron a cierto par de vigilantes durmiendo como era de costumbre sin notar al grupo recién llegado.

- Esto es el colmo - murmuro Jiraiya avergonzado.

- Esos dos nunca cambiaran - sonrió Shizune divertida viendo a ambos vigilantes profundamente dormidos.

- ¿Me disculpan? - sonrió Niwatori mientras se acercaba al puesto de vigilancia donde dormían azotando aus manos en la mesa y despertando de golpe a los guardias.

Un Nuevo AmanecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora