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–¡Arrestum momentum!–

Se escuchó una voz conjurar ese hechizo, no era la de Severus ni la de Lily y mucho menos la de Regulus, si no que la voz pertenecia a cierto licántropo que había observado el choque.

Severus suspiro aliviado, aunque también un poco confundido, no le importaba el Potter, pero inconscientemente había gritado, cosa que no había servido de nada lo que hasta cierto punto lo hizo sentir avergonzado.

Se quedó pensando por un rato para después levantarse de su lugar y indicar a Regulus con un dedo que ya se marcharán, por dos razones. La primera era que ya había terminado de recolectar la información que necesitaba, al menos lo suficiente para llevar la broma a cabo y la segunda, fue porqué no quería estar emparentado con cualquier incidente que involucrara a los mereodadores y mucho menos a James.

Ya había tenido suficientes problemas con ese grupo y lo más probable era que como el Slytherin se encontraba cerca lo atribuyeran a el la culpa.

–Apurate– Dijo fríamente mientras esperaba a que Regulus tomara las cosas y se levantará para irse del lugar.

Tan pronto como el Black menor se levantó, salieron de allí, no voltearon a ver a l Gryffindor y solo siguieron adelante. Regulus estaba bastante tentado a voltear pero al ver la cara y el porte de Severus supo que no debía de hacerlo.

Siguieron caminando hasta distinguir una fuente de piedra, que tenía detrás unas puertas de madera abiertas, que señalaba que ya habían llegado a la entrada del castillo, caminaron hasta entrar y después de eso bajaron un poco la velocidad de su paso, así que Regulus se permitió hablar a pesar de que notaba algo raro en el mayor.

–¿No fuiste tu? ¿Verdad?– Pregunto el menor aferrándose con una mano a la libreta que había ocupado para tomar las notas que Severus le dictaba.

–Claro que no–

–Pero...–

–¿No estabas prestando atención? Fue su estúpido compañero de equipo, no se si fue a propósito o si fue un accidente, pero, se la lanzo y está se
estrello.– Explico el de cabellos lizos.

–No estaba viendo, me acabas de pedir que escribiera algo cuando paso aunque ¿No se suponia que Potter tenía buenos reflejos?–

–Como acabas de decir Reggi, se suponía– Dijo aburrido haciendo un gesto con la mano para quitarle importancia, pero Severus había notado que el Gryffindor se encontraba distraído mirando a un punto fijo, se podía notar fácilmente si uno era observador.

Siguieron caminando en silencio hasta llegar a las mazmorras, donde  entraron a la sala común, ese día era viernes, ya habían terminado el horario escolar y solo quedaba la cena que era a las siete o a las ocho, el toque de queda era a las nueve, así que la pareja de Slytherins aún tenían mucho tiempo para organizar la broma o simplemente para platicar.

Cuando entraron a la sala común se sentaron en un espacio del sofá que se encontraba libre, en el resto se encontraban un Rubio, una perteneciente a la familia Black y otro niño de cabellos castaño, Severus se familiarizaba con ellos pero últimamente se estaba distanciando un poco, no al punto de dejarles de hablar.

–¡No! ¡No quiero ir! ¡Déjenme!– Grito la de rizos dando patadas al aire mientras lucios la sujetaba de un brazo para llevarsela con el.

–Bella, tenemos que ir– Dijo el Rubio mientras se pellizcaba el puente de la nariz con la mano que tenía libre.

–¡No! ¡ODIO esas reuniones! Son estúpidas ¡Todas son estúpidas!–

–Lo se, lo sé, pero tenemos que asistir, así que deja de estar haciendo tonterías y ya vámonos que se nos hace tarde– Dijo Lucios logrando que la Black se levantará del sofá para darse cuenta que tenía a su primo a un lado aunque no hizo mucha diferencia ya que solo lo ignoro saliendo del lugar en compañía de Lucius.

Todos se quedaron en silencio, no necesariamente un silencio incómodo, si no uno que quedaba al aire sin incomodar  a nadie, Severus volteo a ver a Reggi y luego a el castaño que se quedó en la sala común.

–¿Tu no ibas a las reuniones Crouch?–

–Pues si, pero convencí al Profesor Slughorn que tenía un resfriado y que podía contagiar a los demas–

Severus solo asintió, abrió su bolsa que eran las mochilas en Hogwarts y saco un libro empezando a leerlo aunque, sin poder evitar pensar en esas dichosas reuniones puesto que a ellas asistían Lily, Bellatrix, Malfoy y Potter, aunque lo más seguro era que el último no fuera por haber sido golpeado por la Bludger.

Volvió a suspirar retomando su lectura mientras el Black menor y el castaño se ponían a conversar, en ningún momento le molestó el ruido a Severus sin embargo este no se podía concentrarse del todo, por alguna extraña razón, estaba reviviendo el recuerdo de Potter siendo golpeado por la Bludger, ese recuerdo en particular le estaba generando algunos sentimientos.

¿Impotencia, Vergüenza, irá, decepción?

No lo sabía con exactitud.

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Por el lado de los leones, se encontraban en la enfermería, la señorita les estaba reprendiendo por las constantes visitas de esos cuatro chicos a la enfermería.

–¡Encerio no lo puedo creer! ¿No pueden pasar más de un mes sin venir a la enfermería?– Dijo la señorita en un suspiro mientras tenía una poción en su mano, entregándose la a el Black.

–Se la darás cuando despierte– Indico y salió del lugar dirigiéndose a su oficina para hacer el papeleo del incidente y de paso una queja al director por las constantes visitas de lo Gryffindors.

Cuando el Potter cayó de la escoba, Remus había invocado un hechizo realentizador que provoco que el daño del golpe se disminuyera, pero aún así al haber caído desde una larga distancia al tocar al suelo se desmayo. No sabían si era por el golpe o por el susto de haber caído a grandes alturas.

Obviamente detuvieron el partido y el primero en ir con el lastimado fue Sirius, de ahí le siguió su entrenadora para que después se formara una bola de chismoso alrededor del accidentado.

La entrenadora se había llevado flotando a el Gryffindor mientras sus otros dos amigos los seguían de cerca, al llegar a la enfermería lo primero que vieron fue la mueca de disgusto de la enfermara, no se le podía reprochar nada ya que ella se encontraba un poco harta de las constantes visitas de los amigos. Después de eso la entrenadora explico la situación y pusieron a James en una camilla.

Despues de que la enfermera saliera del lugar se quedaron en un extraño e incómodo silencio.

El Black aún estaba raro y confundido respecto a lo que estaba sintiendo por Remus y el mencionado no quería hablarle a su amigo si iba a responder como lo había hecho en el campo, pero al final el licántropo termino cediendo ante el incómodo silencio.

–Siri... ¿Te pasa algo?– pregunto el castaño volteando la mirada hacia Sirius y arrugando un poco la frente.

–..........–

–No, todo está perfecto– Respondió el pelinegro observando un punto en específico, queriendo ignorar la mirada de el otro.

–No mientas, no quiero que me digas mentiras, no se que te pasa últimamente, has estado distraído, frío y hasta un poco grosero, eso no me gusta ¿Que hize mal? ¿Que hicimos mal? ¿Tiene que ver con tu familia a caso?– Dijo con el tono más comprensivo que pudo, aunque a la vez se sentía molesto por la nula sinceridad que estaba teniendo el Black.

~♪Feelings♪~ /Historia en Español/ BL/ Jeverus/ James x Severus/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora