Vampire || Sungsun

Extra: Heejake

La relación entre Jake y Heeseung, al comienzo fue un tanto... extraña, pero de buena forma.

Los padres del menor, tenían asumido la orientación sexual de su hijo, por lo que sabían que no podrían cambiarlo, ya lo habían intentado, consiguiendo citas con chicas, pero aquello sólo desembocó en una cosa; peleas.

Las discusiones eran totalmente innecesarias, ya que podrían haberse evitado, varias veces Jake salía de su casa, yendo dónde algún amigo o familiar, para quedarse un par de días allí, la mayoría de casos iba dónde su abuelita, y aprovechaba de pasar tiempo con ella, pero de un momento a otro se enfermó y sólo empeoró, poco tiempo falleció, causándole un dolor gigante en su corazón.

Cuándo su familia entendió todo, pudo estar en casa, sin la necesidad de ocultarse o esconder cómo realmente era, podía hablar confiadamente con sus padres acerca de sus parejas, y ellos lo apoyaban, podían bromear y era un lindo ambiente.

Heeseung, cuándo vió por primera vez a Sim, simplemente le encantó, fue amor a primera vista, lo vió entrar al salón, con su bonito rostro sonrojado, pidiendo disculpas por llegar tarde, claro que, Taehyun no estaba de acuerdo, era peligroso.

Ignoró todo, las advertencias de su amigo, se olvidó por completo que Minghao andaba suelto por quién sabe dónde, y se decidió a hablarle, notablemente nervioso al principio.

Comenzó lento, simplemente saludándolo, mirándolo desde lejos, mientras pensaba lo que haría; podría hablarlo con Sunoo, pero temía que le dijera lo mismo que su mejor amigo. Sabía que no lo hacían con la intención de llevarle la contraria, pero no ayudaba mucho en su plan de conquista. Las cosas cambiaron cuándo notó que Jake desaparecía en la hora de almuerzo, en algunas ocasiones llegaba con la ropa desarreglada y fuera de lugar, lo que le pareció notablemente extraño, más no le prestó tanta importancia, tal vez podría haberse caído, o algo parecido, sumándole que nadie hacía nada al verlo, no iba a negar que aquello le molestaba, pero no haría un escándalo, lo descubriría por el mismo.

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Las cosas no cambiaban, y eso no le agradaba. Se había decidido a hablarle; ya no lo veía de lejos, cada vez que podía, iba y le conversaba, le preguntaba por su día, y las cosas que le gustaban. Sus ánimos decayeron, cuándo le comentó que tenía novio, pero no se rindió. Aparte, le resultaba extraño, nunca los veían juntos, y cada vez que ocurría, Jake lo ignoraba y dejaba de hablarle.

Sabía que estaba mal, pero decidió seguirlo, se iba a molestar con él, lo tenía más que claro, pero aparte de curiosidad, quería saber si estaba bien.

Estaba escondido detrás de un árbol cuándo los vió, no fue nada bonito de ver; su amado estaba tirado en el suelo, mientras cubría su rostro con sus manos, mientras el contrario le gritaba. No iba a esperar que hiciera algo peor, por lo que se acercó.

—¿Qué crees que haces?—le dijo molesto, aunque sonaba más cómo una afirmación que una pregunta.  

—No te metas, estamos conversando. ¿Verdad Jake?

El rubio levantó su cabecita, y al ver a su amigo, se levantó rápidamente y se colocó detrás de él.—Ayúdame.—le susurró, asustado.  

—Aléjate de él.

—¿Quién eres tú para decírmelo? Jaeyun es mi novio.

—N-no lo somos, no quiero estar contigo, te lo dije.

—¿De qué hablas? ¡Tenemos que estar juntos! ¡Tu eres mío!

—¡No! He intentado decírtelo hace semanas, ya no quiero estar contigo.