𝑳𝒊𝒅𝒚𝒂'𝒔 𝑺𝒊𝒔𝒕𝒆𝒓 | Liam Dunbar

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Sentí a alguien moviéndose en la cama, molestándome de mi descanso

Me senté en mi lugar de manera lenta, sintiendo el golpe de una camiseta volando a mi cara

—Linda forma de despertarme— hablé con desdén en mi tono, dejando la prenda a mi lado

—Lo siento— dijo Liam mientras se arrojaba otra vez a la cama, arrastrándome con él

Escondiéndose en el hueco entre mi cuello y mi hombro, abrazándome fuerte

—Sí no quieres ir hoy esta bien, Liam— contesté de manera suave mientras acariciaba su cabello

—No, tengo practica temprano— respondió el rubio mientras se alejaba de mí —Apresúrate o llegaremos tarde— volvió a decir

—Liam, ni siquiera me lavé la cara, no me apresures— mencioné de mala gana, parándome de mi lugar para emprender camino al baño y lavar mi rostro con agua tibia

—Lo siento, solo no quiero llegar tarde— lo oí decir desde la puerta del baño

Apoyé ambos antebrazos en el lavamanos, recargando mí cuerpo en ellos mientras lo veía seria con gotas de agua cayendo por mi rostro

—Si no quieres llegar tarde vete tú solo— dije con monotonía en mi voz

Liam me vio en silencio, para después marcharse de mi vista, pude escucharlo tomar sus cosas y salir de la habitación

Aprecie mi reflejo en el espejo, aún no podía creer que todavía lo estaba soportando, nunca fui tan apegada a alguien que no fuera mi hermana o mejores amigos

Me apresuré en secar mi rostro, colocarme mis botas y salir de la casa a toda velocidad, tomando camino hasta la mía para poder ducharme e ir más a gusto a estudiar

Llegué a mi hogar y me duche de forma rápida, atando mi cabello en un monto nuevamente

Tomé mi mochila y me dirigí al colegio, caminando para mi mala suerte, ya que no recordaba dónde había dejado mi bici anteriormente

Entré al edificio en busca de mi casillero, quería despojarme de algunas cosas las cuales guardaba en mi mochila

No tuve tiempo a hacerlo ya que sentí un tirón de mi brazo izquierdo, haciéndome girar

—¿Y ahora qué te pasa?— pregunté confundida a la chica de ojos azules frente a mí, respirando agitada, como si hubiera corrido un maratón

—Te estaba buscando...— la oí hacer una pausa mientras recobraba aire —Creí..., creí que no vendrías— finalizó dejándose caer en el suelo frente a mí, apoyando su espalda en los casilleros, volviendo a respirar con normalidad

—Acabo de llegar— mencioné sentándome a su lado

—No viniste a la primera hora, creí que no vendrías a clases en si— comentó la pelinegra —Además, tengo que contarte algo— volvió a hablar emocionada esta vez

—¿Qué?— dije mirándola con una sonrisa en mi rostro

—Josh me pidió que fuera su novia— contestó riendo

—¿De verdad?, muchas felicidades— respondí contagiándome por la risa de Dalma, quien estaba a mi lado apoyando su cabeza en mi hombro

—Ahora solo falta conseguirte novio a ti— dijo en forma coqueta, queriendo volver a hablar pero siendo interrumpida por un mensaje de Josh —Llegaremos tarde, apúrate— habló levantándose de su lugar, llevándome con ella hasta el aula, sin responderle a su ahora novio

Ambas tomamos asiento en nuestros respectivos bancos esperando una señal de algún profesor, pero tal parecía que ambas habíamos llegado muy temprano