Haikyuu: Futuros hijos ¿en el pasado?

El trato

El grupo de dos colocadores y un bloqueador central bajito. Caminó durante un tiempo tratando de encontrar aquel extraño grupo del otro día.

No encontraron gran cosa y Kenma se había cansado de caminar. Pese a solo llevar una hora caminando. Akaashi los llevó a una cafetería para descansar y de paso, que el menor de todos. Shoyo. Pidiera algo de comer. Recién habían desayunado, pero parecía que ya tenía hambre.

- ¿Y cómo vamos a encontrar a esos chicos? -preguntó Shoyo.
- Pues no lo se -dijo Akaashi con seriedad.
- Cómo no sabemos donde se alojan tendríamos que empezar a buscar, pero eso sería complicado. Tokyo es muy grande -explicó Kenma.
- Sí, en eso tienes razón -confirmó Akaashi.
- Tener que encontrar a una persona que no conocemos es realmente extraño. Porque no sabemos ni sus nombres.
- ¿No les dijo Kuroo-san ayer dónde había un alojamiento? -le preguntó Akaashi al pelo pudin con curiosidad.
- Sí, pero es que a lo mejor ni siquiera están. Y preguntar por alguien que no conoces no haría ver cómo locos -explicó.
- Oye, Kenma -le llamó el anaranjado- ¿Uno de los chicos no era un chico castaño de ojos verdes? -le preguntó.
- Pues... Creo que sí ¿por qué?
- Porque está ahí -dijo Shoyo señalando al chico al lado de otra chica más alta que él.
- No deberias decirlo tan alto, nos podrán escuchar -se quejó Kenma.
- ¿Pero no es mejor que nos escuchen para saber quienes son? -pregunto con inocencia.
- Puede -habló Akaashi- pero tendríamos que ser más discretos, además no puedes hacerte amigo de alguien así son más -le explicó. Pero notó que el menor ya no se encontraba frente a él- ¿Donde se ha ido? -preguntó Akaashi preocupado.
- Allí -señalo Kenma a Shoyo junto al chico que describió, mientras este aparató la mirada de su teléfono.

Akaashi preocupado, se levantó de la mesa, y fue a por el menor.

- ¿Entonces te llamas Alex? -pregunto emocionado.
- En... Sí. Ya te dije ayer mi nombre.
- Lo siento, es que no estaba muy atento -río nervioso- ¿Quién es ella? -preguntó señalando a Kazumi. Ya que no la vio el día anterior y le llamó la atención lo alta que era y el parecido con uno de sus compañeros.
- Oh, ella es...
- ¿Es una amiga tuya? ¿Juega también al voley? Es muy alta, seguro que se le daría bien bloquear -preguntó y admiro, Shoyo. Pero rápidamente Akaashi lo alejara de los dos.
- Lo siento mucho, a él le gusta mucho hacer amistades -se disculpó.
- No te preocupes -dijo Kazumi con calma- Es normal que a los chicos cómo a él les guste socializar.
- ¿Sabes que tiene 15 años? -le preguntó curioso.
- Sí. Pero me refiero a chicos tan energéticos. Tengo un compañero que es igual que él. Es normal -dijo con una sonrisa- Soy Kazumi, Tsukishima Kazumi.
- ¿Tsukishima? -cuestionó Shoyo confundido.
- Así es... ¿Hay algún problema con eso? -cuestionó confundida pero entendiendo a qué se refería.
- No, es solo qué tienes el mismo apellido que el de mi compañero.
- Aaaaa.... En....
- Oye, nosotros estamos algo ocupados -habló Alex con bolsas de comida en sus manos mientras se acercaba a Kazumi.
- ¿Os importa si os acompañamos? -preguntó Shoyo con entusiasmo.
- En...
- Lo siento enano. Pero estamos ocupados -dijo Alex.
- Haiba, no seas tan borde -regaño Kazumi.
- Pero tenemos prisa -se quejó- <<Además sabes perfectamente quienes son>> -le susurró.
- <<Ya lo sé, pero sabes perfectamente que necesitaríamos su ayuda para realizar la manera de volver, no sabemos cómo sobrevivir aquí más tiempo. Vosotros os vais a quedar sin paga>> -le susurró poniéndole al día.
- Tienes razón -suspiró para mirar al peli naranja- Bien, podéis acompañarnos. Pero después os querríamos pedir un pequeño favor.
- ¡Claro! ¿Cual? -preguntó el más bajo con emoción, perdiendo total atención en el apellido de ambos.
- Que nos ayuden a volver a casa y que si nos ayudáis a convencer a vuestros entrenadores para quedarnos en el campamento. Tendremos partidos cuantas veces quieras -dijo mientras le daba patatas fritas a Kazumi.
- ¡TRATO! -dijo el peli naranja entusiasmado.
- <<Cuando vuelva me van a matar...>> -pensó Akaashi intentando controlar al más bajo.